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Impress, la clínica odontológica que irrita a sus clientes: "Es un no dejar de pagar"
Clientes de la empresa de ortodoncia se quejan de la prolongación de los tratamientos dentales y no siempre quedan satisfechos con el resultado final
Tener una sonrisa perfecta y sana. Este es el objetivo de los que se someten a diferentes tratamientos bucodentales. Sobra decir que las visitas al dentista no son especialmente baratas. Cualquier intervención, por insignificante que parezca, puede costar cientos de euros. Cuando se trata de tratamientos específicos, las cifras ascienden a miles de euros.
Los usuarios miran con lupa las clínicas dentales. En ellas, no solo depositan su dinero, también su confianza. Impress es un centro especializado en ortodoncia, concretamente en la invisible. La empresa presume de estar presente en ocho países, contar con más de 160 clínicas y más de 1.200 empleados. Sin embargo, su éxito no es sinónimo de satisfacción para los clientes. ¿Por qué?
¿Cómo funciona Impress?
Impress ofrece hasta seis tratamientos distintos, según explica en su web. Se trata de Impress super light, Impress, Impress Plus, Impress Advanced, Impress Kids y Digital Braces. Todos ellos tienen un precio que oscila entre los 1.399 y los 4.499 euros. Si algo tienen en común estas opciones es que para todas ellas hay un plazo de tiempo determinado. Va desde los tres hasta los 18 meses.
Manuel Poveda, ortodoncista y director clínico de QuickSmile, declara a Consumidor Global que "anunciar un periodo de tiempo concreto como reclamo en ortodoncia es algo 'engañoso'". El experto matiza que los plazos dependen de la mordida y maloclusión de cada paciente. No obstante, subraya que la ortodoncia invisible es más previsible que los brackets clásicos.
"Solo es un no dejar de pagar"
Una frase contundente con la que Esperanza V. resume su experiencia con Impress. Esta mujer asegura que lleva esperando sus alineadores tres meses. "Pagar, pagas, pero verlos no", denuncia la usuaria. "Se quitan las pulgas de encima", concluye Anna M. Una usuaria que afirma que tuvo que firmar el alta sin estar satisfecha con los resultados. "Al principio todo genial, hasta que al llegar al final del tratamiento (un año y medio cuando tenía que ser 6 o 7 meses)", advierte.
"Me forzaron a firmar el alta porque cerraba la clínica. He acabado desistiendo, con 2.000 euros menos y mis dientes torcidos. Un timo”, zanja la internauta. En el caso de Miguel, este usuario explica que todo marchaba bien hasta que firmó el contrato y realizó el pago. Subraya el "pasotismo, lentitud y las citas de mes en mes" y añade que su tratamiento, que debería haber durado seis meses, ya va por un año y medio.
¿Se puede reclamar si no estás contento con el resultado?
Leticia Grande, abogada en Reclamador.es, explica a este medio que lo primero es determinar si se trata de un tratamiento estético o uno para mejorar un problema de salud bucodental. En el primer caso, la vía de reclamación podría ir por la de incumplimiento de contrato. En el segundo supuesto, habría que analizar si se ha realizado el tratamiento correctamente.
"Si el ortodoncista ha trabajado con diligencia o si se ha cometido una mala praxis que hubiera dado lugar a un mal resultado u otros problemas de salud bucodental", detalla la experta. Sea cual sea el caso, la abogada advierte de que es muy importante guardar documentos como el consentimiento o la historia clínica. "Además, si estamos ante una posible negligencia médica, resultará fundamental contar con un informe pericial emitido por un perito", matiza.
¿Puedes recuperar el dinero invertido?
Casos como el de Anna M. son en los que se plantean si puede o no recuperar su dinero. Esta usuaria no ha quedado satisfecha con el resultado de su tratamiento. "Es importante determinar si el culpable del problema ha sido el profesional o no", expone Leticia Grande. Solo así se puede aclarar si se trata o no de una negligencia dental.
Para reclamar ese dinero, hay que tener en cuenta cuatro aspectos: el deber del profesional, el incumplimiento de ese deber, provocar una lesión y causar daños por dicha lesión”, explica. La abogada de Reclamador.es matiza que "hay que analizar muy bien los detalles porque la casuística es compleja". Es por ello que aconseja siempre tener asesoría legal antes de iniciar este tipo de reclamaciones.
"Estamos trabajando en tu caso"
Existen cinco fases por las que pasa cualquier tratamiento de ortodoncia. Según explica Manuel Poveda a este medio, primero está el diagnóstico. Le sigue la planificación del tratamiento, la colocación, las revisiones periódicas y, por último, la finalización y la retención final. A lo largo de estas fases es donde surgen los contratiempos de los afectados con Impress. Unos problemas para los que la clínica dental encuentra excusas.
En el caso de Esperanza V, le aseguran que "seguimos trabajando en tu caso". "Bajo ningún concepto forzamos la firma del alta clínica", contestan a Anna M. Una respuesta más explicativa recibe Miguel. A este internauta le subrayan que hay "muchos factores anatómicos" que podrían requerir que ciertos movimientos se hagan de forma más progresiva".
Tratamientos "individualizados" y "cerrados"
Por su parte, Impress asegura que sus profesionales ortodoncistas “diseñan y planifican de forma individualizada cada tratamiento apoyándose en la tecnología más avanzada del mercado” y que “la duración del tratamiento se estima y acuerda de forma individual una vez éste se ha diseñado y planificado, y no a posteriori”.
Es decir, que los precios de los tratamientos son “cerrados y dependen directamente de la complejidad del tratamiento y siempre bajo el diagnóstico profesional de nuestros doctores”. Por ello, niegan categóricamente “que los pacientes deban abonar más dinero por su tratamiento y, mucho menos, que reciban el alta contra prescripción médica expresa”.
Impress: "No se corresponde a la realidad del tratamiento"
Impress insiste en que, para la compañía, “lo más importante” es “la satisfacción” de sus pacientes, tratando de ofrecer “un servicio de calidad que supere sus expectativas y que se adapte a sus necesidades”. Y señalan que cuentan “con los índices de satisfacción más altos del sector” (4.6 sobre 5 en Trustpilot, 4.45 sobre 5 en Google y 83 puntos en Net Promoter Score) y con numerosos premios y reconocimientos.
Además, en relación a los casos citados en este reportaje, Impress asegura que “han sido revisados” y que lo aquí expuesto “no se corresponde a la realidad del tratamiento”.
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