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El psicoanalista Ubieto: "Los adolescentes dan más autoridad a los influencers que a sus padres"

Entrevistamos al autor del libro 'Adictos o amantes' para hablar de la conflictiva relación de los jóvenes con los móviles y las pantallas

Tres niños juegan con sus smartphones / PEXELS
Tres niños juegan con sus smartphones / PEXELS

La vida es eso que pasa mientras miras una pantalla. Hemos pasado de la alienación en la cadena de montaje a la alienación frente a una pantalla azulada, y el scroll es infinito... Somos víctimas de la tiranía de los teléfonos móviles, no somos conscientes de ello y necesitamos, urgentemente, una alfabetización digital. 

Entrevistamos al psicoanalista José Ramón Ubieto, autor del libro ¿Adictos o amantes? Claves para la salud mental digital en infancias y adolescencias (Editorial Octaedro, 2023), para conocer nuestros pecados digitales e intentar ponerles remedio.

--¿Cuando los teléfonos tenían correas, los hombres eran más libres?

--Sí. Dentro de un tiempo, y espero que sea poco, nos preguntaremos cómo pudimos no hacer nada cuando todos éramos conscientes de lo que estaba pasando. Es algo que ya ha pasado en la historia de la humanidad. Ha sucedido recientemente en Estados Unidos con la oxicodona, ese medicamento, ese analgésico potente que ha tenido que matar a medio millón de personas para descubrir que era una droga pura y dura, aunque todo el mundo lo supiera.

El psicoanalista José Ramón Ubieto, autor del libro '¿Adictos o amantes?', que también habla de la figura de los influencers / CEDIDA
El psicoanalista José Ramón Ubieto, autor del libro '¿Adictos o amantes?', que también habla de la figura de los influencers / CEDIDA

--¿Las pantallas son una droga?

--Lo virtual ha irrumpido en nuestras vidas sin que hubiera un proceso social y colectivo de apropiación; ha sido una ola tecnológica que ha producido una situación de perplejidad; es un monopolio de media docena de personas (Bezos, Zuckerberg, etcétera) que controlan todo esto y que han lanzado una tecnología de la que no conocen las consecuencias. Lo lanzan y lo usamos sin haberlo testado lo suficiente.

Dos jóvenes con sus teléfonos / PEXELS
Dos jóvenes con sus teléfonos / PEXELS

--Elon Musk dice que la inteligencia artificial es la mayor amenaza para la civilización...

--Lo estamos viendo con amenazas, hackeos y chantajes de todo tipo. Es como un medicamento poco testado que sale al mercado. A algunos les irá bien y a otros les producirá efectos secundarios letales. Ahora empezamos a ser conscientes de que hay que poner un límite a esto. El problema es que parece que el límite lo tiene que poner la persona, y esto es una falacia. Un truco de la propia industria. La regulación de lo virtual tiene que ser colectiva. Cada uno somos responsables, pero no es una tecnología neutra, es invasiva, colonizadora, y por tanto requiere de una regulación que implica a la Administración, a la propia industria, a los padres…

--Entonces, ¿adictos o amantes?

--Nos encontramos con que la mayoría de padres y familias se refieren a los adolescentes como adictos a las pantallas. Hay un error en eso, porque el uso no hay que medirlo por comparativa con lo analógico, el uso hay que medirlo por la importancia que tiene para ellos la realidad digital. Lo digital no son objetos, no es un juguete, es una realidad, es un mundo que ya no es paralelo. Todos vivimos en un mundo híbrido. Entramos y salimos. No son adictos porque no hacen un uso autístico, es decir, un adicto se define porque su patrón de relación es que él con el objeto tiene suficiente. Un alcohólico con la botella tiene suficiente. No requiere de nadie más. 

--¿Qué hacen los adolescentes? 

--Aunque hay una parte de satisfacción compulsiva, lo fundamental es la relación con el otro. Ellos se conectan para postear, compartir y comunicarse con el otro. Por lo tanto, no es solo un objeto, es un medio para el vínculo con el otro. 

