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Fernando Gómez, referente del residuo cero: "Vivir sin plástico es imposible"

El coautor del libro 'Vivir sin plástico' explica su experiencia sobre cómo intenta dejar la menor huella posible en el planeta y practica el consumo sostenible

Fernando Gómez Soria, referente del residuo cero, con su bolsa de la compra / VIVIR SIN PLÁSTICO
Fernando Gómez Soria, referente del residuo cero, con su bolsa de la compra / VIVIR SIN PLÁSTICO

Vivimos rodeados de plástico. El cepillo de dientes, el envase del jamón cocido, el táper para el trabajo, las bolsas de la compra… Pero hay otra forma de vivir. En el caso de Fernando Gómez Soria, todo empezó como un juego. Hace cinco años, al ver la gran cantidad de residuos que generaban él y su pareja, Patricia Reina, decidieron que querían una vida libre de plástico. Parecía una misión imposible, pero poco a poco, semana a semana, redujeron sus desechos a la mínima expresión. Y así hasta eliminar el 99 % de ellos e inspirar a miles de personas.

En 2019 publicaron Vivir sin plástico. Consejos, experiencias e ideas para darle un respiro al planeta (Editorial Zenith), un libro en el que narran su experiencia y ofrecen maneras de lo más creativas para evitar el mal uso de este material que supone un grave peligro para el medioambiente. Gómez Soria expone a Consumidor Global sus claves a la hora de practicar un consumo más sostenible.

  • ¿Se puede vivir sin plástico?

“Es posible vivir sin plástico desechable, aunque tengo un móvil que tiene partes de plástico. Vivir sin plástico es imposible. Está en todos lados. Es un material maravilloso, pero el problema está en el uso, o mejor dicho, en el abuso del mismo”.

  • ¿Cómo hemos llegado a crear una isla de basura en el Océano Pacífico que tiene tres veces el tamaño de Francia?

“Por la sociedad de consumo actual, que no piensa en nada más que en el beneficio económico. Durante la II Guerra Mundial empezaron a fabricar mucho con plástico. Las fábricas quisieron seguir con esta forma de producción en los años 50 e introdujeron este material poco a poco en la sociedad. Al principio no desechábamos los cubiertos y platos que eran de un sólo uso porque no teníamos esa cultura. Nos educaron para que no lavásemos si teníamos platos y cubiertos desechables. Lo irracional ha pasado a ser normal. Utilizamos productos cuya durabilidad es larguísima como si fueran desechables. El plástico es barato y tarda mucho en degradarse. Es el capitalismo extremo”.

  • ¿Qué opinión tiene del sistema de reciclaje español?

“No muy buena. Entre los ciudadanos sí se está creando una cultura del reciclaje, pero generamos demasiados residuos. Lo metemos todo en un cubo de basura y nos olvidamos. No es fácil reciclar un plástico. Ya sea por un tema económico o técnico, muchos terminan en vertederos o incinerados. El reciclaje es difícil de cuantificar y debería estar mejor controlado, con datos más fiables, para saber qué se puede mejorar. En el mercado hay envases que no se pueden reciclar. Esto debería estar prohibido. A todo le ponen el punto verde, pero eso no significa que se recicle”.

  • ¿Qué consejo le daría a alguien que quiere empezar a reducir los residuos que genera?

“Que empiece por lo más sencillo y que se lo tome como un juego. Lo primero que pueden eliminar son las bolsas de la ensalada o de la verdura, por ejemplo. Cada semana, o cada mes, podemos guardar los plásticos que consumimos para ver lo que estamos generando”. 

  • ¿Qué productos llevan plástico y no lo sabemos?

“Muchísimos. La mayoría de los vasos de café para llevar tienen una capa de plástico en el interior. Las bolsitas de té tienen un 20 %. Los tetrabriks también. Muchos chicles lo integran en su composición. En los productos de cosmética, como pastas de dientes o cremas exfoliantes, todavía utilizan micropartículas de plástico para que sean más eficientes. De hecho, hay productos de cosmética que tienen más plástico dentro del frasco que en el propio envase”.

  • ¿Qué supone para la economía doméstica vivir sin plástico?

“Comprar a granel es más caro que comprar una marca blanca en un supermercado, pero más económico que según qué marcas. Cuando empiezas a comprar sin plástico dejas de consumir productos procesados, reduces mucho los productos de cosmética y simplificas los de limpieza del hogar. Te das cuenta de la cantidad de cosas que no necesitas para nada. Optas por un consumo más responsable y las cuentas te salen”.

La bolsa de la compra de Patricia y Fernando, en sus bolsas de tela y en sus recipientes de cristal, es libre de plásticos 
La bolsa de la compra de Patricia y Fernando, en sus bolsas de tela y en sus recipientes de cristal, es libre de plásticos
  • ¿Qué tienda recomendaría a un consumidor que quiera reducir su consumo de plástico?

“Yo voy mucho a una que se llama Granel Madrid, pero en Barcelona hay un Yes Future, el primer supermercado que vende sin plástico. Se puede encontrar prácticamente de todo allí. Vas con tus bolsas de tela y tus propios recipientes reutilizables. Hay que investigar un poco para ver la tienda a granel que queda más cerca de casa y salir un poco de la rutina”.

  • La mayor parte de la ropa lleva poliéster…

“La ropa que compramos intentamos que sea sostenible y de calidad. Que se fabrique de manera respetuosa con el medioambiente y con las personas que están detrás. Intentamos utilizar prendas naturales”.

  • ¿Tiene electrodomésticos?

“Sí, los que nos aguantan… También hemos comprado alguno pequeño a modo de sustitución. Si tenemos que comprar un electrodoméstico, lo hacemos pensando en su durabilidad, que se pueda reparar, o lo buscamos de segunda mano”.

  • ¿Cómo ha evitado el plástico en los productos de cosmética e higiene?

“Cuando empezamos, en el mercado no había alternativa en lo que a productos de cosmética se refiere, por lo que hicimos nuestra propia pasta de dientes, utilizamos jabones y champús sólidos, y como desodorante usamos bicarbonato, que cumple la misma función. La pasta de dientes no tiene el mismo sabor, pero funciona. Hoy en día ha cambiado mucho. Se pueden encontrar desodorantes y dentífricos naturales y sin plásticos. Incluso protectores solares”.

Patricia y Fernando frente a la despensa de su casa
Patricia y Fernando frente a la despensa de su casa
  • ¿Y en los productos de higiene íntima femenina qué soluciones hay?

“Existen alternativas de tela que se pueden lavar. Y después está la copa menstrual, que dicen que es más higiénica. Es de silicona quirúrgica y dura hasta 10 años. Poco a poco se va instaurando porque conlleva un ahorro de recursos y de dinero y se puede encontrar en cualquier farmacia”.

  • ¿Cómo se protege de las enfermedades de transmisión sexual una persona que vive sin plástico?

“Hay preservativos fabricados con materiales orgánicos, pero en estos casos no nos queda otro remedio que utilizar el látex. Lo primero siempre es la salud. Los océanos no están llenos de preservativos, sino de envases de todo tipo”. 

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