La apuesta tecnológica de Bill Gates que cambiará el mundo: "Quiero que todo el mundo tenga acceso"
La innovación tecnológica desempeña un rol clave a la hora de ampliar el alcance de las soluciones, impulsar transformaciones estructurales reales y promover una sociedad más inclusiva, algo que sabe perfectamente Bill Gates dado sus nuevos planes

Pocos nombres tienen tanto peso en el mundo de la tecnología como el de Bill Gates. No solo por su fama de ser uno de los hombres más ricos del planeta gracias a la tecnología, si no por tener ganas de invertir parte de su fortuna en que esta llegue a todos los rincones del mundo.
Aunque hace tiempo que dejó las riendas de Microsoft, su legado sigue más presente que nunca, no solo por lo que construyó, sino por lo que hoy impulsa: un nuevo enfoque donde la innovación tecnológica se convierte en piedra angular, pues no solo mejora productos, sino también vidas y el planeta.
Bill Gates y su visión de futuro: tecnología al servicio del cambio global
Cabe destacar cómo Bill Gates ha centrado su energía y su fortuna —valorada en más de 100.000 millones de dólares— en un objetivo ambicioso: devolver al mundo parte de lo que él ha recibido. Su plan es claro: donar prácticamente toda su riqueza a causas que aborden los grandes desafíos globales, como es el de llevar la tecnología a las personas más aisladas y desfavorecidas.
Una de las noticias que ha escandalizado lo mismo que ha levantado aplausos es la firme decisión de que apenas un 1% de su fortuna es lo que dejará en herencia para sus tres hijos en testamento. Su compromiso va más allá de una decisión económica, es una declaración de principios.
Un futuro impulsado por la tecnología… para todos
Durante la presentación de su libro Source Code: My Beginnings, Gates lo dejó claro: quiere que la tecnología llegue a todos los rincones del planeta. Su trayectoria ya dejó huella democratizando la informática, pero ahora su mirada está puesta en cómo la tecnología —especialmente la inteligencia artificial— puede cerrar brechas estructurales, reducir la pobreza y ampliar el acceso a la educación, la sanidad y los recursos básicos.
Para él, herramientas como la IA no son una amenaza, sino una oportunidad. Claro que no ignora sus riesgos: “Es el recurso más potente que hemos tenido hasta ahora, pero también el más delicado si no se utiliza con responsabilidad”. Por eso, apuesta por desarrollos centrados en resolver necesidades reales, como sistemas educativos adaptativos o soluciones agrícolas sostenibles, especialmente en regiones vulnerables.
Ejemplos que ya están cambiando el mundo
Gates no es el único que cree que la tecnología puede (y debe) generar impacto social. En eventos como el Impact Forum y los Impact Awards, organizados por la Fundación Ship2B en Barcelona, se han presentado proyectos reales que lo demuestran. Uno de ellos es Kowry Energy, una iniciativa que trabaja en África Subsahariana para crear infraestructuras energéticas sostenibles y así mejorar la vida de comunidades que aún hoy en día no tienen acceso estable a la electricidad.
Estas acciones muestran cómo la tecnología puede ser una herramienta de transformación real cuando se pone al servicio del bien común y no solo de la eficiencia o el beneficio económico.
La automatización y el trabajo: una revolución en ciernes
Más allá de los grandes proyectos globales, Gates también reflexiona sobre cómo la inteligencia artificial transformará el día a día en nuestras sociedades. En una entrevista reciente con The Indian Express, compartió una visión poco convencional sobre el trabajo en el futuro: “No estamos hechos para trabajar. El trabajo es una construcción derivada de la escasez”. Según él, históricamente las personas trabajaron para sobrevivir —cazando, cultivando, intercambiando bienes—, y hoy lo hacemos para cubrir nuestras necesidades básicas y, con suerte, disfrutar de un poco de ocio.
Con la llegada de la IA y la automatización, Gates prevé un futuro donde las máquinas se encarguen de gran parte de las tareas actuales, permitiendo a las personas disponer de más tiempo libre. ¿Su pronóstico? Una jornada laboral de solo dos días por semana podría no estar tan lejos. Algo que suena tan bonito como utópico si tenemos en cuenta que la IA amenaza con destruir numerosos puestos de trabajo de personas que necesitan cobrar un sueldo por una jornada de 40 horas, no un salario acorde al desempeño de apenas dos días.
Bill Gates explica por qué no deberíamos tener miedo a la IA
Eso sí, advierte que el mayor desafío no será desarrollar la tecnología necesaria para automatizar el trabajo, sino redefinir nuestra relación con él. “Lo difícil será cambiar nuestra mentalidad: entender que no necesitamos estar ocupados todo el tiempo para tener valor.”
La visión de Bill Gates va más allá de lo empresarial. En un momento en que la tecnología avanza a velocidades vertiginosas, su mensaje resuena como un recordatorio poderoso: el progreso no sirve de nada si no mejora vidas. Democratizar el acceso a la innovación, invertir en soluciones éticas y repensar nuestro modelo de vida laboral podría ser, según Gates, el verdadero salto evolutivo que la humanidad necesita.