Y tú, ¿sabrías reconocer al autor de estas frases míticas sobre alimentación?
El Dr. Francisco Grande Covián es considerado como uno de los padres de la nutrición, su legado científico e impacto divulgativo fueron muy importantes. Tanto que muchas de sus frases han trascendido en el tiempo y han llegado hasta nuestros días.
Es una pena que ya nadie –o muy pocas personas– recuerde la figura de quien fue uno de los científicos y sanitarios más mediáticos en las décadas de los setenta, ochenta y noventa. No es este el lugar para glosar la carrera ni los hitos de D. Francisco Grande Covián; para eso ya tenemos la Wikipedia, el sitio web de la fundación que lleva su nombre y tantas otras páginas centradas en el mundo de la nutrición que, en algún momento, han decidido rendir un homenaje a su persona y legado.
Además de sus publicaciones científicas, de su cátedra de medicina en la Universidad de Zaragoza y de tantas otras cosas, D. Francisco destacó por ser el autor de diversas obras de divulgación general que fueron tremendamente populares en aquellas décadas. Rara era la casa en la que, en aquellos años, no hubiera alguno de sus libros. Los más conocidos, Alimentación y nutrición o el superventas Nutrición y salud. En casa de mis padres estaba este último en su edición de 1988 (hoy está en la mía, por supuesto).
Frases clásicas de Grande Covián que han trascendido
Son varias las recomendaciones y reflexiones lapidarias que nos legó D. Francisco. Pero antes de enumerarlas conviene hacer dos advertencias. La primera se refiere a la autoría, es decir, las frases que siguen pueden ser originalmente suyas o bien puede que sean frases o ideas que él se encargó de difundir repetidas veces sin tener la certeza de que él fuera su autor. Y la segunda, un descargo de responsabilidad: si bien algunas de estas frases siguen siendo totalmente válidas, otras no han envejecido bien. Es decir, algunas tenían todo el sentido en el momento en que se pronunciaron, en aquel preciso contexto social, cultural y temporal, pero no hoy en día. Vamos a verlas:
- Lo único que no engorda es lo que se queda en el plato.
- Hay que comer de todo, pero en plato de postre.
- La clave para no engordar (o para adelgazar) es menos plato y más zapato.
- No hay alimentos buenos ni malos (… hay que juzgarlos en el conjunto de la dieta).
- Es más fácil cambiar de religión que de hábitos de alimentación.
- El cerdo ibérico es un olivo con patas.
- El hombre primero quiso comer para sobrevivir, luego quiso comer bien e incorporó la gastronomía a su mundo cultural. Ahora, además, quiere comer salud (cita institucional en la web de su Fundación).
- Nada más natural, ecológico y biológico que la bacteria del cólera, y nada más artificial, sintético y químico que el cloro. Pero gracias al agua clorada no morimos del cólera.
No es una frase tal cual, pero D. Francisco siempre transmitió un especial interés en acudir a las fuentes originales de la información. Podemos verlo defender este principio en aquella entrevista en el mítico programa A fondo (TVE, 1976; minuto 9:15, aunque recomiendo verla completa).
Imagino que, si no todas, muchas de estas frases te sonarán, otras te chirriarán y, es posible, que algunas no las termines de entender, al menos fuera de su contexto. En cualquier caso, tiene pinta que si D. Francisco hubiese tenido Instagram en aquella época, no sé si hubiera sido un influencer, pero desde luego habría tenido una buena pila de seguidores. Yo entre ellos.
En próximos artículos iremos desgranando y diseccionando el significado de las más relevantes. De esta forma contrastaremos cuánto tienen de cierto hoy en día y cuáles son más peligrosas que beneficiosas en el momento en que la industria de los ultraprocesados se ha apropiado de ellas, las ha retorcido y las ha convertido en un argumento de venta.