Giro inclusivo: así funcionarán los cajeros automáticos en España a partir del 28 de junio

La ley obliga a las entidades bancarias a que estas terminales tengan interfaces accesibles, intuitivas y multisensoriales

Una persona saca dinero de uno de los cajeros automáticos de su ciudad / EUROPA PRESS - EDUARDO PARRA
Una persona saca dinero de uno de los cajeros automáticos de su ciudad / EUROPA PRESS - EDUARDO PARRA

Un informe del Banco en España publicado en febrero señalaba que, en el año 2023, el número de municipios españoles que no contaban con acceso presencial a servicios bancarios era de 3.069. La cifra incluía oficinas bancarias y canales alternativos, como ofibuses o agentes. Si se atendía únicamente a los municipios sin oficinas bancarias, el número ascendía a 4.508 localidades.

Son datos preocupantes, puesto que la falta de acceso presencial a servicios bancarios dificulta realizar gestiones básicas como sacar o ingresar dinero, pagar recibos o solicitar financiación, especialmente para personas mayores. Con todo, no es el único problema: faltan cajeros, pero, además, muchos no están actualizados en términos de accesibilidad.

Accesibilidad universal

Esa situación va a cambiar pronto: tal y como establece la Ley de Accesibilidad aprobada en mayo de 2023, todos los nuevos cajeros que se instalen deberán cumplir con requisitos estrictos de accesibilidad universal.

Una persona saca dinero en un cajero
Una persona saca dinero en un cajero

“Estos dispositivos deben ofrecer interfaces accesibles, intuitivas y multisensoriales que los hagan fáciles de utilizar. Asimismo, deben adaptarse a la altura de los usuarios que se desplazan en silla de ruedas o que tengan talla baja”, explican desde Accesibilitas. De este modo, la nueva normal busca eliminar barreras y garantizar que cualquier persona, independientemente de sus capacidades físicas o cognitivas, pueda utilizar los servicios financieros esenciales.

Diseño de nuevos cajeros

Así, los bancos tendrán que diseñar cajeros automáticos capaces de ofrecer instrucciones de voz a las personas que tengan discapacidad visual, de instalar pantallas con un alto contraste cromático y de incorporar tipografías legibles, interfaces táctiles accesibles y teclados con braille. Además, deberán detallar, en unas condiciones generales “o documento equivalente”, de qué manera cumplen con los requisitos de accesibilidad establecidos en la ley.

La idea es que estos cambios también faciliten las cosas a las personas mayores. Con todo, los cajeros ya instalados tendrán un plazo de cinco años (hasta el 29 de junio de 2030) para actualizar los cajeros existentes, siempre que no superen los 10 años de antigüedad.