El pueblo a una hora de Valencia donde nació Pablo Motos: es más grande que el Vaticano
Una localidad de más de 20.000 habitantes cuyo motor económico es la producción de vino, con un total de 20 bodegas a lo largo del municipio, ha sido testigo de la infancia del popular presentador de televisión

Pablo Motos atesora una legión de seguidores —algunos detractores también todo sea dicho— a causa de ser el icónico presentador de El Hormiguero, pero lo que quizás no sabías es que también nació en uno de los municipios más grandes —y curiosos— de España: Requena. Una joya del interior valenciano con un pasado fascinante, una cultura arraigada y unas dimensiones que sorprenden a cualquiera.

Y sí, entre sus 25 aldeas y pedanías —como El Pontón, Campo Arcís o San Antonio— está la cuna de Pablo Motos, quien ha mostrado siempre su afecto por su tierra, especialmente en momentos difíciles como los pasados temporales de la DANA que afectaron la zona que le vio nacer. Sí, aunque hoy forma parte de la Comunidad Valenciana, históricamente Requena perteneció durante siglos a la provincia de Cuenca, dentro del Reino de Castilla. Por eso, a este rincón histórico se le conoce a menudo como la Valencia castellana.
Requena, el gigante escondido que vio nacer a Pablo Motos y que ostenta un récord
¿Sabías que Requena es 1.850 veces más grande que el estado del Vaticano? Sí, aunque cueste imaginarlo, este municipio del interior de Valencia, con más de 814 km² de extensión, supera con creces a muchos países europeos.
De hecho, Requena es ocho veces más grande que Barcelona y 200 km² más extensa que la Comunidad de Madrid. Y si lo comparamos con el diminuto Estado del Vaticano, que apenas alcanza los 0,44 km², la diferencia es abismal: ¡Requena lo multiplica por casi 2.000! Para que te hagas una idea: es más de 400 veces más grande que Mónaco, unas 13 veces el tamaño de San Marino, y duplica al Principado de Andorra. ¿Impresionado?
Una ciudad con miles de años de historia
Más allá de su historia administrativa, lo cierto es que este municipio tiene muchos motivos para estar en el mapa. Los orígenes de Requena se remontan nada menos que al siglo VII a.C., según revelaron excavaciones en la emblemática Plaza del Castillo. A lo largo de los siglos, han pasado por aquí íberos, romanos, musulmanes y cristianos, todos dejando su huella.

Hoy, pasear por el casco antiguo es hacer un viaje en el tiempo. Calles adoquinadas, casas con encanto y monumentos como la Iglesia de Santa María, el Palacio del Cid o las misteriosas Cuevas de la Villa, que forman redes subterráneas bajo muchas viviendas, hablan de un legado tan profundo como diverso.
Un brindis por Requena: cuna del vino
Hablar de Requena es hablar de vino. Esta localidad es uno de los grandes referentes del mundo vitivinícola en España. Sus viñedos se extienden por kilómetros y han hecho famoso al vino de la región, sobre todo el bobal, que no puede faltar en las bodegas de quienes saben de enología.

Además, cada año se celebra la Fiesta de la Vendimia, declarada de Interés Turístico, donde el vino es protagonista absoluto junto con la música, la gastronomía y el ambiente festivo.
Y si eres de los que disfrutan con una buena cata, no te puedes perder las bodegas centenarias que abren sus puertas a curiosos y aficionados. Una experiencia de sabor e historia que no decepciona.
¿Qué ver (y saborear) en Requena?
Si decides visitar Requena, hay paradas obligadas. Además del castillo y las cuevas, el Museo de Arte Contemporáneo Florencio de la Fuente, la Casa del Arte Mayor de la Seda y el barrio de la judería merecen tiempo y atención.
¿Y sabías que cerca de allí hay un volcán? El Cerro de Agras, ubicado en Cofrentes, está a solo media hora en coche y es uno de los puntos más curiosos de la región.
Y es que, al parecer, Requena lo tiene todo para convertirse en tu próximo destino de fin de semana: Cultura, historia, naturaleza… y por supuesto… ¡La mejor gastronomía llena de platos típicos!
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Olla de Requena, un guiso potente con carne de cerdo y legumbres, ideal para combatir el frío.
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Bollos con magras y sardinas, una delicia horneada que combina pan con embutidos o pescado.

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Arroz a la cazuela, un clásico con sabor casero.
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Morteruelo y ajoarriero, herencia manchega que aún perdura.
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Y por supuesto, embutidos artesanales como la longaniza, el chorizo o el salchichón, que son sello de identidad local.
Un paraíso natural muy cerca de Valencia
Para los amantes de la naturaleza, Requena también ofrece opciones. A pocos kilómetros se encuentra el Parque Natural de las Hoces del Cabriel, una maravilla de la geografía valenciana con cañones, ríos cristalinos y rutas para senderismo, escalada o simplemente para disfrutar del paisaje.
Un plan ideal para quienes quieren desconectar del ritmo urbano y reconectar con el aire puro.
¿Cómo llegar a Requena?
Llegar a Requena es fácil. Desde Valencia, se puede tomar la autovía A-3, y en menos de 45 minutos estarás allí. También hay trenes de cercanías y media distancia con frecuencias regulares, así como autobuses directos.