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El fenómeno de las series de televisión: el entretenimiento que marca tendencia de viajes en España

Analizamos cómo funciona el turismo cinematográfico en España: 'Juego de Tronos', 'La Casa de Papel' y otras series que han inspirado a los viajeros a la hora de elegir destino

Rocío Antón

Los personajes de 'Juego de Tronos', una de las series recientes de mayor éxito, en San Juan de Gaztelugatxe / Montaje Consumidor Global

Las series de televisión ya no se consumen solo en el sofá. Hoy generan conversación en redes sociales, inspiran a la hora de elegir un destino vacacional e incluso se convierten en referencia para decidir vestimenta en una fiesta temática. La cultura audiovisual se ha infiltrado en el estilo de vida cotidiano hasta el punto de que muchas ficciones ya no son solo historias, son también universos compartidos que se expanden en la moda, el turismo y el ocio digital.

Dos personas viendo una serie de Netflix / PEXELS

España, con su mezcla de patrimonio histórico y paisajes de ensueño, se ha convertido en un gran plató internacional que atrae tanto a productoras como a turistas en busca de la magia de sus ficciones preferidas.

España, de escenario a destino turístico

En los últimos años, nuestro país ha recibido producciones internacionales como Juego de Tronos, La Casa de Papel, Black Mirror o las películas de Pedro Almodóvar. Estos rodajes han impulsado un fenómeno conocido como turismo cinematográfico, que cada vez atrae a más viajeros dispuestos a recorrer los lugares donde se rodaron sus escenas favoritas. De hecho, la exitosa serie adolescente Élite se inspiró en las inmediaciones de la Universidad Europea de Madrid. Valeria, por su parte, desarrolla su trama se desarrolla en las céntricas calles de Malasaña y Chueca.

Según el estudio España de Cine: tendencias del turismo cinematográfico, cuatro de cada diez turistas considera la cultura una razón clave para viajar. En este sentido, uno de cada diez reconoce haber organizado una escapada motivada directamente por una serie o película. Y, por provincias, Madrid, Almería y Sevilla encabezan el ranking de destinos vinculados al cine y la televisión.

“Con las plataformas de streaming, los espectadores descubren lugares que luego quieren visitar. Es un potencial enorme que apenas empieza a explotarse”, ha explicado Ana Alonso, fundadora de la consultora The Travelling Set.

El atractivo cinematográfico de un país de contrastes

Lo que convierte a España en imán para la industria audiovisual no es solo su historia o arquitectura, sino su diversidad geográfica. Desde los desiertos de Almería hasta los acantilados del País Vasco, pasando por playas mediterráneas y bosques verdes, el país ofrece escenarios para casi cualquier tipo de producción.

Y es que este idilio del cine con nuestro país viene de lejos. En los años 60, Sergio Leone inmortalizó el desierto de Tabernas con sus spaghetti westerns (producciones italianas de temática 'lejano Oeste').

Décadas después, HBO puso de nuevo a España en el mapa global con Juego de Tronos, llevando a miles de turistas a enclaves como San Juan de Gaztelugatxe (Rocadragón para los fans), las Atarazanas de Sevilla (los palacios de Dorne) o la plaza de toros de Osuna, que se transformó en la arena de Meereen. Cada escena proyectada en pantalla se convirtió en reclamo turístico, impulsando rutas guiadas, visitas temáticas y negocios locales. Hasta en el pequeño pueblo de Atienza (Guadalajara) hay una espada que recuerda que allí se instaló allí un Trono de Hierro para promocionar la última temporada de la serie.

Más allá del televisor: cuando las series marcan estilo

El fenómeno seriéfilo no se queda en la pantalla: se expande hacia la moda, los videojuegos y las experiencias en vivo.

  • The Walking Dead no solo consolidó al zombi como icono pop; también inspiró cómics, parques temáticos e insufló ventas a videojuegos de esa temática.

  • El Juego del Calamar, con su estética minimalista y perturbadora, convirtió los uniformes verdes en tendencia global y sus máscaras geométricas en accesorios virales. Los juegos de la serie saltaron a escape rooms y experiencias inmersivas que reproducen, en un entorno seguro, la tensión de la ficción.

  • La Casa de Papel transformó una simple máscara de Dalí en símbolo de resistencia mundial, replicada en manifestaciones, fiestas y merchandising de todo tipo.

  • Stranger Things rescató la estética ochentera con tanta fuerza que devolvió a la cultura mainstream vinilos, sintetizadores, bicicletas BMX y chaquetas vaqueras oversize como si nunca hubieran pasado de moda.

Cada producción que alcanza nivel global abre la puerta a nuevas formas de ocio y consumo. Hoy, una serie no es solo un relato, es un estilo de vida que los consumidores quieren emular, ya sea visitando los entornos donde se contextualizan como vistiéndose como alguno de los protagonistas.

Del entretenimiento al estilo de vida

España, con su papel creciente como escenario de producciones internacionales, ha encontrado en este boom una oportunidad para mostrar su diversidad cultural al mundo. Y los fans encuentran una excusa perfecta para viajar... y vivir un instante de ficción en primera persona.

Hoy las ficciones televisivas marcan cómo nos comunicamos, a dónde viajamos, qué ropa usamos e incluso qué experiencias buscamos. Son brújulas culturales que definen modas, inspiran escapadas y generan comunidades globales. En definitiva, las series han dejado de ser mero entretenimiento: son fenómenos sociales que redibujan la forma en la que entendemos el ocio, el turismo y el estilo de vida en el siglo XXI.