Las profesiones que no deben temer a la IA, según José Elías (La Sirena): "Cobrarán 200 la hora"

La inteligencia artificial está revolucionando el mundo: cambiará el valor de ciertos puestos laborales, extinguiendo algunas profesiones y aupando otras de lo más necesarias para estos tiempos digitales

El dueño de La Sirena, José Elías, señala las profesiones que no deben temer a la IA / Montaje CONSUMIDOR GLOBAL
El dueño de La Sirena, José Elías, señala las profesiones que no deben temer a la IA / Montaje CONSUMIDOR GLOBAL

La irrupción de la inteligencia artificial (IA) en la vida cotidiana no solo ha transformado la forma en que interactuamos con la tecnología, sino que también está comenzando a alterar de manera profunda el mercado laboral. Aunque sus aplicaciones van desde el entretenimiento hasta la medicina, uno de los sectores donde su impacto será más evidente es, sin duda, el mundo del trabajo.

La inteligencia artificial redefine el empleo: ¿estamos preparados para el nuevo panorama laboral?

En un entorno cada vez más enfocado en la eficiencia y la reducción de costes, las empresas están adoptando soluciones de IA para automatizar procesos que, hasta hace poco, requerían intervención humana. Incluso las herramientas más accesibles, como los generadores de texto o imagen basados en IA —por ejemplo, ChatGPT— ya ofrecen resultados en segundos que a un profesional le tomarían horas.

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Uno de los empresarios más destacados del panorama nacional, José Elías, fundador de Audax Renovables y propietario de la cadena de supermercados La Sirena, ha puesto sobre la mesa una reflexión que está dando mucho que hablar: el futuro del empleo, tal como lo conocemos, podría estar en riesgo.

¿Hacia el fin de las profesiones tradicionales?

Desde su experiencia como líder empresarial y figura reconocida en la lista Forbes, Elías advierte que muchas ocupaciones vinculadas a la cualificación universitaria están perdiendo valor ante el avance de la automatización. Carreras como ingeniería, arquitectura, derecho o periodismo, según su análisis, están viendo cómo la IA empieza a asumir funciones clave, lo que podría reducir la demanda de profesionales humanos en estos campos.

Una persona en su puesto de trabajo de oficina / PEXELS
Una persona en su puesto de trabajo / PEXELS

El razonamiento es claro: si una máquina puede ejecutar tareas técnicas con rapidez, precisión y sin descanso, el papel del profesional se limitará progresivamente a tareas de supervisión o control. Esto no significa la desaparición inmediata de estos empleos, pero sí una transformación profunda en su naturaleza, volumen y condiciones.

Los oficios técnicos resurgen como respuesta a la automatización

Lejos de quedarse en una visión pesimista, Elías plantea una alternativa realista: el resurgir de los oficios manuales. Profesiones como electricista, mecánico o fontanero, lejos de quedar obsoletas, podrían vivir un renacimiento en esta nueva era digital. Y es que, según explica el empresario, estas ocupaciones son mucho más difíciles de automatizar, lo que las convierte en activos valiosos en el futuro próximo.

Un electricista / FREEPIK -  pvproductions
Un electricista / FREEPIK - pvproductions

“El 80% del trabajo de oficina será reemplazado por la IA… pero nadie quiere ser fontanero, electricista o carpintero”, declaraba Elías en una publicación reciente en LinkedIn que ha generado miles de reacciones. En ella, destaca cómo la sociedad ha dejado de valorar estos oficios esenciales, mientras se forma en masa a jóvenes para trabajos que pronto podrían quedar desactualizados.

Una brecha cultural que pone en riesgo el equilibrio laboral

El problema no reside únicamente en el avance tecnológico, sino en la percepción cultural de ciertos trabajos. “Todos queremos alimentos frescos, pero nadie quiere ir al campo a cultivarlos”, señala Elías, quien lamenta el escaso reconocimiento social de las profesiones técnicas, esenciales pero poco populares entre las nuevas generaciones.

Su mensaje se alinea con las proyecciones de organismos como el Fondo Monetario Internacional (FMI), que estima que el 60% de los empleos en los países desarrollados podría verse afectado por la automatización en los próximos años. Frente a este contexto, el empresario español subraya que los trabajos que impliquen habilidades manuales o desplazamientos físicos serán más difíciles de sustituir… y, por tanto, mejor remunerados.

¿El retorno de los trabajos que nadie quiere?

En su pódcast Dinero en corto, Elías ya anticipaba una tendencia creciente: “Los oficios que nadie quiere serán los mejor pagados... Cobrarán que sé yo, 60, 100 o 200 la hora”. Y añade que, ante la escasez de profesionales en estas áreas, los salarios podrían alcanzar cifras inusuales, con tarifas por hora de hasta 200 euros en casos concretos. Además, muchas de estas tareas ya pueden aprenderse sin necesidad de largos estudios universitarios, gracias a la aparición de programas de formación técnica accesibles y prácticos.

Su visión no desprecia la educación superior, sino que invita a replantear nuestras prioridades colectivas. “No se trata de desprestigiar carreras universitarias, sino de entender que el mercado laboral está cambiando, y debemos adaptarnos si no queremos quedarnos atrás”, afirma.

La tecnología sí, pero con visión humana

En plena transformación digital, el debate sobre el futuro del trabajo se vuelve imprescindible. La inteligencia artificial está abriendo nuevas posibilidades, pero también plantea desafíos estructurales que van más allá de la innovación tecnológica.

José Elías propone una mirada realista: frente a un escenario de automatización masiva, los oficios manuales no solo sobrevivirán, sino que podrían convertirse en las joyas del nuevo mercado laboral. Un mensaje claro en tiempos de incertidumbre: tal vez la clave del futuro no esté en competir con las máquinas, sino en hacer lo que ellas aún no pueden.