JM Llobet, director de la escuela de fotografía más antigua de España: "No nos pueden dejar tirados"

El Institut d’Estudis Fotogràfics de Catalunya (IEFC) afronta un periodo crucial de su medio siglo de historia, tras el anuncio de la Diputación de Barcelona de expulsarlos del recinto de la Escola Industrial

Una de las salas de la escuela de fotografía más antigua de España / IEFC
Una de las salas de la escuela de fotografía más antigua de España / IEFC

La nota de desahucio llegó hace unos meses. De forma inesperada. Sin previo aviso. A ultranza. “Les echamos”. Así, sin más. Después de toda una vida en la casa que lo vio nacer. Allí donde Miquel Galmes fundó la escuela de fotografía más antigua de España

El Institut d'Estudis Fotogràfics de Catalunya (IEFC) afronta lo que queda de 2025 y el venidero 2026 enmarcado en la incertidumbre. La Diputación de Barcelona, que desde 1972 ha apoyado a esta asociación cultural sin ánimo de lucro y con voluntad de servicio público, amenaza ahora con expulsarla del recinto de la Escola Industrial. De su casa. Sin embargo, Josep Maria de Llobet, director del IEFC, se muestra relativamente optimista. Hablamos con él.

La entrada al Institut d'Estudis Fotogràfics de Catalunya / CEDIDA
La entrada al Institut d'Estudis Fotogràfics de Catalunya / CEDIDA

--¿Por qué se creó el Institut d’Estudis Fotogràfics de Catalunya (IEFC)?

--Básicamente, nace por la necesidad de crear una escuela. Tenemos que situarnos en la época histórica de la Transición. Veníamos de una dictadura en la que se daba un carné para poder ejercer de fotógrafo, y Miquel Galmes, la persona que fundó el Institut, lo hizo porque estaba en el entorno, conocía bien el entresijo de la metodología para llegar a ser fotógrafo, y entendió que se necesitaba una formación mucho mayor. Pero tenía una visión global de la fotografía, y el IEFC nace con la vocación de ir mucho más allá de una escuela.

--Hoy es mucho más que una escuela…

--Tenemos una institución que es única en toda Europa, porque aglutina todas las vertientes de la fotografía. Responde a la formación, pero también a la difusión, con actividades culturales como las que ahora organizamos estos días en el Arts Santa Mónica. También tenemos un departamento documental, que se visibiliza con una biblioteca de acceso público que cuenta con 6.000 volúmenes y un archivo fotográfico con más de 400.000 negativos enfocados al siglo XIX y a la primera mitad del XX. 

Una persona conserva fotografías / IEFC
Una persona conserva fotografías / IEFC

--Allí se han formado diferentes generaciones de fotógrafos, como los reconocidos Sandra Balsells o Edu Ponces… ¿Cuán importante es la formación en 2025?

--Es fundamental. Ahora más que nunca. Las escuelas de fotografía se tienen que transformar. Vivimos un cambio de paradigma en el que la tecnología permite a muchas personas considerarse a sí mismos como fotógrafos, pero el tema no es solo que puedas tener un dispositivo digital con el que hacer fotografías técnicamente correctas. Las escuelas te enseñan a mirar, a explicar historias con fotografías. Va mucho más allá de lo que puedas aprender mirando cuatro videos en YouTube. Hace unos años, el fotógrafo profesional básicamente lo que hacía era publicar, y eso le distinguía del aficionado. 

--Con las redes sociales ha cambiado todo…

--Hoy en día, todos publicamos. Comunicamos utilizando la imagen. Por lo tanto, el concepto de fotógrafo queda en entredicho. Lo que también es cierto es que hay un analfabetismo general en cuanto al uso de la imagen. Todo el mundo usa imágenes, todo el mundo lee la realidad a través de la imagen, pero nadie nos enseña a escribir y leer con imágenes. Y ahí las escuelas tenemos un papel fundamental.

--Dicen que ustedes preservan uno de los fondos fotográficos más importantes de Europa… 

--El IEFC ha recopilado y acogido fondos de diversos fotógrafos, fotografía histórica sobre todo. Hablamos, por ejemplo, de Fototipia Thomas, que agrupa las postales de la España de una época. Tenemos todo el paisaje de nuestro país en un solo fondo.

Una persona restaura una fotografía / IEFC
Una persona restaura una fotografía / IEFC

--¿De qué fotoperiodistas hablamos?

--Hablamos de Roisin o Merletti, entre otros, que capturaron momentos históricos. Seguramente, uno de los más significativos es el de los juicios de Ferrer y Guardia, tras la Semana Trágica de Barcelona, porque es un momento culminante en la historia de Catalunya. Y, más allá del archivo, Galmes hizo una colección de material fotográfico impresionante que nunca se ha visibilizado, pero podemos decir que, a través de cámaras, estudios, laboratorios, etcétera, se podría hacer un museo de la historia de la fotografía. De hecho, estamos trabajando en una exposición futura.

--De los más de 400.000 negativos que custodian, ¿con cuál se quedaría?

--Por la importancia histórica, con el negativo que explica el juicio de Ferrer i Guardia. Probablemente sea el negativo más valioso que tenemos.

--¿Qué importancia tiene su archivo para la memoria visual de Barcelona?

--Si, por los motivos que sea, el archivo del Institut se perdiese, sería una pérdida audiovisual irreparable para la historia de nuestra ciudad y nuestro país, cosa que espero que no suceda. Soy optimista.

--Desde 1972, el Institut siempre ha estado dentro del recinto de l’Escola Industrial, pero ahora les quieren echar. ¿La Diputación de Barcelona no se muestra dialogante?

--En principio, hace unos meses, el mensaje que se nos trasladó fue que nos teníamos que ir por las obras, que no contaban con nosotros de cara al futuro, pero últimamente hemos retomado las conversaciones con la Diputación y ha habido un cambio de actitud. Estamos hablando y eso es bueno. Hay una cierta voluntad de ayudar a nuestra institución a seguir realizando su actividad, que es una función social que no podríamos hacer solo con las matrículas de la escuela. Necesitamos el apoyo institucional. Nosotros hemos cumplido nuestra parte de promocionar la fotografía catalana y española por todo el país, y en Europa, también. Conservamos y digitalizamos un archivo imprescindible. Formamos a través del archivo, y lo hemos hecho gracias a la Diputación, que nos ha cedido unos espacios, pero eso genera una responsabilidad compartida. La Diputación ha cumplido durante muchos años y ahora no nos puede dejar tirados. Y también hay otras instituciones que podrían colaborar y arrimar el hombro.

--¿Cuál será la fotografía del Institut d'Estudis Fotogràfics de Catalunya dentro de cinco años?

--Dentro de cinco años las obras de la Escola industrial no habrán terminado aún. Mientras tanto, imagino al Institut en un lugar que cumpla las condiciones necesarias. En diez años, lo ideal sería volver a la Escola Industrial. El Institut nació de la mano de la Diputación, y eso es un motivo para seguir en ese espacio de la renovada Escola Industrial. Por eso me imagino volviendo y aportando mucho más. Llenar el recinto de material fotográfico y cultural, colaborando con las administraciones para potenciar todas las posibilidades que tenemos en el Institut. Con la complicidad de las instituciones se podría ir mucho más lejos. Y como soñar está permitido, yo sueño con eso.