Confirmado por expertos, la rutina que rescata tu pelo después del verano: "Hacer un reset capilar"
La rutina capilar posverano de Helena Rodero ofrece consejos para reparar, nutrir y devolver el brillo a tu melena sin cortar
Septiembre es sinónimo de comienzos, nuevos proyectos, vuelta a la rutina, looks de entretiempo… y un reencuentro inevitable con el espejo.
Tras el verano, nuestro cabello suele contarnos otra historia: mechones más secos, puntas abiertas y un brillo que parece haberse evaporado. La buena noticia es que no hay que recurrir a un corte drástico para solucionarlo. La farmacéutica y especialista en salud capilar Helena Rodero tiene la solución y la ha desvelado en la revista Woman: “La clave no es cortar, sino reconstruir”.
El diagnóstico posvacaciones
El verano deja momentos inolvidables, pero también una factura en forma de cabello dañado. Los rayos UV deterioran la queratina, las largas jornadas de playa eliminan las ceramidas naturales que protegen la fibra, y el cloro de la piscina altera el equilibrio lipídico del pelo. El resultado es una melena más porosa, apagada y frágil.
A todo esto se suma un fenómeno que muchas personas temen: la caída estacional de septiembre. Este proceso es totalmente normal y se debe a que el ciclo capilar se sincroniza con los cambios de luz y temperatura. No se trata de una caída definitiva, pero sí de una señal clara de que el cabello necesita cuidados intensivos para recuperar fuerza y vitalidad.
Paso 1: resetear desde la raíz
Helena Rodero insiste en que “un pelo bonito nace de un cuero cabelludo sano”. Muchas veces nos obsesionamos con aplicar mascarillas y aceites de medios a puntas, olvidando que la verdadera base de una melena fuerte está en la raíz.

El primer paso consiste en resetear el cuero cabelludo con exfoliantes suaves que eliminen células muertas, restos de productos y exceso de sebo. A continuación, conviene optar por champús respetuosos que limpien sin agredir. Entre los ingredientes que más ayudan destacan:
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Probióticos, que equilibran la microbiota capilar.
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Centella asiática, con propiedades calmantes y reparadoras.
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Cafeína, que estimula la microcirculación y ayuda a frenar la caída.
Con esta base limpia y equilibrada, el cabello está preparado para recibir el resto de tratamientos y aprovecharlos al máximo.
Paso 2: reconstruir la fibra
Cuando el pelo está debilitado, lo último que necesita es un corte radical. Lo que realmente funciona es un plan reparador en fases. Rodero propone un protocolo en tres pasos:
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Recuperar la estructura con activos como la queratina, el colágeno y las ceramidas. Estos ingredientes rellenan los huecos de la fibra y devuelven consistencia.
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Nutrir sin apelmazar con aceites ligeros, como el de macadamia o jojoba, que suavizan y aportan elasticidad sin dejar sensación grasa.
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Proteger y sellar con fórmulas ricas en miel, que retienen la hidratación y devuelven al cabello su brillo natural.
La clave está en la constancia: usar productos de reparación intensiva de forma regular puede marcar la diferencia entre un pelo quebradizo y una melena visiblemente más fuerte.
Paso 3: mimos diarios que suman
Los pequeños gestos cotidianos son los que realmente transforman el cabello a largo plazo. Rodero recomienda no tener miedo a lavar el pelo con frecuencia, siempre que se alternen champús suaves con fórmulas más purificantes. También aconseja aplicar tratamientos prelavado con acondicionadores o mascarillas, que ayudan a proteger la fibra antes de la limpieza.

En cuanto al secado, lo ideal es usar el secador a temperatura media y mantenerlo a cierta distancia para evitar el daño por calor. Después, es importante sellar la hidratación con productos sin aclarado -sérums, sprays o cremas- que actúan como barrera frente a la contaminación, la fricción y los cambios de temperatura.
Paso 4: belleza desde dentro
El pelo no solo refleja lo que hacemos en el exterior, también es un espejo de nuestros hábitos diarios. Dormir poco, vivir con estrés o alimentarse de manera desequilibrada repercute directamente en la salud capilar.
Por eso, Helena Rodero recomienda una estrategia de cuidado global:
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Apostar por una dieta equilibrada, rica en proteínas (fundamentales para la queratina), frutas y verduras.
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Gestionar el estrés con rutinas de descanso y técnicas de relajación.
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En algunos casos, recurrir a complementos nutricionales que estimulen la producción de colágeno y fortalezcan el cabello desde la raíz.
De esta manera, la melena recupera vitalidad no solo de forma superficial, sino desde el interior.
Tips extra para devolverle el 'glow' a tu melena
Además de las rutinas básicas, hay gestos sencillos que marcan la diferencia:
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Mascarilla hidratante una vez por semana.
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Corte ligero de puntas, solo si están muy abiertas.
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Protección solar capilar, incluso después del verano.
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Menos calor: reducir planchas y secadores, siempre con protector térmico.
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Masajes capilares para estimular la circulación y favorecer un crecimiento sano.
Con este plan, el cabello no solo se recupera del desgaste veraniego, también gana fuerza, brillo y suavidad de cara a los próximos meses. La rutina capilar de Helena Rodero demuestra que no se trata de renunciar al largo ni de aceptar el pelo apagado como un mal inevitable, sino de reconstruir, nutrir y cuidar de manera inteligente. Así, el espejo de septiembre no será un enemigo, sino el reflejo de una melena sana y radiante.