--¿Son amantes de la comunicación?

--La manera en que utilizan los móviles y las pantallas responde más al término amantes, a la exigencia del amor. El amor tiene muchas vertientes, y a veces es muy narcisista. Hay adolescentes que hacen un uso muy narcisista de lo digital. Se ponen sus fotos y están todo el rato pendientes de ellos mismos. Hay otros que utilizan los móviles en busca de amores anaclíticos, es decir, de apoyo. Buscan parejas y amigos que no encuentran en lo físico para que les cuiden. También encontramos otra vertiente, en el uso de los móviles, que es la más posesiva. El amor más celoso, más patológico. Entonces, decir que son amantes nos ayuda a no estigmatizarlos de entrada, no los estamos patologizando. Si decimos que son adictos, quiere decir que el 95% de toda una generación de jóvenes y adolescentes automáticamente se convertirían en enfermos...

Tres jóvenes que miran las redes sociales / FREEPIK
Tres jóvenes que miran las redes sociales / FREEPIK

--Los datos no son esperanzadores… 

--Con los datos que tenemos a día de hoy sobre lo que es una patología, podemos discernir entre tres tipos de relaciones problemáticas: la sobreutilización, pasar más tiempo del razonable; luego están los que pasan más tiempo de lo que toca, que afectaría a un 30% de los jóvenes; y finalmente están los usos problemáticos, que no dependen del tiempo, sino del uso que hagas del móvil, como intercambiar imágenes íntimas o pornográficas de terceros, o lo que hicieron estos chicos en Almendralejo. Y después está la patología adictiva, que afecta a aquellas personas cuya vida gira alrededor del objeto y les impide tener una vida saludable en muchos aspectos. Esta patología afecta a entre un 3 y un 12% de los jóvenes.

--¿Cuándo pasa la hiperconexión a ser una adicción?

--Cuando la vida se encuentra totalmente bloqueada por esa adicción. Cuando uno no puede mantener cuestiones básicas como el dormir. Desde que las redes sociales están generalizadas, los adolescentes han perdido entre una hora y una hora y cuarto de sueño al día, pero eso es un sobreuso. Una adicción sería perder los ritmos circadianos: acostarse a las seis de la madrugada porque están conectados toda la noche. Cuando el sueño biológico no lo decide el ritmo biológico sino el objeto. Otro signo pueden ser los problemas de alimentación: los horarios y el tipo de comida están en función del objeto. No puedes desconectar y no comes. Otra pista tiene que ver con los vínculos personales: no tienen relación con la familia, se encierran en el cuarto, mal humor, etcétera. Cuando agrupas estos síntomas o trastornos, cuando la vida se encuentra bloqueada y suspendida, cuando no hay nada que vaya más allá del objeto, estamos ante una adicción.

--¿Las pantallas están colonizando vidas o ya lo han hecho hace tiempo?

--Las pantallas ya llevan un tiempo colonizando vidas. Una de las ideas del libro Adictos o amantes es cómo les ayudamos y nos ayudamos, porque el uso de las pantallas no es exclusivo de niños y adolescentes. Colonizan la vida por dos funciones. Lo virtual, cada vez más, se ha convertido en lo que se denomina ‘el sujeto supuesto saber', que quiere decir que cada vez más delegamos el saber en lo virtual. Delegamos consultas médicas a Google. Le suponemos un saber sobre cuestiones vitales. Los adolescentes, incluso, preguntan cosas como si es buena idea suicidarse. Y las respuestas de los foros les influyen. ¿Por qué? En momentos de crisis, que son frecuentes, se dirigen allá para preguntar y solucionarlo. No solo preguntas el tiempo que hará mañana, preguntas cosas vitales. Ahora los adolescentes se pasan la vida, especialmente las chicas, preguntando si son lesbianas o no, porque existe el fenómeno de que la identidad sexual es algo fluido que no está definido por el sexo biológico, pues consultan sobre su orientación sexual. Las pantallas colonizan porque les hemos otorgado la función de catálogo del saber. 

