En la actualidad, muchas personas viven en un estado constante de tensión y alerta, lo que activa la producción de cortisol, también conocida como la hormona del estrés que tanto intoxica nuestro cuerpo y que es capaz hasta de robarnos el apetito.
Si bien esta sustancia es clave para ayudarnos a enfrentar desafíos y a decirle a nuestra mente que sabemos protegernos del peligro externo, su exceso puede afectar nuestra salud mental a largo plazo, nuestro estado de ánimo e incluso la salud de otros órganos de nuestro cuerpo como es el caso de nuestra piel o estómago… ¿A quién no le ha salido alguna vez un brote de acné por estrés? Por ello, rodearnos de personas que nos transmitan energía positiva es más importante que nunca, ya no solo a la hora de elegir a nuestros amigos o compañeros de vida, también en el entorno donde más horas pasamos al día, el trabajo.
El poder transformador de las personas que nos rodean
La psiquiatra Marian Rojas Estapé introduce el concepto de "personas vitamina" para referirse a aquellas que nos impulsan, nos inspiran y nos ayudan a confiar en nosotros mismos. Un término que se ha popularizado desde que esta experta en salud mental lanzase su ‘best seller’ de divulgación Encuentra a tu persona vitamina. Un manual para ayudarte a desprenderte de las personas que no te suman y saber buscar e identificar a las que te generan un entorno de apoyo y entusiasmo, contribuyendo a nuestro equilibrio emocional diario.
Del mismo modo que el estrés dispara la producción de cortisol, la presencia de estas personas en nuestra vida fomenta la liberación de oxitocina, la hormona vinculada con el amor y la confianza. Durante años, la oxitocina se asoció principalmente con el parto y la lactancia, pero estudios recientes han demostrado que también desempeña un papel crucial en nuestras interacciones cotidianas y en cuanto a estabilizar nuestra salud mental.
Cómo identificar a las personas que aportan energía positiva y “vitaminada”
Este bienestar también puede estar en el trabajo. Se manifiesta en pequeños gestos de algunos compañeros con los que tenemos una conexión genuina y real. Ya sea en forma de abrazo genuino al reencontrarnos después de vacaciones o una mirada cómplice después de una reunión de trabajo, algo complicada que nos brinda esa seguridad en una situación desafiante. Estos momentos nos ayudan a reducir el estrés y a sentirnos conectados con nuestro entorno, aunque sea el laboral.
Para poder rodearnos de personas que nos hagan bien, es fundamental reconocer aquellas que cumplen con estas características. Rojas Estapé enfatiza que no se trata de etiquetar a algunas personas como “tóxicas”, sino de comprender el impacto que pueden tener en nuestro bienestar, las que no nos suman en absoluto.
Cualidades que nos ayudan a reconocer a una persona vitamina
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Empatía y escucha activa: No solo prestan atención a lo que decimos, sino que nos comprenden y nos hacen sentir valorados.
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Capacidad para encontrar soluciones: Ante cualquier problema, buscan alternativas y nos ayudan a encontrar una salida sin recrear constantemente la situación negativa o compararse desde la envidia.
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Actitud optimista: Logran ver el lado positivo de cada situación y nos contagian su entusiasmo con ayudas o escuchas activas que nos impulsan a ver la otra cara de la moneda.
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Sentido del humor: Compartir tiempo con ellas es sinónimo de risas y buena energía. Ya sea en un breve encuentro para el café como en el trabajo diario codo con codo.
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Enfoque en el presente: No viven ancladas en el pasado ni se preocupan en exceso por el futuro, sino que disfrutan el momento presente y lo valoran, al igual que se sienten agradecidos de tu compañía.
El impacto de estas personas en el entorno laboral
En el ámbito profesional, contar con individuos que transmitan energía positiva puede marcar la diferencia en el rendimiento y el bienestar del equipo. Un ambiente laboral saludable favorece la productividad y disminuye los niveles de estrés, lo que repercute directamente en la satisfacción de los empleados y en los resultados de la organización.
Según Henry Rivas Weber, Gerente General de Digital Learning, estas personas juegan un papel fundamental en la gestión de equipos al impulsar la motivación y fortalecer la claridad de los objetivos a alcanzar. Su capacidad para transformar un clima laboral puede convertir desafíos en oportunidades, especialmente en momentos económicos inciertos.
Cómo convertirte tú también en una persona vitamina
Si bien rodearnos de personas que nos aporten energía es importante, también podemos convertirnos en "personas vitamina" para los demás. Para ello, podemos desarrollar hábitos que nos ayuden a mejorar nuestras relaciones.
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Practicar la gratitud y el reconocimiento hacia los demás.
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Escuchar con atención y sin interrumpir.
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Evitar quejarnos en exceso y centrarnos en soluciones.
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Mostrar empatía y brindar apoyo genuino a los demás.
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Cuidar nuestro bienestar emocional para poder ofrecer lo mejor de nosotros.
En definitiva, rodearnos de personas que nos impulsen y nos hagan sentir bien no solo mejora nuestra salud mental, sino que también nos ayuda a construir una vida más plena y equilibrada en la que nosotros no lastremos con nuestras emociones negativas a nadie de nuestro entorno. Y lo mejor de todo es que también podemos ser una fuente de energía positiva para quienes nos rodean, contribuyendo así a un entorno social más saludable y armonioso.