¿Qué pasa con Correos? La empresa pública, en pérdidas millonarias, recibe miles de críticas y quejas por parte de sus clientes y consumidores.
Algunos se quejan de que las entregas van tarde y de que ahora hay que pagar las etiquetas de los paquetes. "No les basta con hacernos perder cientos de euros en paquetes perdidos y reenviados por nuestra cuenta, que también nos toca poner dinero para imprimir pegatinas", señala uno, de los muchos, afectados.
La crisis de Correos también la sufren los carteros y repartidores
Y la crisis de Correos no se ve, ni se vive, mejor desde dentro. Consumidor Global ha hablado con un par de repartidores de la compañía. Los carteros que llevan más tiempo se quejan de un cambio en la dirección que les supone asumir áreas mayores y más pedidos, pero con el mismo personal.
“Se están perdiendo muchos contratos con grandes empresas porque no podemos ofrecer un buen servicio, ya que falta plantilla”.
Gancho de los ciberdelincuentes
Por si todo esto fuera poco, Correos también es un gancho fácil para los ciberdelincuentes. Dada la popularidad de la compañía, los cibercriminales aprovechan para enviar de forma masiva una estafa a través del email haciéndose pasar por la compañía pública.
En el correo electrónico se le solicita al usuario el pago con tarjeta de 1,79 euros para poder recibir un supuesto pedido o paquete pendiente. Pero nada de eso es cierto.
Más de 5.000 plazas nuevas
Consciente de las quejas y la necesidad de más personal, Correos ha abierto una convocatoria para ampliar la plantilla en 5.377 personas. Aunque esta cifra puede parecer, a priori, elevada, la Central Sindical Independiente y de Funcionarios (CSIF) consideran que Correos debería crear al menos 10.000 plazas adicionales.
Los sindicatos recuerdan que en los últimos años se ha destruido uno de cada tres puestos de trabajo en esta compañía. ¿Mejorará todo este personal la eficacia de Correos? Es cuestión de tiempo.