Un ordenador con el buscador de Google abierto / PEXELS
Un ordenador con el buscador de Google abierto / PEXELS

--¿Qué necesidad hay de compartirlo todo y recibir ‘me gusta’?

--Mirar, ser mirado, escuchar, ser escuchados, el exhibicionismo... Todo esto nos da una satisfacción corporal inmediata. Internet es una superficie pulsional. Es un lugar donde se satisfacen nuestros deseos. Tinder, por ejemplo, tiene incorporada la inteligencia artificial (IA) para que haga el trabajo sucio que requiere el iniciar una conversación. El programa de IA lo hace por ti. ¿Y si en el otro lado también hay un programa de IA? Delegamos cada vez más la creatividad en lo virtual. Delegamos cuestiones básicas del ser humano, y no es lo más conveniente.

--Parafraseando, en parte, a Marcel Proust, como en la cita de su libro: "Ya es hora de parar, parece que las virtudes de los teléfonos móviles van aminorándose en detrimento de sus perjuicios".

--Necesitamos regular de una manera inmediata. Yo hablo de los arrepentidos digitales, que son ejecutivos, como Tristan Harris (Google), que han visto que lo que hacían era incompatible con sus valores y han creado cosas como el Centro para la humanización de la tecnología y aplicaciones para limitar el uso del móvil. Se han dado cuenta de que se les ha ido la mano. Ese hype, esa sobreexpectativa, va cayendo. Estamos en el inicio de la caída. Es el momento de tomar consciencia. No debemos esperar a que todo sea un desastre. Tenemos que anticiparnos y regular. Ya hemos visto suficientes síntomas y disfunciones. Ya hay un montón de empresas trabajando para manipular las elecciones de EEUU en 2024. Está pasando y tenemos que ser conscientes de ello.

Varios jóvenes graban con móviles Samsung, Xiaomi y Apple, entre otros / UNSPLASH
Varios jóvenes graban con móviles Samsung, Xiaomi y Apple, entre otros / UNSPLASH

--Tal y como escribe en ¿Adictos o amantes?, en 2023 el 64% de los humanos (5.160 millones) usan las redes sociales una media de 2,5 horas. ¿Eso es mucho o poco?

--¿Con qué lo comparamos? Comparado con el mundo analógico de nuestra infancia, es una barbaridad. El criterio más importante no es solo el tiempo que dedicas a eso, sino lo que dejas de hacer. Dejar de ver a gente, dejar de asistir a actos o dejar de hacer deporte o excursiones, a lo que renuncias es lo que marca tu alienación al objeto y nos da la pauta. ¿A qué renunciamos? ¿A leer? ¿A salir a pasear? Eso es lo que nos marca.

--¿Cómo puede saber una persona que necesita una desintoxicación digital?

--Los primeros signos los detectará cuando le aparezca un cierto sentimiento de hartazgo y culpa. El paciente que se da atracones de YouTube, así como hay personas que se dan atracones de bombones o helados. Cuando se inventó el scroll infinito, cuando la página no acaba nunca, cuando te ponen un vídeo detrás de otro como en Netflix con el siguiente episodio, es lo que inventó la industria para evitar las pausas. Cuando aparece esa sensación de hartazgo, de atracón, de ganas de vomitar, cuando eres consciente de que renuncias a cosas, tienes que plantearte que hay algo con lo que deberías cortar o limitar.

