Cerco a los supermercados 24 horas en Barcelona: "Son depredadores del alma comercial de la ciudad"

El Ayuntamiento aprueba frenar la expansión de estos locales tras detectar graves irregularidades en franquicias de marcas reconocidas como Condis, Alcampo y Carrefour

Una de las inspecciones a un establecimiento 24 horas / Policía Nacional
Una de las inspecciones a un establecimiento 24 horas / Policía Nacional

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Barcelona ha dicho "basta" a la proliferación descontrolada de supermercados abiertos las 24 horas. El pleno municipal ha aprobado la creación de un Plan Especial para regular y frenar la apertura de estos locales en toda la ciudad. 

La medida llega en un momento crítico, justo después de que la 'Operación Nihari' destapara una trama de fraude eléctrico a gran escala, explotación laboral y graves riesgos sanitarios en decenas de estos establecimientos, una investigación de la que se ha hecho eco Consumidor Global. El caso puso de manifiesto cómo locales que operaban bajo marcas como Condis, Alcampo y Carrefour comercializaban productos caducados y mantenían conexiones eléctricas ilegales.

Un crecimiento insostenible: "Uno cada dos días"

La iniciativa, propuesta por ERC y apoyada por el gobierno de Jaume Collboni (PSC), Junts y BComú, nace de una estadística alarmante. Según el concejal republicano Jordi Coronas, en los últimos años se ha abierto en Barcelona un nuevo supermercado 24 horas cada dos o tres días.

Esta expansión ha transformado barrios como el Eixample y Ciutat Vella, alterando el comercio de proximidad y la convivencia vecinal. "Queremos recuperar las riendas de la ciudad", ha afirmado Coronas, calificando a estos negocios como "depredadores del alma comercial" de Barcelona.

El detonante: la 'Operación Nihari' y el fraude de la luz

El endurecimiento de la postura municipal no es casual. Recientemente, la Guardia Civil y la Guardia Urbana llevaron a cabo la 'Operación Nihari', un macrooperativo que ha puesto bajo la lupa la gestión de estos locales, muchos de los cuales operan como franquicias de marcas reconocidas.

El operativo, realizado el pasado 2 de diciembre, inspeccionó 26 establecimientos, de los cuales 24 estaban conectados ilegalmente a la red eléctrica, defraudando más de 2,85 millones de kilovatios, el equivalente al consumo anual de 814 viviendas. Entre los locales figuraban franquicias de Condis, Condis Express, Alcampo, Carrefour Express, Coaliment y Covirán.

Comida caducada y explotación laboral

Más allá del fraude eléctrico, el escenario hallado por las autoridades en estos establecimientos fue calificado como insalubre y peligroso para la salud pública. Además de decomisar productos caducados y detectar etiquetados engañosos, los agentes descubrieron básculas manipuladas para cobrar de más y graves fallos de seguridad como salidas de emergencia bloqueadas. 

Esta situación de descontrol sanitario y administrativo se complementa con un panorama laboral alarmante, donde la identificación de 59 empleados sacó a la luz casos de explotación laboral y trabajadores en situación irregular. Estas vulneraciones, que ya han derivado en investigaciones penales y expedientes administrativos, forman parte de un historial negro en la ciudad, donde el Ayuntamiento ha contabilizado más de 2.700 irregularidades vinculadas a este tipo de comercios en apenas dos años.

¿Qué pasará ahora? Las claves del nuevo Plan Especial

El Ayuntamiento se ha dado un plazo de seis meses para presentar un diagnóstico completo de la ciudad. El objetivo no es la prohibición total, sino una regulación estricta que incluya:

  • Mapa de saturación: identificar barrios donde no se permitirán más licencias.
  • Inspecciones de choque: un equipo especializado vigilará no solo los horarios, sino también el fraude fiscal y laboral.
  • Control de residuos y ruido: medidas específicas para evitar el impacto negativo en el descanso de los vecinos.

Desde el gobierno municipal, la teniente de alcalde Raquel Gil ha sido tajante: estos locales "no representan el modelo de ciudad de Barcelona". Mientras el PP se ha abstenido criticando un "exceso de regulación" y Vox ha votado en contra, la mayoría del pleno apuesta por blindar el comercio de barrio frente a un modelo que consideran agotado y peligroso.