Agua con sabor a frutas, la engañifa que espanta a los nutricionistas
Grandes marcas como Maison Perrier, Font Vella, Solán de Cabras o Vichy Catalan incluyen en su catálogo estos productos que contienen azúcares y otros aditivos

Cuando se trata de innovar, la capacidad imaginativa de las marcas no tiene fin. Font Vella o Solán de Cabras, por nombrar algunas de ellas, son un buen ejemplo. Además de comercializar agua mineral, apuestan por aguas con sabores a frutas.
Se trata de unos menjunjes que se venden en los lineales de los supermercados junto al agua natural. Además de ser más caras, estas bebidas azucaradas consiguen arruinar el perfil nutricional sano y sencillo del propio agua.
Azúcares y colorantes
Si bien el agua no contiene azúcares, calorías ni aditivos, la etiqueta cambia cuando se añaden sabores. Aparecen los azúcares añadidos o edulcorantes. "Además de colorantes y conservantes, lo que puede incrementar la ingesta calórica diaria", detalla a Consumidor Global Sara Rueda, nutricionista de Blua de Sanitas.

Font Vella, por ejemplo, ofrece agua mineral clásica y agua sabor a limón o manzana. Estas últimas están hechas con aditivos y edulcorantes como el acesulfamo K y sucralosa. Unos ingredientes que también están presentes en Vichy Catalan y su agua sabor a naranja.
Ni rastro de las frutas
Los productos con "sabor a" son una engañifa y el agua no es la excepción. Cuando marcas como Maison Perrier prometen agua con sabor a limón, lima, naranja o cualquier otra fruta, la realidad es que no contiene ni un gramo de la fruta real.

La forma de conseguir ese sabor específico es empleando aromas. "A pesar de que los aromas naturales simulan el sabor (por ejemplo, del limón), no aportan los nutrientes de esta fruta, como la vitamina C ni otros compuestos beneficiosos presentes en el limón fresco", argumenta Rueda.
Aguas con zumos de frutas, caras e insanas
Además de las bebidas con "sabor a", también existe el agua con zumos de frutas. Otra tomadura de pelo. Y lo peor es que es más cara e insana. Marina Diana, doctora en Nutrición de la Universidad Ramón Llull-Blanquerna, recalca que, en estos casos, los azúcares se disparan. Solán de Cabras y su agua multifrutas contiene 1,6 gramos de azúcares por cada 100 mililitros.

En el caso de Font Vella y su agua con zumo de piña, los azúcares suben a 11 gramos por cada 250 mililitros. Y, además, es más cara. La botella de agua de un litro cuesta 73 céntimos (0,49 euros/litro) frente a 1,83 euros que cuesta una botella de 1,25 centilitros de agua con zumo de piña. "Esto no es agua, es una bebida saborizante o refrescante", sentencia Diana.
Para hidratarse, agua
Tanto Rueda como Diana insisten en que la mejor opción es el agua mineral. Sin sabores ni aditivos añadidos. Aunque algunos ingredientes presentes en las aguas saborizadas, como el ácido cítrico, los edulcorantes o los aromas, "son aditivos permitidos y seguros en cantidades reguladas, su consumo frecuente puede causar implicaciones", sostiene Rueda.
"Le estás dando a tu paladar y a tu cerebro la orden de que, para saciar tu sed, necesitas algo dulce. Esto te llevará no solo a beber ese agua con edulcorante sino a tomar otras bebidas que contengan azúcar como Coca-Cola o Fanta”, concluye Diana. Así pues, no hay nada más sano y aconsejable que beber agua. Pero agua sin mejunjes de frutas y azúcares, que acaban pasando factura a la salud y al bolsillo del consumidor.