A 85 kilómetros al oeste de Esmirna, Çeşme se alza en un promontorio de aguas transparentes y brisas constantes. Este destino costero es célebre por sus playas de arena dorada, su arquitectura histórica, como el castillo otomano del siglo XVI y el caravansarái restaurado, y su vibrante casco antiguo, donde calles adoquinadas, casas de piedra y buganvillas crean una estampa irresistible.
Cerca, el pueblo de Alaçat emerge como un refugio bohemio con molinos icónicos, cafés con encanto y un aire artesanal. Sus playas poco profundas y el viento constante lo han convertido en una de las capitales mundiales del windsurf, especialmente auspicioso para principiantes. Desde su origen griego y romano, pasando por épocas persa, bizantina y otomana, hasta su actual resplandor internacional, Çeşme encarna siglos de cruce cultural y sofisticación costera.
Reabre uno de los resorts más idílicos del mar Egeo
Tras nueve meses de renovación total, uno de los resorts más emblemáticos del mar Egeo ha reabierto este verano. El Radisson Blu Resort & Spa, construido en 2009 y situado en primera línea de playa, ha empezado a recibir huéspedes de nuevo desde el 3 de julio. Se trata de un hotel completamente transformado.
Todos los espacios han vivido una profunda actualización: desde habitaciones y baños, hasta zonas comunes, fachadas, restaurantes y bares. Cada detalle ha sido ajustado a los estándares “Brilliant Basics” del operador hotelero, con camas premium, aislamiento acústico, modernos sistemas de baño, entretenimiento inteligente y un largo etcétera.
Un oasis de tranquilidad
La sostenibilidad ha guiado cada intervención. Por ello, se han empleado materiales ecológicos, tecnología avanzada y jardines exteriores rediseñados, siguiendo criterios ambientales, para una experiencia más armónica con el entorno.
Se ha reforzado también la seguridad y la tranquilidad con sistemas contra incendios certificados, nuevos paneles acústicos en habitaciones y áreas comunes.
Una experiencia gastronómica frente al mar
La oferta culinaria se reconstruyó para satisfacer los sentidos y rescatar los sabores del Egeo. Cada mañana, el restaurante Element, principal espacio gastronómico del hotel, sirve un buffet de desayuno delicado, con propuestas locales e internacionales, bañado de luz natural. Para momentos más informales, el Citrus Lobby Bar despliega cafés, tés, zumos naturales, repostería y cócteles de autor.
Durante el verano, el Sands Beach Bar permite degustar almuerzos o cenas junto al mar, mientras que el Aqua Pool Bar ofrece snacks y bebidas ligeras junto a la piscina, bajo el sol del Egeo. El spa y centro de bienestar son ahora un santuario de más de 3.500 metros cuadrados, con piscinas interiores y exteriores rediseñadas, zonas termales, gimnasio de última generación y salas de tratamiento destinadas al rejuvenecimiento y el cuidado personal en un entorno costero.
Un escenario ideal para celebrar la vida
El complejo se perfila también como escenario perfecto para eventos frente al mar. Ofrece un salón divisible de 585 metros cuadrados, siete salas de reuniones (entre 81 y 100 metros cuadrados) y encantadores espacios al aire libre, aptos para bodas, eventos corporativos y celebraciones memorables.
Este rincón del Egeo tiene propuestas para todos los perfiles: para familias, las aguas someras de Ilica son un paraíso seguro para que los niños jueguen y naden con tranquilidad. Para aventureros, Alaçat sigue siendo referencia mundial para el windsurf y el kitesurf, con condiciones perfectas y escuelas especializadas.