Nos perdemos por Libros Mutantes, la feria más efervescente del sector editorial

La Casa Encendida acoge más de 80 proyectos de todo el mundo que abrazan tanto la irreverencia de la cultura pop cristalizada en fanzines como los agudos ensayos de Caja Negra

Una vista de la feria Libros Mutantes / LA CASA ENCENDIDA
Una vista de la feria Libros Mutantes / LA CASA ENCENDIDA

Si alguien piensa que el sector editorial está anquilosado, que es un espacio estrecho refractario a las innovaciones, ensimismado y con el foco puesto permanentemente en autores consagrados de cierta edad que repiten una y otra vez fórmulas conocidas, en La Casa Encendida de Madrid tiene ahora una oportunidad impagable de cambiar de opinión. 

Esta institución de la Fundación Montemadrid acoge del 25 al 27 de abril Libros Mutantes Madrid Art Book Fair, la feria editorial independiente que congrega a la escena editorial internacional “más creativa e iconoclasta”: más de 80 proyectos diversos que reúnen a editores, artistas y diseñadores. Hay ensayos, libros de fotografías, libros de artista, fanzines, prints, camisetas, postales y hasta pegatinas que componen una pléyade de propuestas modernas, frescas, irónicas, reivindicativas y muy libres.

Un proyecto de más de 10 años

El proyecto empezó hace más de una década como algo muy amateur, cuenta el comisario, Ricardo Juárez, a este medio. “Al principio nos juntábamos en estudios, galerías de arte, hicimos una especie de asociación de vecinos con un circuito entre locales… Y en 2012 entramos al patio de La Casa Encendida”.

Dos personas observan publicaciones / LA CASA ENCENDIDA
Dos personas observan publicaciones / LA CASA ENCENDIDA

Las semillas de creatividad radical sembradas dieron sus frutos y año tras año fueron “invadiendo las salas, la terraza, comenzamos a hacer conferencias invitando a editoriales que nos gustaban y que queríamos que estuvieran presentes en la feria… Y se ha ido consolidando como una feria internacional. Ahora esas editoriales a las que pedíamos que vinieran nos llaman porque venir por su propio pie y La Casa Encendida se nos queda un poco pequeña”, asegura Juárez, un agitador que mantiene colaboraciones con diseñadores, comisarios, fotógrafos, desarrolladores, educadores e instituciones.

Público y publicaciones

A la pregunta de qué sorprendería más a una persona que desconociese el carácter de la feria y entrase al espacio de forma fortuita, Juárez responde que “igual el público y la gente que se va a encontrar”. No es una contestación baladí: hay mucho moderneo y una estética muy determinada, de jóvenes tatuados con tote bag e inquietudes creativas que tanto leen a Roland Barthes como se estudian al dedillo cada mes la programación de la Filmoteca y la Cineteca.

Varias publicaciones / LA CASA ENCENDIDA
Varias publicaciones / LA CASA ENCENDIDA

Pero la mayoría no muerden. El comisario ríe, y tras la broma, apunta que lo más diferencial es el tipo de publicaciones presente, “que igual no es a lo que está habituado el público mayoritario, y quizá no siempre se llega a entender mucho. No es una feria de literatura al uso”. Este espíritu híbrido y a la vez afilado imbuye, por ejemplo, los artefactos de Realmente Bravo, un dúo creativo de Elche centrado en el diseño gráfico y la dirección de arte; o los de Britney Press, una editorial independiente fundada en 2018 que publica “zines y libros de dibujo”.

De Mark Fisher a Belén Esteban

El visitante se puede encontrar desde un cartel que glosa a los animales que tienen comportamientos homosexuales o un fanzine en el que aparece una imagen de Belén Esteban ataviada a lo saudita (IA, suponemos) en el que se recuerda su célebre “Ni que fuera yo Bin Laden” hasta las interesantísimas reflexiones del escritor, filósofo y crítico cultural británico Mark Fisher publicadas por Caja Negra. Esta mezcolanza prueba que Libros Mutantes es desenfadada y plural, pero desde luego no renuncia a la profundidad intelectual ni a la sofisticación estética.

Un expositor en la feria / CG
Un expositor en la feria / CG

“Comprar libros compulsivamente es comprar la ilusión de tener algún día tiempo de leerlos”, se lee en el stand de Ediciones Comisura. Red Now. Overthik later, se aconseja en otro. Un poco más allá, ya en la sala B, Beatriz Gómez vende sus “instrucciones para preservar una buena amistad”, un delicado fanzine que consta de un pliego doblado y viene con un lazo en mohair 100%. Cuesta menos de 10 euros. Por 15, uno puede aprender mucho con el álbum ilustrado Nunca es tarde para dejar de ser impuntual, de Nahia Iglesias, "una guía en el límite del absurdo, una historia irónica y circular para las personas que tienen una percepción optimista del tiempo".

Pasar a la acción

El lema de esta edición es “pasar a la acción frente al scroll infinito de la pantalla”, lo que supone una llamada a poner el foco “en lo tangible y lo táctil, lo sólido y lo intelectual, lo sensual y lo perceptible”.  “Una de las cosas que más me gustan de la feria es esa efervescencia que recoge la voluntad de hacer cosas de mucha gente. Es una llamada a hacer, pero no a hacer por hacer. Este año hemos recibido más de 300 propuestas, y en la selección se ve que casi el 40% de los expositores son propuestas nuevas, que no habían venido antes”, explica Juárez.

Asia tiene un espacio destacado en esta edición, que recupera la sección Atlas dedicada a descubrir la escena editorial independiente de otros países. Atlas:Taipéi aborda la producción editorial independiente de la ciudad asiática, y está comisariada por Taipei Art Book Fair & TPadd assoc., con la colaboración de Acción Cultural Española AC/E.

Pensamiento crítico

Puede que el medio no siempre sea el mensaje, pero sí es cierto que la forma en la que se dice importa en lo que se dice. Así, el sábado 26 se celebrará un encuentro en el que, a través de la tipografía experimental, la representación cultural y el activismo estético, los ponentes explorarán “cómo el diseño puede ser un vehículo para la identidad, la emoción y el pensamiento crítico”.

Una imagen de la feria / CG
Una imagen de la feria / CG

La feria brinda, en definitiva, un mapa: una serie de nombres que apuntar y de pistas que seguir para explorar el vastísimo territorio de la edición independiente y del arte impreso contemporáneo. Dinámico y accesible, pero dúctil. Colorido y alejado de lo solemne, pero no del compromiso. Mutante.