El fin del bar del pueblo: 235 municipios podrían perder su único local por la nueva ley del alcohol

El veto a la publicidad de bebidas alcohólicas en las terrazas costará 12.000 euros extra a cada establecimiento y pondrá en riesgo 10.000 empleos

Imagen de archivo de un cartel indicativo de la presencia de un bar / Pablo G. Hermida - EFE
Imagen de archivo de un cartel indicativo de la presencia de un bar / Pablo G. Hermida - EFE

La hostelería española cifra en 1.680 millones el impacto del veto a la publicidad de alcohol en terrazas. Es un escenario "desolador", especialmente en la España rural. Las principales patronales (Hostelería de España, CEOE, Marcas de Restauración y Cepyme) han presentado una ofensiva contra el anteproyecto de ley que busca prohibir el patrocinio de bebidas alcohólicas en terrazas situadas cerca de menores. 

Bajo el lema "Calles vivas: Importancia de las terrazas", el sector advierte que la retirada de la financiación de las marcas de bebidas no solo afectará a las grandes cadenas, sino que será la sentencia de muerte para los pequeños negocios con márgenes de supervivencia mínimos. Según sus cálculos, la medida tendría una consecuencia especialmente grave: hasta 235 pueblos podrían perder su único bar, un golpe directo a su vida social y económica. 

El adiós al centro social del pueblo

Según el informe presentado por la consultora AEI, la prohibición de marcas en sombrillas, mesas y sillas si están a menos de 150 metros de zonas frecuentadas por menores (parques, colegios, centros culturales) tendrá un efecto dominó.

Varias personas en la terraza de un bar, a 11 de julio de 2023, en Palma de Mallorca
Varias personas en la terraza de un bar del pueblo/ FOTO DE ARCHIVO

Muchos pequeños bares rurales sobreviven gracias a que las marcas les proporcionan el mobiliario y el equipamiento. Si se corta ese grifo de financiación, el informe señala que más de 200 municipios perderían su único establecimiento de hostelería. 

Una factura de 12.000 euros por bar

El proyecto de ley, actualmente en tramitación parlamentaria, obligaría a renovar el mobiliario de más de 100.000 establecimientos en todo el país. Hasta ahora, las marcas de cerveza y destilados asumían gran parte de la inversión en sombrillas y enseres de terraza. Sin esta "subvención" privada, el dueño del bar tendrá que pagarlo de su bolsillo.

  • El coste estimado: un gasto extra de 12.000 euros por establecimiento para sustituir el material vetado.
  • La pérdida de inversión: desaparecerían 600 millones de euros que las marcas inyectan actualmente en bares y restaurantes.

José Luis Álvarez Almeida, presidente de Hostelería de España, ha recordado que la mayoría de bares son pymes con márgenes muy estrechos, por lo que asumir este coste es inviable para muchos.

Agujero de 1.680 millones y 10.000 despidos

El impacto macroeconómico que manejan las patronales dibuja un escenario de crisis para uno de los motores turísticos de España. Las terrazas, presentes en el 25% de los locales, son parte de la "identidad nacional", pero su viabilidad está en entredicho.

Las cifras del estudio sobre las pérdidas potenciales son contundentes:

  • Pérdidas en ventas: el sector dejaría de facturar entre 1.080 y 1.680 millones de euros.
  • Destrucción de empleo: se pondrían en riesgo entre 8.000 y 10.200 puestos de trabajo (directos e indirectos), que podrían perderse o precarizarse.
  • Valor añadido: la economía española sufriría una merma de hasta 1.176 millones de euros.
Varias personas sentadas en terrazas en la plaza dels Àngels del Raval / EUROPA PRESS - DAVID ZORRAKINO
Varias personas sentadas en terraza / EUROPA PRESS - DAVID ZORRAKINO

"No somos culpables de que los menores beban"

La campaña presentada en Madrid busca defenderse de lo que consideran una criminalización del sector. Los hosteleros insisten en que están a favor de proteger a los menores, pero rechazan ser el chivo expiatorio. "Los ayuntamientos no persiguen el botellón, pero ponen el foco en las terrazas", ha denunciado Álvarez Almeida.

El presidente de la patronal ha sido tajante al afirmar que en las terrazas "no se incita a los menores a que consuman alcohol". "Queremos un consumo responsable, elegante y de conciliación y que no nos pongan en el centro de la diana; no somos culpables de que los menores estén bebiendo", ha concluido.