Así era la casa del tenista Carlos Alcaraz antes del éxito: sobria, de decoración austera y coqueta
El deportista vivió su ascenso al estrellato en un apartamento de 25 metros cuadrados ubicado dentro de la academia de alto rendimiento de Juan Carlos Ferrero, en la localidad alicantina de Villena. ¡Te mostramos cómo es!

Carlos Alcaraz (21 años), actual rey de Wimbledon 2024 y flamante ganador de Roland Garros, no solo está haciendo historia con su raqueta, sino también dando que hablar por su particular estilo de vida. El murciano, una de las grandes estrellas del deporte mundial, ya acumula más de 31 millones de dólares solo en premios (contratos publicitarios aparte) ¿El secreto? Talento puro, una disciplina de hierro y un enfoque que recuerda al mismísimo Rafa Nadal en sus inicios.
Más allá de comparaciones, el joven tenista se ha ganado a pulso su sitio entre los grandes. Su constancia, capacidad de sacrificio y humildad lo han convertido en un fenómeno internacional tanto dentro como fuera de la pista.

Hace unos días llegaba la docuserie de Netflix llamada Carlos Alcaraz: A mi manera, una oda a la vida personal y profesional del deportista, que él mismo quiso describir de la siguiente manera:
“Tengo 22 años, soy muy joven, mi carrera es corta todavía. Pero yo creo que ha sido una historia que teníamos ilusión de contar. Que la gente lo supiera y que me conocieran también como persona. Queríamos mostrar cómo soy yo como persona, cómo vivimos el día a día en los torneos y en casa”, relataba. Y de su casa, precisamente vamos a hablar en el presente artículo.
Carlos Alcaraz: una estrella del tenis que vive como cualquiera... o casi
Pese a sus ingresos millonarios, Alcaraz ha decidido seguir viviendo con los pies en la tierra… literalmente. Su residencia actual es un bungalow de madera de 90 metros cuadrados, ubicado en Villena (Alicante), dentro del recinto de alto rendimiento de la Academia Juan Carlos Ferrero.

Lejos de los lujos y excesos, Alcaraz vive en un entorno pensado exclusivamente para la excelencia deportiva. Esta pequeña casa rural forma parte del hotel asociado al centro de entrenamiento, donde se respira rutina, esfuerzo y concentración. ¿Decoración? Minimalista. ¿Espacios amplios? Los justos. Todo está diseñado para ayudar a mantener la mente enfocada y el cuerpo en forma.
Y es que el deportista no siempre tuvo este espacio. Al llegar por primera vez al complejo, su primera "casa" fue una cabañita de apenas 25 m². Hoy ocupa la más grande del recinto: una vivienda funcional, sin estridencias, pero con espacio suficiente para guardar sus trofeos y su ropa deportiva.
‘Equelite’: el centro donde nacen los campeones
La Academia Equelite no es cualquier lugar. Con 20 pistas de tenis y pádel, gimnasio de última generación, entrenadores personales y un equipo de fisioterapeutas y masajistas disponibles las 24 horas, este espacio es un verdadero templo para atletas de élite.
No es de extrañar que figuras como Maria Sharapova, Pablo Carreño, Guillermo García López o Nicolás Almagro también hayan pasado por aquí en algún momento de sus carreras. El enfoque del lugar es claro: eliminar distracciones, potenciar el rendimiento y formar campeones.
Su hogar: una cabaña sencilla en pleno corazón deportivo de Alicante
Y si algo funciona… ¿Por qué cambiarlo? Aunque Alcaraz bien podría vivir en una mansión en la costa o en una exclusiva urbanización de Madrid o Barcelona, prefiere seguir con su rutina en este enclave deportivo. Una elección que parece estar rindiendo sus frutos, sobre todo tras ganar su tercer Grand Slam del año tras una épica batalla de cinco horas contra Novak Djokovic.

La discreta cabaña en la que reside Alcaraz tiene una habitación con cama doble, una sala de estar con televisor, aire acondicionado, WiFi, y está a escasos pasos de una gran piscina exterior perfecta para refrescarse tras los entrenamientos. Pero no todo es tan libre como parece: hay reglas estrictas de decoración. Las viviendas deben mantener una paleta cromática neutra, sin colores estridentes ni adornos llamativos. La idea es preservar la armonía visual, clave para el bienestar mental de los residentes.
Se permite algún toque personal, como colchas lisas en tonos oscuros, pero nada permanente. Nada de neones, cuadros llamativos ni decoraciones recargadas. En este entorno, lo funcional prima sobre lo estético, y la serenidad sobre la ostentación.
Villena: entre montañas y mar, el equilibrio perfecto
Además, Carlos no ha podido elegir mejor ubicación. Villena, en el interior de Alicante, ofrece paisajes tranquilos y naturaleza, ideales para desconectar y centrarse. Pero si le apetece mar, las mejores playas y calas de la Comunidad Valenciana están a apenas 30 minutos en coche.
Una vida sencilla, ordenada y muy controlada, que demuestra que para llegar a lo más alto no hace falta rodearse de lujos, sino de equilibrio, compromiso y mucha cabeza. Carlos Alcaraz lo sabe… y su forma de vivir lo confirma.