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Oriol Massó, librero: "Abrí la Re-Read gracias a 'El Manifiesto Comunista'"

Entrevistamos al dueño de la nueva Re-read del barrio de Sant Andreu, en Barcelona, para conocer el día a día de su librería de segunda mano

Teo Camino

Oriol Massó sentado en el piano de su librería Re-Read en el barrio de Sant Andreu de Barcelona / CEDIDA

Entrar en una librería, echar un vistazo a la sección de poesía, abrir un libro de Cernuda por una página cualquiera, leer un verso: “Si muero sin conocerte, no muero, porque no he vivido”. Buscar en balde lo último de Maggie O’Farrell, pero toparse con un cuento de García Márquez cuya existencia desconocías: Un señor muy viejo con unas alas enormes. Pasar por caja, acompañado del poeta sevillano y el gran novelista latinoamericano, pagar 6 euros y entregarse al viaje, a la aventura, a la lectura.

Ese es el plan. Así todas las tardes. En el mismo centro neurálgico del barrio de Sant Andreu de Barcelona. En la calle Gran de Sant Andreu número 292. Allí donde Oriol Massó tiene su librería Re-read. Aquí es donde se cruzan nuestros caminos. Nuestras palabras.

--A principios de año abrió una Re-Read en Sant Andreu. ¿Cómo le ha recibido el barrio?

--Superbien. La verdad es que no conocía el barrio y ha sido todo un hallazgo. Yo soy de Gràcia, y Sant Andreu es como la Gràcia de hace 30 años. Tiene esencia de pueblo y los vecinos están muy agradecidos. Es una gozada a diario.

Personas mirando libros en la Re-Read de Sant Andreu / CEDIDA

--¿Por qué decidió abrir una tienda de libros de segunda mano?

--Tuve un negocio propio hace muchos años vinculado con el Palau de la Música, pero con el expolio de Millet y la crisis de 2008 tuvimos que cerrar. ¿Por qué una Re-Read? Yo era cliente y el inicio fue un poco novelesco. Gracias a El Manifiesto Comunista, de Marx y Engels, abrí la Re-Read. Lo estaba buscand y, me dijeron que lo tenían en dos Re-Read, pero cuando fui ya no estaban.

--Habían volado de las estanterías...

--Así es. Esto me alertó de que la cosa funcionaba. '¿Cuánta gente rara se pone a leer a Marx en el siglo XXI para que vuele de las estanterías tan rápido?', pensé. De camino a la moto hice cuatro números, me puse en contacto con ellos y vi que era una salida viable. Fue así de radical. La gente lee mucho

--¿Cuántas vidas tienen los libros?

--Muchas. En la librería, como mínimo, dos. Eso seguro. Pero mucha gente que acaba de comprar un libro lo lee y luego te lo vuelven a dar. Así le sacas el jugo a un libro, que tiene mucho trabajo detrás.

--Las librerías de viejo van cerrando, pero las Re-Read no paran de abrir…

--Yo era cliente de las típicas librerías de viejo, pero Re-Read lo que hace es un paso adelante. Recuerdo que en las librerías de segunda mano generalmente reinaba el desorden, no eran muy limpias y tenían montañas de libros. La gracia de Re-Read es enaltecer el libro de segunda mano y dignificarlo. Colocarlo como si fuera una librería de nuevo. Todos nuestros libros están limpios y desinfectados. Si tienen un pequeño arañazo, lo arreglamos. Esta es la clave.

--Y el precio de un libro a 4 euros, dos a 6 euros y cinco a 12 euros también es clave, ¿no?

--El precio también, claro, pero las librerías de viejo también tenían libros a precios competitivos. El precio es importante, pero la diferencia está en la forma de presentarlos. Recuerdo algunas librerías que vendían a peso...

--La mayoría han ido desapareciendo...

--Me parece que sí. Bueno, aquí hay hoteles que abren y compran libros a metros. 'Tres metros y medio de libros' o '100 libros amarillos'. A mí aún no me ha pasado, pero dicen que sucede.

--¿Cuántos libros vendéis un día cualquiera?

