Ni yoga ni café, la rutina matutina de Orlando Bloom para cuidarse: "Rezar, desayunar y jugar"

La sorprendente rutina de bienestar y alimentación saludable del actor Orlando Bloom tras su transformación para su última película 'The Cut'

Orlando Bloom / Intagram
Orlando Bloom / Intagram

En Hollywood no es extraño que los actores se sometan a transformaciones físicas radicales para encarnar a sus personajes. Orlando Bloom es uno de los últimos en sumarse a esa lista. Para el rodaje de la película The Cut, perdió más de 13 kilos en apenas tres meses con una disciplina tan estricta que, según confesó, lo llevó al límite. La ruptura sentimental con su mujer Katy Perry también ayudó a que el apetito fluctuase.

Una dieta extrema a base de pepino y atún

El actor, conocido por su participación en Piratas del Caribe y El Señor de los Anillos, describió la experiencia como “desgarradora”. Durante las últimas semanas antes del rodaje llegó a seguir una dieta prácticamente reducida a atún y pepino. Eso sí, la dieta fue supervisada por el nutricionista Philip Goglia, el mismo que asesoró a Christian Bale en su momento para su papel en El Maquinista (2004), cuando confesó haber perdido 27 kilos alimentándose con latas de atún y manzanas.

El propio Bloom admite que estuvo al borde de la extenuación: el hambre crónica le provocó insomnio, paranoia y pensamientos intrusivos sobre comida. Al terminar el rodaje, la recuperación tampoco fue tan sencilla como sentarse a la mesa a comer. Tuvo que forzarse a comer, puesto que tenía el estómago cerrado de forma crónica, para recuperar el peso perdido, algo que le generó desajustes físicos y hormonales. Este proceso extremo sirve de recordatorio: la salud no puede ponerse en juego, ni siquiera por un papel.

El regreso al equilibrio: sus rituales de bienestar

Tras esa experiencia, Orlando Bloom ha compartido cómo cultiva su bienestar en la vida cotidiana cuando puede permitirse “volver a él”, lejos de dietas extremas y desgaste físico. En entrevistas con The Times y The Guardian, ha revelado detalles de su rutina, marcada por la espiritualidad, la alimentación consciente y pequeños hábitos que le ayudan a mantener los pies en la tierra: “Solo necesito rezar, desayunar y jugar”, confesaba de lo más orgulloso.

El actor asegura dormir unas ocho horas por noche y despertar alrededor de las 6:30. Lo primero que hace es revisar la calidad de su descanso con un reloj inteligente y dedicar tiempo a su hija Daisy, a quien repite con cariño frases que refuerzan el vínculo entre ellos desde primera hora de la mañana.

Una persona practicando una meditación budista con un cuenco tibetano/ CANVA
Una persona practicando una meditación budista con un cuenco tibetano/ CANVA

Después dedica unos 20 minutos a la meditación y a los cantos budistas, una práctica que adoptó en la adolescencia y que hoy considera esencial para su equilibrio mental. Bloom define su Gohonzon, un pergamino budista con el que reza, como uno de sus bienes más preciados.

Desayunos 'plant-based' y energía natural

Lejos del móvil y de las redes sociales, Bloom prefiere empezar el día sin distracciones digitales. Sus desayunos reflejan su interés por una alimentación más vegetal. Comienza con un batido de “polvos verdes” mezclados con aceite MCT, colágeno y proteína en polvo. Más tarde, ya avanzada la mañana, disfruta de una bebida densa, tipo papilla, preparada con leche de avellana, canela, vainilla, vayas de goji y frutas deshidratadas, como arándanos, coco o mango, acompañada de un té.

Una persona pica verdura / PEXELS
Una persona pica verdura / PEXELS

Aunque no es completamente vegano, afirma que su dieta está basada en vegetales y que limita la carne roja a una vez al mes. “A veces veo una vaca y pienso que es uno de los seres más hermosos del planeta”, ha comentado en varias entrevistas, como ejemplo de la sensibilidad con la que aborda su alimentación.

Una bebida con elche de avellana y vayas de goji/ CANVA
Una bebida con elche de avellana y vayas de goji/ CANVA

Bienestar más allá de la pantalla: entre el rigor y el autocuidado

Cuando no está rodando ni atendiendo compromisos profesionales, Bloom encuentra placer en actividades simples. Una de sus favoritas es jugar con Lego, una afición que retomó durante la pandemia y que describe como un modo de liberar la mente mientras construye coches y figuras. Para él, esta práctica tiene un valor terapéutico: crear con las manos le da sensación de logro y calma.

El contraste entre la preparación extrema para su último papel y la rutina que sigue en su vida diaria refleja dos caras muy diferentes de Orlando Bloom. Si bien el cine a veces lo lleva a someterse a exigencias físicas extremas, en su vida personal prioriza el descanso, la alimentación consciente, la espiritualidad y las pequeñas actividades que nutren su bienestar emocional.

Su historia es un recordatorio de que, más allá de los retos profesionales, la verdadera transformación está en encontrar prácticas sostenibles que cuiden cuerpo y mente.