Mitos y verdades sobre el ayuno intermitente

Si no se practica correctamente, puede provocar pérdida de masa muscular, recuperación del peso, fatiga crónica, dolor de cabeza, sensación de frío o falta de concentración

Dos personas que practican el ayuno intermitente / FREEPIK
Dos personas que practican el ayuno intermitente / FREEPIK

El ayuno intermitente es una práctica que ha ganado mucha popularidad en los últimos años hasta convertirse en una tendencia dietética. Entre otros, famosos como Hugh Jackman, Elsa Pataky o Joaquín Prat han afirmado haber incorporado esta pauta a su día a día. Conviene precisar que no ofrece resultados milagrosos y que no es para todo el mundo, pero, si se sigue correctamente, los beneficios pueden ser notables.

Tal y como explica Leila Touil Satour, enfermera, pedagoga y profesora de ciclos formativos sanitarios en la Generalitat de Cataluña, muchas personas recurren a este método con el objetivo de perder peso, pero en algunos casos esto puede incrementar la angustia y el estrés.

Supervisión de un profesional

“Además, no todos los cuerpos reaccionan igual ante esta estrategia: si hace años que se han probado múltiples dietas sin éxito, iniciar un ayuno sin supervisión profesional puede acabar generando más frustración”, alerta Touil en el blog de la Universitat Oberta de Catalunya (UOC).

Una persona almuerza / FREEPIK
Una persona almuerza / FREEPIK

Esta experta explica que la modalidad más común de ayuno intermitente es la de 16/8, que consiste en una restricción alimentaria durante 16 horas, seguida de un periodo de 8 horas para la ingesta de alimentos. De este modo, a las 12-24 horas y dependiendo de la actividad física efectuada, el cuerpo “emplea las reservas de glucógeno y utiliza las grasas como fuente de energía eficiente para los músculos y el cerebro, reduciendo los niveles de glucosa en sangre y disminuyendo las ganas de comer”.

Beneficios del ayuno intermitente

Los principales beneficios que se pueden obtener con el ayuno intermitente, expone Touil, “están vinculados a disminuir la inflamación y el daño oxidativo, además de optimizar la protección celular y el metabolismo energético”.

De hecho, en investigaciones con animales se ha observado que puede ayudar a prevenir enfermedades cardíacas, neurodegenerativas, diabetes y cáncer. Asimismo, el ayuno contribuye a disminuir la obesidad, la hipertensión, la artritis y el asma, propiciando cambios relevantes en las vías metabólicas y los procesos celulares: contribuye a eliminar células deformadas o envejecidas del organismo.

Una persona que padece asma / FREEPIK - stefamerpik
Una persona que padece asma / FREEPIK - stefamerpik

Riesgos si no se practica bien

Por el contrario, si no se practica correctamente, alerta Touil, puede provocar “pérdida de masa muscular, recuperación del peso, fatiga crónica, dolor de cabeza, sensación de frío, estreñimiento, halitosis, falta de concentración, irritabilidad, malestar emocional e hiperfagia intensa”.

Esta experta subraya la importancia de hacerse una analítica sanguínea previa para valorar la viabilidad del ayuno. Las personas que no cuentan con un diagnóstico previo  “a menudo no calculan la cantidad de kilocalorías exactas que requieren en la ventana de las 8 horas y acaban no nutriéndose adecuadamente, además de desarrollar problemáticas secundarias al déficit calórico no controlado”.

Mujeres y deportistas

Además, “si una mujer realiza un ayuno en la fase antes de la regla o durante la regla, la progesterona no se segregará debidamente”. En la misma línea, los deportistas deben tener especial cuidado: pueden desarrollar síndrome de la deficiencia energética, lo que a su vez está estrechamente relacionado con la osteoporosis y las fracturas.

Un deportista cansado / FREEPIK
Un deportista cansado / FREEPIK

“El ayuno intermitente no es para todo el mundo, concretamente es peligroso en personas con infrapeso, personas con problemáticas graves de desnutrición, niños, adolescentes, mujeres en periodo de lactancia, personas que están bajo tratamiento farmacológico, personas diabéticas de tipo I, personas con trastornos alimentarios, con hipertiroidismo no controlado, pacientes oncológicos, con demencia, insuficiencia cerebrovascular, renal y/o hepática”, enumera la experta en el citado blog.

Consejos importantes

Por último, Touil aconseja mantener una buena hidratación, no saltarse comidas, comer de manera equilibrada, realizar actividad física suave o moderada, descansar de forma adecuada, aparcar las pantallas y tratar de reducir el estrés. 

En conclusión, tal y como afirma la nutricionista de Policlínica Gipuzkoa Eider Sánchez, “el ayuno intermitente no es mágico ni milagroso, sino una estrategia nutricional más”.