--Entre 100 y 150 al día, más o menos. Pero va a temporadas. Sant Jordi fue una auténtica pasada, y ahora, en verano, no sé qué pasará. Abrimos todo el mes de agosto. 

 

--Nicolás Weber, cofundador de Re-Read, aseguraba en una reciente entrevista con Metrópoli Abierta que cada cliente se lleva 2,5 libros de media…

--Sí, más o menos es algo así. También ofrecemos tres libros a 9 euros. Lo normal es que la gente se lleve dos, tres o cinco libros.

--Weber también explicaba que la geolocalización y el tejido social y comercial que hay alrededor de la librería genera o marca, hasta cierto punto, el fondo de armario de cada Re-Read. ¿Qué le traen los andreuencs?

--Es un barrio romántico. Bastante romántico. Les gusta mucho la ciencia ficción y el género policíaco, pero me ha sorprendido el tema del libro romántico. Vienen muchas chicas jóvenes y señoras en busca del género chick lit. Aunque también salen muchos libros de filosofía, clásicos universales y de crecimiento personal. Y luego literatura infantil, porque hay muchos colegios cerca. 

--¿Qué joyas se pueden encontrar en su Re-Read?

--Hay algunos autores que nunca fallan. Joël Dicker está muy de moda. Y luego desde la Rodoreda, pasando por García Lorca, Posteguillo o Mikel Santiago, hasta los clásicos, como García Márquez, Dostoyevski o Tolstoi. Y también sale bastante ensayo.

--Cuando llega una novela de García Márquez, ¿cuánto suele durar en las estanterías?

--Lo que vuela en este momento son las novelas de Maggie O’Farrell, Murakami, Mikel Santiago y Posteguillo. No duran ni una hora. 

--Maggie O’Farrell publica en Asteroide, ¿no?

--Exacto, Libros del Asteroide tira mucho. Hay gente que se lleva libros de Acantilado, Alba o Asteroide sin mirar el título casi. Salen al instante. Con Anagrama y Taschen también sucede. Hay libros de Taschen que valen 70 u 80 euros nuevos, pero en Re-Read todos valen lo mismo.

--¿Los libros de arte valen lo mismo que una novela de Posteguillo?

--Sí, sí. Encuentras auténticas joyas y es una gozada poder regalarlo por 2 o 3 euros.

--Re-Read ya es uno de los grupos de librerías con más ventas de España… Tiene 58 librerías repartidas en 41 ciudades, pero diez de ellas están en Barcelona. ¿El barrio de Sant Andreu necesitaba una Re-Read?

--Está en auge, sí. Ha cogido fuerte. Diez librerías en una ciudad como Barcelona son bastantes librerías. La mía es la última apertura de la ciudad, y es porque en Sant Andreu había una zona muy grande sin ninguna, pero en Badalona abrió otra un par de meses después. Y en París y Lisboa, también. C omo te decía, la gente lee mucho.

--Mejor una Re-Read que un Vivari, ¿no?

--Bueno, parece que sí. Vivaris hay muchos, muchos más que diez. Poner un libro a estos precios impulsa a la gente a comprarlo. Es estupendo. Me han sorprendido las ganas de leer que hay. Tanto la gente mayor como los jóvenes vienen con una pasión desmesurada. Hay clientes que vienen tres y cuatro veces por semana. Es increíble.

--Así surge la relación librero-lector…

--Acabas conociendo a las personas y se crea un ambiente muy agradable. Es un agradecimiento mutuo. 

--El lector es una fuente de conocimiento…

--Estoy descubriendo libros increíbles que me recomiendan los clientes. He descubierto a Vila-Matas, que me parece una locura de escritor. Philippe Delerm es otro de esos grandes descubrimientos que no conocería si no fuera por los vecinos de Sant Andreu. 

--Ahora que de todo esto hace 12 años, desde que la primera Re-Read abrió en la calle Rosellón, ¿cómo se ve dentro de un lustro?

--Irá a más. La mía, en concreto, acaba de empezar, y con todo el engranaje en marcha irá a mejor. A la nuestra le falta darse a conocer. Hay recorrido. Y las ganas de leer, aunque haya vientos lúgubres que digan lo contrario, nos darán la razón. En la actualidad se venden más libros que nunca.