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Silvena Rowe, chef de Seven Wellness Club Ibiza: "Nuestra cocina cura, energiza y deleita"

La cocinera y creadora de The Dose by Silvena explica a Consumidor Global cómo elige los ingredientes por sus efectos para la salud en su nuevo centro instalado en la isla balear, donde fusiona gastronomía y cuidado personal

Ana Siles

Silvena Rowe, chef y educadora de longevidad / CEDIDA

En plena fiebre del autocuidado, los templos del bienestar han dejado de ser simples spas. Los consumidores más exigentes (y pudientes) buscan auténticos "santuarios de longevidad", donde se combinan la alta gastronomía, terapias sensoriales y prácticas como el yoga o la meditación para inaugurar sus vacaciones con saludos al sol y paz mental. 

Silvena Rowe, chef y líder en la técnica del biohacking, aterriza en Ibiza con un concepto que revoluciona el bienestar de lujo. En su nuevo proyecto, Seven Wellness Club, la creadora del restaurante The Dose by Silvena fusiona gastronomía de vanguardia, ciencia y experiencias sensoriales diseñadas para optimizar cuerpo y mente.

--¿Cómo definiría el concepto de biohacking aplicado a la alta cocina?

--El biohacking en la alta cocina es el arte de combinar una experiencia culinaria de alto nivel con la optimización de la salud. Cada ingrediente se elige con intención, no solo por su sabor, sino por su función. 

--¿Por ejemplo?

--Mejorar la claridad mental, equilibrar las hormonas, reducir la inflamación o alargar la longevidad. En The Dose by Silvena, el biohacking se une al lujo. Sabiduría ancestral, ciencia de vanguardia y creatividad a nivel Michelin se combinan para crear una cocina que cura, energiza y deleita a la vez.

--¿Cuáles son los ingredientes clave de su cocina biohacking?

--Mi cocina biohackeada se basa en ingredientes funcionales que ofrecen resultados reales tanto para el cuerpo como para la mente. Cada uno se elige por su 'inteligencia bioquímica' y luego se transforma en un plato curativo y placentero. Por ejemplo, usamos adaptógenos como ashwagandha, hibisco y rodiola para la resiliencia al estrés y el equilibrio hormonal.

--¿Algunos más comunes?

--Hongos medicinales como melena de león y reishi. Sirven para la claridad cognitiva y el sistema inmunológico. Las algas azul-verdosas como la espirulina, para la desintoxicación y la energía. Los aceites prensados en frío como el de comino negro, para nutrir el cerebro y controlar la inflamación y los alimentos ricos en polifenoles como la granada, el azafrán y la batata morada para la protección celular y la longevidad.

--Recientemente, ha abierto Seven Wellness Club en Ibiza, ¿en qué se diferencia de otros centros de bienestar?

--Seven Wellness es un santuario de longevidad. Lo que lo distingue es la fusión entre nutrición basada en ciencia, biohacking y hospitalidad de alto nivel.

--¿Y cuál es su sello personal en este nuevo proyecto?

--Mi sello personal es inconfundible. Una cocina audaz, llena de sabor y 100% funcional. Cada plato y cada detalle está diseñado para potenciar tu vitalidad sin renunciar al placer. Seven es la expresión de todos mis años de experiencia, desde The Dose by Silvena hasta mi trabajo como educadora en longevidad

--¿Qué aprendizaje de tu experiencia en The Dose by Silvena en Dubái has trasladado a Seven en Ibiza?

--En Dubái aprendí que la gente busca más que comida saludable: quiere una experiencia sanadora. En Seven he traído esa misma filosofía. La comida debe ser bella, nutritiva y con base científica. También he mantenido la disciplina de seleccionar ingredientes con integridad, creando platos limpios pero indulgentes, y rituales de bienestar. Dubái me enseñó cómo fusionar bienestar y lujo. Ahora, en Ibiza, he añadido un toque mediterráneo a esa base.

--¿Qué buscan actualmente los clientes más exigentes en términos de nutrición y bienestar?

--El cliente de lujo actual ya no se conforma con que algo sea ecológico o sin gluten. Busca longevidad, rendimiento y precisión. Quiere alimentos que favorezcan su cerebro, su piel, su sueño y su estado de ánimo. Busca una nutrición personalizada, ingredientes funcionales y menús que reflejen los últimos avances científicos y de biohacking. Lo novedoso es que quieren saber de dónde vienen los ingredientes, sus beneficios y cómo se preparan, sin renunciar a la experiencia ni al lujo. Sentirse alimentados sin restricciones. 

--¿Cómo fusiona en sus elaboraciones lo saludable con la sofistificación que exige la alta cocina? 

--Para mí, la salud y la sofisticación van de la mano. Cada plato es una experiencia multisensorial. Visualmente impactante, con texturas ricas y sabores en capas. Comienzo con ingredientes funcionales potentes, como los adaptógenos, polifenoles, o los granos ancestrales, y los elevo con técnicas culinarias como infusiones en frío, fermentación y emplatados de precisión. En The Dose by Silvena, los comensales nunca sienten que están "comiendo sano", sino que están disfrutando de algo exquisito que les cura de dentro hacia fuera.  

--¿Cree que la gastronomía del bienestar será tendencia en los próximos años?

--Estoy convencida de que la cocina funcional es el futuro y su avance es imparable. La gastronomía del bienestar dejará de ser un nicho para convertirse en el nuevo estándar porque la gente quiere alimentos que no solo sepan increíble, sino que también curen y mejoren su organismo. Veremos a chefs y científicos colaborando para diseñar menús adaptados a cada persona, con ingredientes bioactivos y técnicas de preparación avanzadas. En The Dose by Silvena y Seven Wellness ya estamos liderando ese cambio. El futuro de la cocina es medicina que querrás comer.

--¿Qué hábitos o rituales diarios de biohacking sigue personalmente y recomienda a quienes se inician en este mundo?

--Empiezo cada día con hidratación. Un vaso de agua tibia con limón y una pizca de sal marina para activar la digestión y desintoxicar. Luego, dos tazas de té verde, por su dosis de L-teanina, seguidas de una breve sesión de respiración para calmar el sistema nervioso. El deporte es innegociable, ya sea yoga, caminata en la naturaleza o entrenamiento de fuerza ligero. Práctico ayuno intermitente de 16 a 18 horas para apoyar la salud metabólica. Y por la noche, evito la luz azul y escribo en mi diario de gratitud. Para principiantes siempre digo que hay que empezar con algo simple, sé constante y escucha a tu cuerpo. El biohacking es un viaje, no una carrera.