--Dígame tres claves para la salud mental digital de niños y adolescentes…

--Prohibir la tecnología es un error y un fracaso. Hay que hacer ver que hay destinos más interesantes para nuestra satisfacción. Es mejor inventar nuevos destinos y proponer a los chicos actividades alternativas que prohibir. Es mejor el sí que el no. Seguro. Lo que no quiere decir que no haya que limitar. La segunda estrategia puede ser crear reservas naturales o espacios protegidos sin móviles en las vidas de los adolescentes: sueño, comida, espacios de aprendizaje, estudio, en algunos vínculos sociales… Son espacios sagrados. Y una última: retrasar el acceso a las nuevas tecnologías todo lo posible. Que haya niños de tres años que tengan una tablet no tiene sentido ni interés y perjudica su desarrollo. A esa edad hay que aprender a socializar. Cuanto más podamos retrasarlo, mejor. Y para acabar, necesitamos una alfabetización digital. Necesitamos aprender sobre seguridad y privacidad para no tolerar el acoso y tener en cuenta la huella digital.

--¿Los adolescentes de hoy son víctimas de la tiranía de los teléfonos móviles?

--Sí. Sin duda.

--¿Los influencers son los nuevos padres?

--Los influencers son los nuevos ídolos y referentes de los adolescentes, como antes teníamos posters de activistas como Gandhi o de músicos como Lennon. Los influencers son esos nuevos ídolos, pero con una capacidad de interacción infinitamente mayor que la mía con Gandhi. Los estudios cifran que el 50% de los adolescentes consideran que los influencers son sus amigos, cuando nunca han hablado con ellos, y les dan una autoridad que desde luego no otorgan a los padres. Es más, los influencers pueden llegar a ser una opa hostil para los padres.

Dos 'influencers' ocultos bajo los logos de Instagram y Twitter / FREEPIK
Dos 'influencers' ocultos bajo los logos de Instagram y Twitter / FREEPIK

--Las grandes empresas tecnológicas, además de ser el ojo que todo lo ve, ¿son el nuevo amo con unas servidumbres voluntarias?

--Complementante. La industria tecnológica compra voluntades y tiene una influencia que no se corresponde con la soberanía que debería existir en un estado. Toma decisiones que afectan a toda la población. Hay una inversión de la soberanía.

--En España, un tercio de los adolescentes de entre 12 y 17 años ya pasan más de seis horas diarias ante la pantalla del móvil…

--Así es.

--¿Es una sobreutilización o es una adicción?

--Más de seis horas al día es una sobreutilización, no es una adicción. Aunque si pasa esas seis horas en horario escolar, ya tenemos un uso más problemático. Lo que define la relación con el móvil es aquello a lo que renuncias.

--¿Cómo afecta a la salud mental lo digital?

--Yo utilizo el término secuestro de la atención. Uno de los riesgos más importantes es este. La tecnología secuestra la atención porque focaliza y rentabiliza su negocio con ello. Eso nos afecta. Lees y el movil se enciende… Interrumpes. Ya te has despistado. Es uno de los problemas de los móviles en las escuelas. Empezamos buscando "metabolizar" y acabamos viendo TikTok. El secuestro de la atención se basa en el hiperlink. Al final ya no sabes lo que buscabas. Y deriva en un problema de comprensión lectora. Cuando tienes un libro en la mano, pesa, por eso sostener el libro facilita la concentración. Cuando miras una pantalla, puedes mirar y hacer cuatro cosas distintas. Es el eclipse de la atención.

La aplicación de TikTok en un móvil / UNSPLASH
La aplicación de TikTok en un móvil / UNSPLASH

--¿Comprarse un móvil tonto es lo más inteligente que pueden hacer los consumidores?

--Más que dar una pauta igual para todos, cada uno tiene que ser consciente de a qué renuncia, de qué se está privando, y, a partir de aquí, ser consciente de la alienación tecnológica. Cada uno busca fórmulas. Los avisadores de tiempo, por ejemplo, son una fórmula. Utilizar un móvil sin conexión los fines de semana es otra. El divulgador Johann Hari se retiró tres meses a una casa en la playa de la costa este de EEUU e hizo una desintoxicación, pero no todo el mundo puede permitírselo. 

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