Que levante la mano la persona que no haya sufrido, alguna que otra noche, cierto malestar producido por el calor en la habitación. Por este motivo, los 10 mandamientos para dormir mejor en verano y conciliar el sueño con facilidad son, ahora, más oportunos que nunca.
Es inevitable que las altas temperaturas interfieran en la calidad del sueño y perjudiquen el descanso, pero basta con seguir estos 10 consejos elaborados por Frialtec --empresa dedicada a la investigación y al desarrollo de suplementos alimentarios-- para favorecer un mejor descanso.
Ducha, persianas y toallitas
Tomar una ducha de agua tibia antes de acostarse sirve para reducir el estrés térmico y bajar unos grados la temperatura corporal. También es muy útil refrescar ciertos puntos del cuerpo, como la nuca, las muñecas, el cuello y los tobillos, con toallitas frescas.
Lo de bajar las persianas de la habitación durante el día, así como cerrar las ventanas y las cortinas para evitar la entrada del sol y el calor a través de los cristales, es un clásico que no pasa de moda y ayuda a resguardar la habitación de temperaturas extremas.
Cena, horarios y sábanas transpirables
Del mismo modo, los expertos recomiendan dejar pasar al menos dos horas desde la ingesta de la cena hasta el momento de meterse en la cama. Igual de importante es mantener una rutina e intentar respetar los horarios del sueño en la medida de lo posible.
Otro detalle que no es menor consiste en algo tan sencillo como elegir bien las sábanas: las de algodón ayudan a transpirar mejor.
Aire acondicionado o ventilador con hielo
Los expertos aconsejan encender el aire acondicionado media hora antes de acostarse para que el cuarto se refresque. Para los que no dispongan de aire acondicionado, abrir las ventanas de par en par al anochecer hará que la habitación ventile y baje la temperatura interior.
Otro remedio tan casero como efectivo consiste en poner unos cubitos de hielo frente al ventilador para refrescar la estancia.
Hidratación y dieta
Una de las claves para conciliar bien el sueño y no tener que levantarse a media noche consiste en hidratarse bien durante todo el día para evitar tomas grandes de agua antes de irse a dormir.
Incluir en la dieta alimentos que contengan melatonina --nueces, plátanos, tomates, cerezas, arroz, maíz dulce y avena-- o triptófano --huevos, lácteos, frutas, legumbres y frutos secos-- también ayuda a un mejor descanso.