España se enfrenta a una tormenta perfecta en términos sociales y económicos: por un lado, el desempleo, aunque en descenso, continúa afectando a millones de personas; por otro, el acceso a una vivienda digna se ha convertido en una meta cada vez más difícil de alcanzar, especialmente para los jóvenes y familias con ingresos bajos o medios.
Pese a que las cifras de paro han mejorado en los últimos meses —con niveles no vistos desde antes de la crisis financiera de 2008—, la recuperación no ha sido homogénea. Muchos empleos generados son temporales, de baja remuneración o centrados en sectores estacionales como el turismo. Esto deja a una parte importante de la población en situación de vulnerabilidad económica permanente.
Vivienda inalcanzable y sueldos precarios: la realidad que asfixia a miles de españoles
A este escenario se suma un mercado inmobiliario en tensión. En las grandes ciudades, los precios de compra y alquiler han subido por encima del poder adquisitivo medio, mientras que en zonas rurales, aunque hay viviendas más asequibles, la falta de oportunidades laborales disuade a muchos de establecerse allí. El resultado es un círculo vicioso: no hay trabajo, donde hay vivienda barata, y donde hay empleo, la vivienda es impagable.
Este desequilibrio ha generado nuevas formas de exclusión, como el regreso al hogar familiar de adultos jóvenes, el alargamiento de hipotecas por más décadas, o el aumento de personas que destinan más del 40 % de sus ingresos al pago del alquiler. Además, la especulación, la falta de vivienda social y la lentitud en los programas públicos agravan el problema.
El pueblo que quiere repoblarse: ofrece trabajo y casas desde 30.000 euros
En un contexto donde acceder a una vivienda digna parece una misión imposible, resulta curioso —y esperanzador— descubrir que aún existen rincones en España que nadan a contracorriente anunciando iniciativas como la repoblación de pueblos despoblados con ofertas de trabajo y vivienda accesible.
Uno de ellos es Forcall, una pequeña localidad del interior de Castellón que ha lanzado una oferta difícil de ignorar: vivienda barata y trabajo asegurado.
Una oferta clara del Ayuntamiento: “Buscamos nuevos vecinos”
Lejos de lo que ocurre en algunos sitios costeros de la península donde el boca boca del “hay trabajo” surte su efecto después de que varias empresas privadas requieran de mano de obra, lo cierto es que esta oferta llega por un canal diferente:el propio Ayuntamiento de Forcall.
Su propuesta es directa y ambiciosa: atraer a personas que quieran instalarse de forma permanente en el pueblo. Y para lograrlo, han desplegado una estrategia integral que incluye vivienda asequible, apoyo institucional y empleos concretos.
Comprar una casa y trabajar en Forcall
Uno de los mayores atractivos es el coste de la vivienda. En portales especializados pueden encontrarse casas adosadas por tan solo 30.000 euros. Si se busca algo más espacioso, incluso es posible adquirir chalets de más de 350 metros cuadrados por unos 39.900 euros. Todo ello en un entorno que combina naturaleza, tranquilidad y patrimonio histórico.
El municipio necesita cubrir diversos puestos de trabajo clave para el día a día de la comunidad. Entre las opciones destacan profesiones como electricista, fontanero, albañil o carnicero. Incluso hay locales disponibles, como un antiguo horno municipal, que podrían transformarse en panaderías, espacios culturales o centros de formación si las personas interesadas quisieran emprender un negocio.
También se busca revitalizar los ya tradicionales como el estanco y se fomenta el desarrollo de proyectos en turismo rural, atención a mayores y gastronomía local. Estos sectores son especialmente relevantes en pueblos en riesgo de despoblación.
¿Qué tienes que hacer si estás interesado?
Instalarse en Forcall es sencillo: basta con empadronarse y contactar con el Agente de Desarrollo Local, quien guía a cada interesado en los trámites, licencias, búsqueda de ayudas públicas y elaboración del plan de negocio. El consistorio, por su parte, está comprometido con impulsar el comercio, digitalizar procesos y dar seguimiento a los nuevos proyectos para asegurar su viabilidad a largo plazo.
Forcall forma parte de la red Holapueblo, una iniciativa que conecta pueblos con personas interesadas en cambiar de vida y establecerse fuera de las grandes urbes. Gracias a esta plataforma y a la colaboración con la Mancomunidad de Els Ports, la asociación empresarial ASETMICO y técnicos especializados en desarrollo rural, los nuevos vecinos pueden contar con orientación, asesoría y hasta ayuda para encontrar financiación o subvenciones.
El Ayuntamiento también ofrece terrenos para actividades agrícolas o ganaderas, facilitando así el autoempleo y el vínculo con el entorno natural.
Un pueblo que ofrece calidad de vida
El pueblo está rodeado por el Parque Natural de Els Ports, un enclave ideal para los amantes del senderismo. En sus alrededores destacan formaciones rocosas como la Mola Garumba o la Roca Roja. Pero no todo es paisaje: el casco antiguo de Forcall está declarado Bien de Relevancia Local y cuenta con una plaza porticada que se considera una joya arquitectónica de la Comunidad Valenciana.
Entre sus edificios históricos figuran el Palacio de los Miró, el Forno de la Vila —en uso desde el siglo XIII— y la iglesia parroquial de la Asunción, que aúna estilos gótico, barroco y renacentista.
Dónde queda este tesoro escondido
Ubicado a poco más de una hora de Ulldecona y dos de Tarragona, Forcall se encuentra a una altitud de 720 metros y cuenta con unos 450 habitantes. Su ubicación privilegiada lo sitúa cerca de lugares como Peñíscola o Vinaròs, lo que permite combinar la tranquilidad rural con escapadas a la costa.