¿Ligar en gallego o euskera? Tinder lo pone fácil introduciendo nuevas lenguas en su 'app' de citas

Tinder incorpora el gallego y el euskera: la app de citas amplía su alcance global y apuesta por la inclusión lingüística para aquellos que buscan sumar autenticidad

 Tinder lo pone fácil introduciendo nuevas lenguas en su 'app' de citas/ Montaje Consumidor Global
Tinder lo pone fácil introduciendo nuevas lenguas en su 'app' de citas/ Montaje Consumidor Global

“Con más de 55 mil millones de matches hasta la fecha, tenemos mucha experiencia conectando a gente soltera online. Algunas páginas, como Meetic o eDarling, están pensadas para relaciones serias. Pero en la app de Tinder preferimos ofrecerte una buena experiencia y un sinfín de posibilidades, busques lo que busques”, comienzan explicando desde la app de citas en la interfaz de su página web.

¿Y qué mejor forma de brindarle al usuario una experiencia más completa que proporcionarle un entorno completamente cómodo? La pluralidad de lenguas es una realidad en España. Hay mucha gente que se siente más cómoda —o realmente a gusto— hablando en la lengua que ha escuchado siempre en casa o con la que se ha criado. 

Tinder habla en gallego y vasco: el amor ahora también se escribe en todas las lenguas

Esto le pasa concretamente a los hablantes del euskera o el gallego. Muchos de ellos echaban de menos poder tener su lengua en la apps de citas, máxime cuando la localización está enfocada a encontrar a personas del entorno cercano (con un rango de km muy acotado), de modo que así se favorece este tipo de diálogos fuera del castellano.

Tinder ya está disponible para ligar en euskera y gellego/ CEDIDA
Tinder ya está disponible para ligar en euskera y gellego/ CEDIDA

El idioma del amor acaba de volverse un poco más diverso. En total, la app de citas más popular del planeta, Tinder, acaba de sumar once nuevos idiomas a su plataforma, y entre ellos se encuentran dos muy nuestros: el gallego y el euskera. Con esta actualización, la compañía refuerza su compromiso con la inclusión y la diversidad cultural, permitiendo que más personas puedan conectar —y enamorarse— en su lengua materna.

El amor no tiene fronteras (ni idioma)

Presente en más de 190 países, Tinder ya se puede utilizar en 60 idiomas diferentes. A partir de ahora, además del gallego y el euskera, los usuarios podrán navegar en albanés, azerí, bosnio, birmano, georgiano, jemer, lao, macedonio y suajili. Un movimiento que, más allá de lo simbólico, demuestra que la tecnología también puede ser una herramienta para preservar la identidad cultural y acercar a las personas desde el respeto a sus raíces.

El idioma es profundamente personal: moldea cómo nos expresamos y cómo conectamos con los demás”, explica Kenny Mayo Imery, Senior Manager de Globalización y Crecimiento Internacional de Tinder. “Al sumar el euskera, ayudamos a que más usuarios vivan la experiencia de las citas de una manera auténtica y en su propia voz”, añade.

Una actualización con acento local

Desde ahora, Tinder está disponible en todas las lenguas cooficiales del Estado: gallego, catalán y euskera. Esto significa que podrás configurar tu perfil, chatear y deslizar hacia la derecha en el idioma que elijas. “Zure begiek zoratzen naute” (“Tus ojos me vuelven loca”) o “Busco unha relación seria” pueden convertirse en las frases que den inicio a una historia de amor moderna, con sabor local.

El movimiento también llega en un momento clave: según el Instituto Galego de Estatística, el castellano ha superado por primera vez al gallego como lengua mayoritaria en la comunidad. En este contexto, la iniciativa de Tinder contribuye, de manera sutil pero significativa, a mantener vivas las lenguas cooficiales entre las generaciones jóvenes, el público que más usa la aplicación.

El nuevo amor consciente

Más allá del idioma, la conversación sobre cómo vivimos el amor está cambiando. En un mundo donde el “match” es instantáneo, los expertos recuerdan la importancia de la responsabilidad emocional. La psicóloga Lara Ferreiro lo resume con tres pilares esenciales para disfrutar de una cita sana y equilibrada: autoestima, límites y responsabilidad.

Una persona sostiene su móvil, que tiene la app de Tinder abierta / TINDER
Una persona sostiene su móvil, que tiene la app de Tinder abierta / TINDER

“La autoestima es la base que te permite amar y ser amado. Los límites marcan lo que vas a tolerar y lo que no. Y la responsabilidad tiene que ver con cuidar al otro tanto como te cuidas a ti mismo”, señala la especialista. Porque, aunque las apps de citas hayan cambiado la forma de conocernos, los valores siguen siendo los mismos. El respeto, la empatía y la autenticidad son, ahora más que nunca, las nuevas reglas del juego.

Del match al vínculo real

Atrás quedó la idea de que ligar por Internet es algo superficial o pasajero. Tras la pandemia, muchas personas redescubrieron el valor de las conexiones profundas y buscan hacer equipo con una persona que reconozcan de carne y hueso, real y cercana, por mucho que haya salido de la esfera virtual. “La mayoría de la gente busca amar y ser amada”, explica Ferreiro. “Vivimos una revolución emocional: las relaciones rápidas y vacías dejaron de tener sentido, y ahora valoramos las conexiones de verdad, las que suman”.

Lara Ferreiro, psicóloga de Tinder / Montaje CG
Lara Ferreiro, psicóloga de Tinder / Montaje CG

En este sentido, Tinder evoluciona hacia un modelo de citas más consciente, en el que el idioma, la autenticidad y la inclusión se entrelazan. No se trata solo de deslizar y encontrar a alguien, sino de crear vínculos con intención, desconectarse del móvil por un momento, mirar a la otra persona y escucharla.

Amor, diversidad y autenticidad

Con esta ampliación lingüística, Tinder no solo facilita las conexiones, sino que también reivindica la importancia de sentirse representado. Poder expresarte en tu propio idioma —ese con el que creciste, el que usas para bromear, soñar o confesar— es una forma de empoderamiento.

En un mundo hiperconectado, donde el amor puede nacer a golpe de pantalla, Tinder demuestra que la inclusión también pasa por las palabras. Porque al final, más allá del “match”, todos buscamos lo mismo: una historia que nos haga sentir vistos, entendidos y, por supuesto, amados.