No lo sabías: este es el descubrimiento médico sobre la donación de sangre que necesitas conocer
Recientes descubrimientos sobre la donación han puesto en relieve nuevas características genéticas que están presentes en las personas que acuden frecuentemente a donar sangre

La donación de sangre siempre ha sido reconocida como un acto altruista que salva vidas en situaciones críticas. Sin embargo, recientes estudios del Instituto Francis Crick de Londres sugieren que este gesto generoso también puede desencadenar beneficios para la salud del propio donante. A continuación, exploramos los hallazgos de esta investigación, sus implicaciones y el futuro de la medicina preventiva.

El estudio, publicado en la revista Blood, analizó datos de dos grupos de hombres sanos de entre 60 y 72 años. Un grupo, formado por 217 donantes frecuentes (más de 100 donaciones), fue comparado con otro grupo de 212 hombres que habían donado en menos de 10 ocasiones. Aunque ambos grupos presentaron niveles similares de mutaciones en las células madre de la sangre, el tipo de mutación predominante difería notablemente.
Cambios genéticos en los donantes frecuentes
A medida que envejecemos, nuestras células madre acumulan mutaciones, dando origen a grupos celulares llamados clones. La mayoría de estos clones son inofensivos, pero algunos pueden aumentar el riesgo de desarrollar cánceres sanguíneos, como la leucemia.

Los hallazgos indican que los donantes frecuentes muestran un patrón de mutaciones que favorece la regeneración y producción de glóbulos rojos, alejándose del patrón que presentaban la gente que nunca había donado o lo había hecho en contadas ocasiones que presentaban otro tipo de mutaciones que podrían predisponer al cáncer.
¿Qué le ocurre a tu organismo cuando donas sangre?
La donación de sangre induce un leve estrés en el organismo. Este proceso de “pérdida controlada” obliga al cuerpo a reponer los glóbulos rojos rápidamente, activando la liberación de eritropoyetina (EPO), una hormona esencial para la producción de nuevas células sanguíneas.
Según Héctor Huerga Encabo, uno de los autores del estudio, la exposición continua a altos niveles de EPO, como ocurre en los donantes frecuentes, puede aumentar la probabilidad de desarrollar mutaciones genéticas que potencian la regeneración de su sangre, teniéndola “rejuvenecida” por decirlo de algún modo.
Donación de sangre: ¿Altruísmo o garantía de salud?
Por otro lado, las personas que no donan sangre y que experimentan episodios repetidos de infecciones podrían favorecer la aparición de mutaciones que incrementen el riesgo de formar clones asociados a la leucemia.
Este contraste resalta la importancia del estímulo regenerativo inducido por la donación frecuente, ya no solo desde el punto de vista de ayudar a otros desde un punto altruista, es que al parecer podría actuar de manera protectora al mejorar la eficiencia del sistema sanguíneo.
¿Qué dice la ciencia sobre ello?
Para validar estos resultados, el equipo de investigación llevó a cabo experimentos en laboratorio. Inyectaron células madre sanguíneas humanas, obtenidas de donantes frecuentes, en ratones y observaron que estas células demostraron una notable eficiencia en la producción de glóbulos rojos. Este hallazgo sugiere que el “pequeño estrés” provocado por la donación regular entrena al sistema hematopoyético, permitiéndole regenerarse de forma más efectiva y, por ende, beneficiando al donante.

La experimentación en animales respalda la hipótesis de que este proceso regenerativo puede ser fundamental para prevenir el desarrollo de ciertos tipos de cáncer sanguíneo. Si bien se requieren más estudios, estos resultados ofrecen una perspectiva alentadora sobre la capacidad del organismo para adaptarse y fortalecerse ante estímulos controlados.
Implicaciones para la salud y la medicina preventiva
Estos descubrimientos cambian la visión tradicional de la donación de sangre. Lo que se consideraba únicamente un acto altruista se revela ahora como un proceso que puede desencadenar beneficios biológicos significativos. La donación frecuente no solo ayuda a salvar vidas en situaciones de emergencia, sino que también podría optimizar el funcionamiento del sistema hematopoyético, mejorando la producción de glóbulos rojos y reduciendo el riesgo de desarrollar ciertos cánceres.
Expertos como la hematóloga Julia Montoro del Hospital Val d’Hebron destacan la importancia de comprender cómo se desarrollan los clones celulares. Si bien las mutaciones son parte natural del envejecimiento y en su mayoría no tienen repercusiones, entender los procesos que las favorecen es crucial para la prevención y el tratamiento de enfermedades hematológicas. La evidencia actual sugiere que la exposición al estímulo regenerativo, ya sea a través de la donación o la menstruación, podría actuar de forma protectora en el sistema sanguíneo.