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La guerra por los precios bajos coronan a Lidl y Mercadona como reyes de la distribución
Los grandes 'retailers' representan el 50% del total de la cuota de mercado en España y siguen al alza a pesar de las crisis económica y sanitaria
Las ventas de los grandes supermercados siguen al alza a pesar de la crisis económica y sanitaria actual. Según el estudio Índice de Preferencia de Retailer de alimentación en España 2020 de dunnhumby, el peso de este segmento es cada vez mayor, ya que representa el 50% del total de la cuota de mercado en España.
Así, las marcas Mercadona y Lidl son las más valoradas entre los consumidores. La oferta de productos a precios bajos es el motivo por el que ha llevado a estas dos cadenas a ser las más queridas, según detalla el mismo informe.
¿Por qué este aumento?
Los supermercados no se han visto tan afectados por la pandemia como otros sectores. De hecho, han salido mejor parados. Fruto de la crisis económica, además, la percepción del precio entre los clientes cobra cada vez más importancia. En este sentido, los retailers han sabido seguir una estrategia enfocada en la calidad y un ahorro de entre un 20% y un 30% en los precios a la hora de comprar.
En España, la marca propia o blanca es la preferencia principal de las grandes cadenas para fomentar su crecimiento. Sin olvidarse, tampoco, de otros extras. Por esas razones, las marcas propias de Lidl y Mercadona son las más vendidas y las más queridas entre los clientes españoles. “Las marcas propias tienen una gran relevancia en nuestro país y la crisis económica actual ayuda a potenciar su peso dentro del mercado", asegura Sebastián Duque, director general para el sur de Europa de dunnhumby.
Se avecina otro competidor
El sector de la distribución en España aunque ya cuenta con varios actores potente puede incluir, en breve, otro competidor que les ponga las cosas difíciles a Mercadona y a Lidl. Es el caso de MERE, una cadena de supermercados rusa que prepara su aterrizaje en nuestro país y que promete bajadas de precios de entre un 10% y un 20%.
Para ello, la cadena pretende ahorrar en costes como la decoración de los establecimientos, que se parecerán a unos almacenes, y arrancar con una plantilla reducida de empleados.
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