Ya lo adelantaron Elon Musk y Bill Gates en sus distintos discursos en actos públicos: la inteligencia artificial va a suponer un cambio total en la economía global a largo plazo y hasta en la forma de entender el trabajo, puesto que en unos años muchos empleos quedarán sustituidos por las máquinas.
No es de extrañar que la IA ya haya comenzado a ocupar un lugar privilegiado a la hora de resolver las preguntas diarias más básicas, puesto que también ha conseguido colonizar los recetarios de las cocinas de todo el mundo, desde hogares hasta restaurantes de alta categoría. ¿A qué me refiero? Muy sencillo, hoy, basta con escribir los ingredientes que tienes disponibles en la nevera en una herramienta como ChatGPT para recibir propuestas de recetas personalizadas si no tienes absolutamente ni idea de qué hacerte para comer.
Esta herramienta tan práctica que nos permite valernos de la tecnología en la tranquilidad de nuestro hogar, ofrece la posibilidad de crear desde platos sencillos para principiantes hasta elaboraciones más complejas para quienes buscan una cocina gourmet. Y si no que se lo digan a los cocineros profesionales que están recurriendo a la IA para salir de bloqueos creativos y diseñar platos sorprendentes para sus comensales.
Sabor personalizado: restaurantes con menús diseñados por IA
En lugares como Dubai, el uso de la IA casi para todos ya ha dado lugar a innovaciones sorprendentes. La cadena Dodo Pizza, por ejemplo, ha creado un sistema basado en inteligencia artificial capaz de generar más de 30 millones de combinaciones de sabores distintos. Los clientes pueden elegir entre 35 ingredientes para armar su pizza ideal.
En España también hay ejemplos destacados. El restaurante Azurmendi en Vizcaya, liderado por el chef Eneko Atxa, ha colaborado con el físico y experto en IA Eneko Axpe para crear menús innovadores. En Valencia, el restaurante Bacai utiliza IA para estudiar las preferencias de los comensales y ofrecer experiencias gastronómicas completamente personalizadas.
La IA: ¿Nueva aliada culinaria en casa y restaurantes?
La inteligencia artificial también se está incorporando en cadenas de comida rápida. McDonald’s, por ejemplo, ha instalado quioscos digitales que utilizan IA para recomendar productos adicionales según el historial y gustos del cliente, logrando una experiencia más personalizada y eficiente.
Durante el evento Madrid Fusión Alimentos de España, Eneko Atxa y Eneko Axpe abordaron los problemas actuales del menú del día y cómo la IA puede ser parte de la solución. Según los expertos, esta tecnología puede optimizar la oferta diaria para que sea rentable tanto para el restaurante como accesible para el cliente. Eneko Atxa así lo explica:
¿Tecnología o talento humano? En la cocina, no se trata de elegir un bando. La inteligencia artificial llegó para sumar, no para reemplazar
Delicia.AI: la plataforma que potencia la creatividad
Aunque la IA puede facilitar la creación de recetas, los chefs coinciden en que no reemplazará el toque humano. La sensibilidad, el gusto y la intuición del cocinero siguen siendo claves. Sin embargo, como herramienta de apoyo puede ser valiosa, sobre todo en momentos de bloqueo creativo.
Atxa y Axpe han presentado Delicia.ai, una herramienta que sugiere platos y precios en función de parámetros como coste, tiempo de elaboración, tipo de cocina y número de comensales. El objetivo es encontrar un equilibrio entre rentabilidad y satisfacción del cliente. Como concluye Axpe: "Para ver el futuro de la IA en la gastronomía no hace falta ser vidente, sino paciente".
Cómo hacer el menú del día perfecto: una tradición con años de historia en manos de ChatGPT
Los menús como fórmula organizada de alimentación no son nuevos. Según explican Atxa y Axpe, ya existían en la antigua Babilonia y Egipto, aunque fue en la Francia del siglo XVIII donde comenzaron a parecerse más a lo que hoy conocemos. El menú del día, tal como lo concebimos, se consolidó en los años 60 con la expansión del turismo masivo.
A pesar de su historia, el menú del día enfrenta desafíos importantes: la caída del poder adquisitivo tras la crisis de 2008, el auge del teletrabajo y el cambio en los hábitos alimenticios, como comer frente al ordenador o mientras se camina. Atxa alerta de una "americanización" de nuestra cultura gastronómica, o lo que es lo mismo una tendencia a comer tipo fast food que podría poner en riesgo esta tradición tan arraigada. No nos extraña en absoluto que, ante una situación así, los chefs estén intentando reinventarse.