La llegada de la revolución digital no solo ha cambiado cómo trabajamos y nos comunicamos, sino también la forma en que descubrimos el mundo. Con internet como copiloto, la manera de organizar y disfrutar nuestras vacaciones ha dado un giro radical. Desde la planificación hasta el regreso a casa, todo el proceso de viajar ha sido rediseñado. A continuación, exploramos las principales claves de este cambio.
Viajar en la era digital: nunca fue tan fácil
El momento de planear un viaje ya no se limita a visitar una agencia física o esperar recomendaciones de conocidos. Hoy, basta con unos pocos clics.
Herramientas como Google Flights, Skyscanner o Kayak han hecho posible comparar vuelos y precios en segundos, convirtiendo la preparación de un viaje en una experiencia accesible para todos. Gracias a estas plataformas, la información está al alcance de cualquiera, abriendo nuevas oportunidades incluso para quienes antes lo veían como un lujo.
Las nuevas formas de viajar este verano
Analizar cómo elegimos nuestros destinos o con quién viajamos nos da pistas sobre hacia dónde va el turismo. Según datos de HBX Group, este verano vendrá marcado por cinco grandes tendencias que definen a los viajeros de 2025: Escapadas emocionales, contacto con la naturaleza, búsqueda de bienestar, turismo consciente y experiencias personalizadas. Entre todas ellas, dos destacan por encima del resto: Viajar en solitario o para asistir a conciertos.
Viajar en solitario: el fenómeno “MeMooner”
El turismo en solitario se consolida como una tendencia potente. Lo llaman "MeMooning": viajar con uno mismo como compañía. Seis de cada diez europeos se lo están planteando, y entre los jóvenes, este estilo de viaje ya es la norma. El 76 % de los millennials y la generación Z hicieron al menos un viaje solos el año pasado.
¿Por qué lo hacen? Para regalarse una experiencia, reencontrarse consigo mismos o simplemente desconectar del estrés. Eso sí, no todo es tan fácil: el coste elevado y la preocupación por la seguridad siguen siendo obstáculos frecuentes para estos viajeros solitarios.
¿Cuánto estamos dispuestos a gastar por un concierto? Viajes con banda sonora
Hace apenas unas semanas, el portal Infobae publicaba un llamativo titular: "260 euros al mes y al alza: los jóvenes de la generación Z se endeudan para asistir a conciertos, según un informe realizado en Estados Unidos".
El artículo se basaba en un estudio elaborado por Bank of America, que revelaba que los jóvenes estadounidenses destinaron, en promedio, unos 300 dólares mensuales (aproximadamente 265 euros) en entradas a espectáculos musicales durante 2024, utilizando principalmente sus tarjetas de crédito.
El gasto de este segmento poblacional en ocio se situó bastante por debajo: unos 150 dólares (132 euros) al mes. En Estados Unidos, se habla de un aumento del 32 % en el gasto en este tipo de eventos en los últimos cinco años. Mientras tanto, en España, solo en 2023, el precio medio de las entradas a conciertos se disparó un 37%, según cifras del más reciente Observatorio de la Música en Vivo.
Este encarecimiento responde, en gran parte, a dos factores clave:
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El repunte de la demanda tras la pandemia, con miles de personas volviendo a los escenarios.
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La implementación de tarifas dinámicas por parte de artistas de renombre, que ajustan el precio de las entradas en función del interés y la velocidad de compra.
Un fenómeno que ya ha generado polémica, especialmente tras las múltiples denuncias por presunto fraude en la venta de entradas para el concierto de Bad Bunny, donde los precios se dispararon en cuestión de minutos.
Con estos datos es normal que cada vez sea más común elegir un destino con la excusa de un evento: un concierto, un festival o una final deportiva. Y no hablamos de pequeños desplazamientos: en EEUU, el 65% de los jóvenes ha viajado más de 80 kilómetros solo para asistir a un espectáculo. El turismo de eventos va en aumento, y se estima que en 2030 este mercado superará los 750.000 millones de dólares.
Naturaleza: el nuevo lujo del viajero moderno
Con un aumento del 34% en el interés por el turismo de naturaleza, cada vez más personas buscan planes que los alejen del cemento y los acerquen a lo natural. Avistamiento de animales, rutas volcánicas, astroturismo o snorkel en arrecifes son solo algunas de las experiencias que ganan protagonismo.
Un 61% sueña con ver una aurora boreal al menos una vez en la vida. La idea no es solo disfrutar del paisaje, sino conectar con algo más grande, más puro. La naturaleza, ahora más que nunca, es un destino en sí misma.
Vacaciones sin wifi: desconectar es la nueva forma de conectar
Frente al constante bombardeo digital, muchos viajeros optan por la filosofía JOMO (“Joy of Missing Out”, o el placer de perderse cosas). Este enfoque busca alejarse de la hiperconectividad para centrarse en el descanso real. Retiros de yoga, talleres de escritura, spas o simples días de silencio se están convirtiendo en opciones populares.
Un 85 % de los encuestados dice que prefiere vacaciones para desconectar del todo. El 70% busca experiencias relajantes. Montañas remotas, playas poco transitadas o pueblos escondidos están ganando terreno frente a los destinos más turísticos.
Hoy, dos de cada tres viajeros son conscientes del impacto ecológico de sus decisiones al viajar. Además, la misma proporción declara dar preferencia a alojamientos y experiencias que sean respetuosos con la diversidad y la inclusión. El turista moderno busca algo más que relax: quiere que su viaje esté alineado con sus valores.
¿Cómo viajaremos en 2026?
Según Expedia TAAP, los viajes en pareja seguirán liderando las reservas con un 53%, pero los viajes en solitario no se quedan atrás: alcanzarán el 30%. Este cambio obliga a las agencias a replantearse su oferta, apostando por paquetes flexibles y adaptados a distintos perfiles.
En cuanto a destinos, Europa mantiene su imán turístico con París y Roma al frente, pero Asia pisa fuerte. Ciudades como Tokio, Singapur o Bangkok están escalando posiciones, y todo apunta a que seguirán creciendo en popularidad.
La tecnología, el nuevo motor de los viajes
Para 2025, la clave será la eficiencia. Las herramientas digitales se consolidan como aliadas indispensables. Plataformas integradas, asistentes virtuales y procesos automatizados están redefiniendo la experiencia del viajero desde el primer clic. Expedia TAAP ya trabaja para acelerar estos procesos, haciendo que la planificación sea más ágil y personalizada.
Lo que viene en 2026
Robin Lawther, vicepresidente de Expedia TAAP, afirma que esta diversificación de intereses es una gran oportunidad para que los agentes diseñen experiencias especializadas y atractivas.
1. Todo incluido, pero con nuevo enfoque
La generación Z está redescubriendo los resorts con todo incluido, valorando su comodidad y buena relación calidad-precio. Más del 40% prefiere este tipo de alojamiento, según Hotels.com. Para las agencias, será vital incorporar estas opciones en sus catálogos.
2. Escapadas a destinos “fuera del mapa”
El 63% de los viajeros quiere evitar las multitudes y explorar lugares menos trillados. Reims (Francia) o Santa Bárbara (EE. UU.) surgen como alternativas interesantes frente a los clásicos de siempre. La clave será ofrecer propuestas originales, que despierten la curiosidad.