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¿Guardas estos alimentos en la nevera? Descubre por qué es un error

Al contrario de lo que muchas personas creen, hay comida que nunca debe conservarse en el frigorífico

Carmen García

Una nevera llena de alimentos entre los que hay algunos que ayudan a combatir la alergia primaveral / MIDJOURNEY

Aunque muchas personas piensan que la nevera es el lugar ideal para almacenar cualquier tipo de alimento, lo cierto es que hay algunos productos que nunca se deben guardar en el frigorífico, y que muchas personas desconocen.

En primer lugar, uno de los alimentos que no se deben guardar en la nevera es el pan. El frío y la humedad de la nevera pueden hacer que el pan se endurezca y pierda su textura esponjosa, lo que afecta su sabor y su calidad.

Patatas y tomates

Otro alimento que no se debe refrigerar son las patatas. El frío puede transformar el almidón de las patatas en azúcares, lo que afecta su sabor y textura. En cambio, es mejor almacenar las patatas en un lugar fresco y seco, pero no en el frigorífico.

Un hombre saca un tomate de una nevera / MIDJOURNEY

Los tomates son otro alimento que no se debe guardar en la nevera. El frío puede alterar su sabor y textura, haciendo que los tomates se vuelvan harinosos. Por lo tanto, es mejor almacenar los tomates a temperatura ambiente, en un lugar fresco y seco.

Ajo, cebolla y aceite

El ajo y las cebollas también son alimentos que no deben guardarse en la nevera. La humedad en el interior de la nevera puede hacer que se ablanden y se echen a perder más rápidamente. En su lugar, es mejor almacenarlos en un lugar fresco y seco, como una despensa o un armario. Por último, aunque muchas personas almacenan el aceite de oliva en la nevera para prolongar su vida útil, esto puede hacer que se solidifique y pierda su sabor y aroma. Por lo tanto, es mejor almacenar el aceite de oliva en un lugar fresco y oscuro, pero no en la nevera.

En resumen, es importante saber qué alimentos no se deben guardar en la nevera para evitar que pierdan su sabor y textura, y para prolongar su vida útil. Conocer cómo almacenar correctamente nuestros alimentos puede ayudarnos a disfrutar de alimentos más sabrosos y frescos, y a evitar desperdiciar comida.