Sí, sabemos lo que llevas pensando desde hace un par de semanas querido consumidor alérgico: “Que deje el tiempo ya de moverse en este vaivén de lluvias y sol, que me muero con el Kleenex en la mano”.
Lamentamos decirte que hasta la temporada estival probablemente esto va a seguir así, puesto que la primavera es una época de subida y bajada de temperaturas forzosamente intercaladas con precipitaciones y días soleados que favorecen la proliferación de plantas y flores.
Qué comer para aliviar los síntomas de la alergia: Cuida tu cuerpo desde dentro
Y con este florecimiento de los parques y campos sabemos que también ha llegado la época de las dichosas alergias. Ojos llorosos, estornudos en cadena, picazón y una sensación de malestar generalizada que se convierten en compañeros no deseados de todo el mes de mayo. Pero… ¿Sabías que la clave para mantener a raya esos molestos síntomas podría estar en tu intestino?
Más allá de ser el encargado de la digestión, el intestino alberga cerca del 70% del sistema inmunológico. Esto lo convierte en una pieza clave para prevenir o reducir la intensidad de las reacciones alérgicas. Un intestino sano refuerza tus defensas naturales y mantiene en equilibrio la producción de histamina, la molécula que dispara muchos de los síntomas clásicos de las alergias.
Mima tu microbiota: El papel oculto del intestino en las defensas
Para mantener el intestino fuerte y resiliente frente a los alérgenos, es fundamental cuidar su barrera mucosa y alimentar adecuadamente la microbiota. ¿Cómo hacerlo? Apostando por una dieta rica en alimentos fermentados con probióticos naturales, como el kéfir o el chucrut, que nutren las bacterias beneficiosas y refuerzan la inmunidad desde dentro.
También conviene dar un descanso al hígado, el gran depurador del cuerpo, cuya sobrecarga puede agravar los síntomas alérgicos. Evita sobre estimularlo con sustancias irritantes como el café, el alcohol, el azúcar refinado, el gluten o los lácteos, que pueden inflamar la mucosa intestinal y desestabilizar las defensas.
Histamina: la gran protagonista de las alergias
La histamina es la sustancia que nuestro cuerpo libera cuando detecta una amenaza —aunque a veces esa amenaza sea solo un polen inocente— te sonará precisamente porque las pastillas que te receta el médico cuando ya no puedes más de síntomas se llaman precisamente antihistamínicos.
Guía rápida de alimentos y alergias | |
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Alimentos recomendados | Alimentos a evitar |
Frutas: Manzana, pera, kiwi, plátano, melón, sandía, uvas Verduras: Zanahoria, calabaza, espinaca, acelga, brócoli Otros: Avena, arroz integral, té verde, ajo, cebolla Vitaminas: C (cítricos, brócoli), E (semillas, frutos secos), ácido fólico (legumbres, verdes de hoja) |
Lácteos: Leche de vaca, quesos curados Fermentados: Vino, cerveza, encurtidos Procesados: Embutidos crudos, alimentos con gluten Otros: Frutillas, tomate, chocolate, mariscos, soja, huevo, frutos secos, mantequilla de cacahuete |
A decir verdad, lo que ocurre en tu cuerpo es que con este exceso de histamina tu cuerpo se inflama de todas las maneras posibles: ojos irritados, congestión nasal, lagrimeo y picazón. Algunos alimentos aumentan su producción o impiden que se degrade correctamente.
¿Qué deberías evitar si eres propenso a las alergias?
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Quesos curados, cerveza, vino y alimentos fermentados.
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Verduras como las berenjenas o tomates.
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Embutidos crudos y carnes procesadas.
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Frutas como frutillas y cítricos muy ácidos.
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Chocolate y alcohol en general.
Alimentos que tu sistema inmunológico va a agradecer si tienes alergia
Afortunadamente, también existen alimentos que actúan como antihistamínicos naturales, calman la inflamación y ayudan a tu cuerpo a mantenerse equilibrado durante la temporada alérgica.
1. Frutas y verduras antioxidantes
Ricas en vitamina C, estas joyas naturales ayudan a reducir la respuesta inflamatoria. Kiwi, brócoli, espinacas, zapallo italiano y naranja son tus aliados. También lo son frutas como la manzana, plátano, pera, higos, uvas, mango, melón y sandía.
2. Quercetina: el flavonoide estrella
Este potente antioxidante está presente en alimentos como la cebolla, las cerezas, la avena y las peras. La cebolla cruda, en particular, tiene una notable acción antihistamínica y también ayuda al hígado a eliminar toxinas.
3. Ajo: más que un condimento
Crudo y machacado, el ajo libera compuestos sulfurosos que ayudan a modular la respuesta inflamatoria del sistema inmune. Dos dientes al día bastan para beneficiarte de su efecto protector.
4. Verduras de hoja verde y legumbres
Ricas en ácido fólico, ayudan a mantener el sistema inmunológico en forma. Incluye espinaca, lechuga, acelga, rúcula, lentejas, garbanzos y habas en tu dieta semanal.
5. Té verde
Gracias a sus catequinas, combate el estrés oxidativo y regula la inflamación. Una taza al día puede marcar la diferencia.
Otros alimentos hipoalergénicos: Más seguros y nutritivos
Para quienes tienen alta sensibilidad, conviene priorizar alimentos naturalmente hipoalergénicos como:
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Frutas: manzana, pera, plátano.
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Verduras: calabaza, zanahoria, batata.
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Cereales: arroz integral y avena, suaves para el intestino.
Los grandes villanos de tu primavera: Qué hacer si tienes alergia
La FDA ha identificado ocho alimentos que concentran la mayoría de las reacciones alérgicas: leche de vaca, huevo, pescado, mariscos, frutos secos, maní, trigo y soja. Si ya tienes antecedentes de alergias, reducir o eliminar su consumo puede ayudarte a pasar la primavera con menos molestias.
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Lee siempre las etiquetas de los productos: los alérgenos pueden esconderse en los ingredientes menos esperados.
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Mantén tu hogar libre de alérgenos: limpia con frecuencia, ventila bien y, si puedes, invierte en un purificador de aire con filtro HEPA.
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Hidratación constante: el agua ayuda a eliminar toxinas y a mantener mucosas en buen estado.
- Consulta con un profesional: antes de hacer cambios drásticos en tu alimentación, asegúrate de contar con el asesoramiento de un especialista.
Combatir las alergias primaverales no es solo cuestión de antihistamínicos. Una dieta bien pensada, rica en alimentos naturales y baja en irritantes, puede marcar la diferencia entre una estación vivida con bienestar o una sufrida entre pañuelos. Cuida tu intestino, escucha a tu cuerpo y prepara tu sistema inmunológico para florecer contigo esta primavera.