Adiós a los excesos: los 11 alimentos termogénicos que has de consumir si quieres recuperar la línea
Alimentos termogénicos: qué comer para acelerar tu metabolismo y quemar más calorías

Muchos somos los que estamos de vuelta a la rutina, con más ganas de perder los kilos ganados que de volver al trabajo —dicho sea de paso—, y con ello empiezan las búsquedas de las dietas o alimentos que consigan facilitarnos el mal trago de haber ganado peso.
Lo primero que has de saber es que, si hay algo que de verdad sienta bien al cuerpo, es el hecho de desprenderse de la culpa al ingerir ciertos alimentos. Que sí que es verdad que hay alimentos más calóricos que otros, pero lo cierto es que la virtud está en la moderación. Si aun así sigues pensando que necesitas una ayuda extra a la hora de quemar grasa… en Consumidor Global te contamos qué alimentos te van a venir genial como chute extra.

Cada vez que comemos, nuestro organismo pone en marcha un proceso que requiere energía: digerir, absorber y metabolizar los nutrientes. Ese gasto energético provoca un ligero aumento de la temperatura corporal, fenómeno que se conoce como termogénesis. Todos los alimentos lo generan en mayor o menor medida, pero hay algunos que destacan porque obligan al cuerpo a esforzarse más, quemando así un extra de calorías.
¿Qué son exactamente los alimentos termogénicos?
Los alimentos termogénicos son aquellos que, por sus compuestos activos, estimulan el sistema nervioso y aceleran el metabolismo basal. Esto significa que incluso en reposo, el organismo sigue gastando más energía de lo habitual. Además, varios de ellos favorecen la oxidación de grasas, es decir, el uso de las reservas adiposas como combustible.
En resumen, incluir este tipo de ingredientes en la dieta no solo ayuda a mantener un gasto energético más alto, sino que también puede influir en la composición corporal y en la salud metabólica en general.
Los alimentos con mayor efecto termogénico: Ingredientes ayudan a tu metabolismo a trabajar más
Aunque todos los alimentos tienen cierto impacto en el gasto energético (alrededor de un 10 % del total de calorías consumidas se destinan a procesarlos), algunos requieren mucho más trabajo digestivo y ofrecen beneficios añadidos. Estos son los más destacados:
1. Pimienta cayena
Gracias a la capsaicina, responsable de su sabor picante, la pimienta de cayena estimula el sistema nervioso, incrementa la temperatura corporal y eleva el gasto calórico. Además, diversos estudios apuntan a que puede ayudar a controlar el apetito.
2. Jengibre
Esta raíz milenaria contiene gingerol y shogaol, dos compuestos bioactivos que favorecen la quema de grasas y aumentan el gasto energético. Como extra, tiene propiedades antiinflamatorias y antioxidantes que refuerzan la salud general.

3. Té verde
Sus catequinas y su contenido en cafeína actúan en conjunto para acelerar la termogénesis y potenciar la oxidación de grasas. Se suele recomendar tomar hasta tres tazas al día, lo que además contribuye a mejorar la salud cardiovascular y cerebral. Pablo Ojeda, experto en nutrición, nos recomienda bebernos una taza después de cada comida principal: “Puedes tomar hasta 3 tazas de té verde al día, acelera tu metabolismo y quema grasas”.

4. Café
El clásico café de la mañana es una fuente natural de cafeína. Esta sustancia estimula el sistema nervioso central, mejora el rendimiento físico y aumenta el gasto energético al elevar la producción de calor en el organismo.

5. Canela
La especia que nunca falta en la despensa también tiene efecto termogénico. Su cinamaldehído ayuda a estabilizar la glucosa en sangre y estimula la quema de grasa. Añadirla al café o al yogur es una manera sencilla de incorporarla a la dieta. El nutricionista Pablo Ojeda lo tiene claro: "Estabiliza los niveles de glucosa en sangre y aumenta la quema de grasa. Así que añádela, por ejemplo, en el café", recomienda.

6. Vinagre de manzana
Contiene ácido acético, un compuesto que favorece el metabolismo de las grasas y puede contribuir a reducir el apetito. También apoya la digestión, lo que lo convierte en un buen aliado para ensaladas y aderezos. Una cucharada en ayudas es ideal para favorecer la pérdida de peso.
7. Ajo
El ajo aporta alicina, un compuesto con acción antioxidante y antiinflamatoria que además estimula la termogénesis. Su versatilidad en la cocina lo convierte en un ingrediente muy fácil de aprovechar.

8. Cúrcuma
La curcumina presente en esta especia favorece tanto la oxidación de grasas como el metabolismo en general. Sumado a sus propiedades antiinflamatorias, la cúrcuma es perfecta para platos de carne, pescado o verduras.

9. Proteínas magras
Pollo, pavo, pescado o legumbres: todos ellos requieren un gran esfuerzo digestivo. Este “efecto térmico” de las proteínas no solo aumenta el gasto calórico, sino que también resulta clave para mantener la masa muscular.

10. Agua fría
Aunque no es un alimento como tal, beber agua fría obliga al cuerpo a gastar energía para calentarla hasta la temperatura corporal. Además, una buena hidratación es esencial para que el metabolismo funcione correctamente.
11. Pimientos picantes
Al igual que la cayena, los chiles y otros pimientos picantes deben su acción termogénica a la capsaicina. Añadir un toque picante a los platos puede ser una manera sencilla de aumentar el gasto calórico.
Cómo incluirlos en tu día a día
La clave está en combinarlos de manera práctica dentro de una alimentación equilibrada:
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En el desayuno: Un batido de proteínas con jengibre y canela, acompañado de té verde o café.
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A la hora de comer: Una ensalada con pollo a la plancha, espinacas y aderezo de vinagre de manzana. Puedes darle un toque de cayena para potenciar el efecto.
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En la cena: Pescado al horno marinado con ajo y cúrcuma, acompañado de verduras asadas.
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Durante el día: Beber suficiente agua, preferiblemente fría o con rodajas de limón y pepino para un extra refrescante.
Una ayuda, no una solución mágica
Los alimentos termogénicos pueden ser un gran apoyo para mejorar el metabolismo y favorecer la quema de grasas. Sin embargo, por sí solos no hacen milagros.
Su verdadero potencial se alcanza dentro de una dieta equilibrada, acompañada de actividad física regular y hábitos saludables. Y no lo olvides: antes de hacer cambios importantes en la alimentación, siempre conviene consultar con un profesional de la salud.