Los peligros del 'buy now, pay later', el método de pago que arrasa en los comercios
Este sistema de financiación permite a los usuarios adquirir productos inmediatamente y pagarlos en tres o cuatro plazos sin intereses
Comprar nunca ha sido tan fácil como en la actualidad. El comercio online no solo ofrece infinidad de productos a un solo clic. Han surgido nuevas formas de pago que permiten adquirir lo que queramos sin desembolsar todo el dinero inmediatamente.
En realidad, el buy now, pay later (compra ahora, paga después, BNPL por sus siglas en inglés) no es nada nuevo pero ha crecido en los últimos años. Es una financiación a corto plazo que permite fraccionar y aplazar el pago de las compras sin intereses. Un método de pago goloso que esconde varios peligros.
Presentes en multitud de comercios
Seguramente, los consumidores que compren en tiendas como Zara, Miravia, Druni, Primor, Calzedonia, New Balance, H&M, Decathlon, Lidl, MediaMarkt y muchas más, conocerán aplicaciones como Klarna, SeQura o Scalaplay. Son tres de las financieras más populares en España que siguen el método BNPL.
“Su funcionamiento es sencillo: al hacer dicha compra, el consumidor paga parte al momento, y el resto en plazos que suelen tener una periodicidad mensual”, explica a Consumidor Global Víctor González, brand & communications director de Intrum España. "Con esto se consigue un gancho comercial clarísimo en un momento en el que los usuarios lo queremos todo de forma inmediata", añade en declaraciones a este medio Jaime Martínez, profesor de OBS Business School y director de InveretiK.
¿En qué se diferencia de las tarjetas de crédito?
A diferencia de las tarjetas de crédito, la gran ventaja del buy now, pay later es que generalmente no aplica intereses, salvo en caso de retrasos en los pagos. Según Martínez, se suelen fijar plazos entre 3 y 6 meses sin intereses y su alternativa más parecida sería las temidas tarjetas revolving, que sí incluyen intereses elevados.
Otra diferencia clave, según González, es el acceso a este tipo de financiación: "Las tarjetas de crédito requieren un historial crediticio y, por lo general, solo se emiten a personas con un buen historial financiero".
Dirigido a las pequeñas compras
Que no haya intereses no significa que el BNPL sea inofensivo. Es un arma de doble filo. Este método fomenta las compras impulsivas, como puede ser el último iPhone o el bolso que arrasa en Zara.
"Se basan en preceptos de economía conductual, psicología del gasto, neuromarketing… Son conocedores de que hay una serie de emociones que afloran cuando tenemos determinados productos delante y en eso se apoyan los comercios para vender", sostiene Martínez. De hecho, es un sistema que suele triunfar en categorías como moda, electrónica y ocio.
Un éxito entre los jóvenes
Pese a los riesgos, muchos españoles recurren al BNPL para adquirir caprichos. Según el Informe Europeo de Pagos de Consumidores, elaborado por Intrum, el 34% de los españoles afirma que es más probable que realice compras a marcas o establecimientos que ofrezcan opciones de buy now, pay later.
"Una tendencia especialmente presente entre los más jóvenes: el 40% de la Generación Z y el 39% de los millennials hace esa misma afirmación, frente al 33% de la Generación X y el 27% de los boomers", añade González.
El principal peligro: vivir por encima de nuestras posibilidades
El gran riesgo de apps como Klarna, SeQura o Scalapay es lo fácil que resulta acumular deudas. Lo que empieza como una pequeña compra puede convertirse en un agujero de miles de euros. "Como con cualquier opción de pago a plazos, puede existir este riesgo. Pero si se utiliza con responsabilidad, no tiene por qué haber ningún problema", sentencia González.
"Nuestra obligación como consumidores es hacer un ejercicio de conocimiento de nuestras finanzas. Hay que saber hasta dónde podemos endeudarnos y si es necesario o no endeudarnos", concluye Martínez.