“A Leroy Merlin no vuelvo a comprar ni un tornillo”
Un cliente espera más de dos meses para recibir un reembolso tras un error en el envío por parte de la cadena francesa de bricolaje

El 27 de abril, más de dos meses después de realizar una compra online, Harryson Saldarriaga recibió por fin el reembolso de los 561 euros que pagó a Leroy Merlin por una pérgola que nunca llegó.
Hasta ese momento, no había recibido una sola llamada de la empresa, ninguna explicación más allá de frases protocolarias por teléfono, ni rastro de la compensación por el error. Solo silencio y demoras. Saldarriaga vive en una isla canaria sin tienda física de la cadena francesa de bricolaje. “Se aprovechan de eso”, afirma con voz firme a este medio. “A Leroy Merlin no vuelvo a comprar ni un tornillo”, sentencia.
En lugar de una pérgola, un toldo
La historia comenzó el 10 de febrero, cuando Saldarriaga hizo su pedido a través de la tienda online de Leroy Merlin. Necesitaba una pérgola para celebrar el cumpleaños de su hijo, que cumplía dos años el 1 de abril.

La previsión de entrega entre el 10 y el 15 de marzo encajaba con sus planes. Pero lo que llegó a su casa no fue la pérgola, sino un toldo. Y con él, comenzaron las excusas.
Leroy Merlin se desmarca del problema
Desde Leroy Merlin, según relata Saldarriaga, le explicaron que el error fue del transportista, pero en ningún momento la empresa asumió responsabilidad directa ni mostró señales de una atención proactiva. “Lo peor es que ni una llamada me hicieron para decirme qué estaba pasando. Se aprovecharon de que vivo en una isla, donde no hay tienda física de Leroy Merlin”, recalca el cliente.
De acuerdo con su relato, el proceso de resolver el error estuvo marcado por largas horas de espera al teléfono y una incesante necesidad de insistir para obtener respuestas. Durante ese tiempo, Saldarriaga mantuvo la esperanza de que la situación se resolvería, pero, a medida que pasaban los días y la fecha de cumpleaños se acercaba, la ansiedad fue tomando fuerza. “Yo decía, mira, ya no me vale de nada, quiero el reembolso de mi dinero”, recuerda.
Solicitud de reembolso
Al solicitar el reembolso, desde la empresa aseguraron a Saldarriaga que recibiría su dinero en un plazo de 15 días. Sin embargo, los días pasaron, las semanas se acumulaban, y la comunicación con Leroy Merlin seguía siendo escasa y vaga.
La situación alcanzó su punto álgido cuando, a finales de marzo, Saldarriaga ya había esperado más de un mes sin recibir ni el producto ni el reembolso. “Llevo un mes y no tengo ni mi dinero ni el producto”, se quejaba en ese momento. Finalmente, el 27 de abril, después de más de dos meses de gestiones y frustraciones, recibió el reembolso de los 561 euros que había pagado por la pérgola. “Sin compensación. Simplemente lo que pagué, eso fue lo que me devolvieron”, explica con desdén.
Sin respuesta de Leroy Merlin
Consumidor Global ha solicitado una declaración a Leroy Merlin sobre el caso. Hasta la fecha de cierre de este reportaje, la empresa no ha respondido.
Esta historia no es solo la de un error de envío o un reembolso tardío. Es la historia de un cliente que, en su frustración, ha decidido tomar las riendas de su experiencia de compra, enfrentándose a la realidad de algunas grandes empresas: el usuario no es más que un número en un sistema automatizado.