La UE se alinea con las aerolíneas y apoya el cobro del equipaje de mano
Además, los 27 acuerdan elevar el tiempo de retraso de vuelo que da derecho a indemnización

Los ministros de Transportes de la Unión Europea han alcanzado un acuerdo político para reformar el reglamento que regula los derechos de los pasajeros aéreos. El texto, aprobado por mayoría cualificada pese al voto en contra de España, Alemania, Portugal y Eslovenia, eleva de tres a cuatro o seis horas, según la distancia del vuelo, el umbral mínimo de retraso que da derecho a solicitar una compensación económica.
Con esta reforma, los gobiernos eliminan el derecho automático a indemnización a partir de las tres horas de retraso, un criterio que había fijado el Tribunal de Justicia de la UE (TJUE) y que permitía reclamar entre 250 y 600 euros. El nuevo sistema contempla compensaciones de 300 euros para retrasos de al menos cuatro horas en vuelos de hasta 3.500 kilómetros y de 500 euros solo si la espera supera las seis horas en rutas más largas.
Críticas de los consumidores
La organización europea de consumidores BEUC ha criticado duramente el acuerdo alcanzado por los ministros. Advierte que la mayor parte de los retrasos que sufren los pasajeros aéreos son de "entre 2 y 4 horas", por lo que quedarán fuera del alcance del reglamento si se sale adelante en estos términos.

El director general de BEUC, Agustín Reyna, ha dicho que pese a las mejoras "sobre el papel", como un mejor acceso a la información en caso de cancelación o retraso, la reforma supone un "retroceso" en otros derechos "clave".
Novedades en los derechos de los viajeros
En paralelo, el texto de compromiso acordado por los Veintisiete, que será la base para negociar con la Eurocámara la forma definitiva de la norma, incluye una novedad relevante: las aerolíneas estarán obligadas a habilitar un formulario para que los afectados por cancelaciones puedan solicitar su compensación de forma automática.
Otra novedad es que si una compañía aérea no ha proporcionado una reubicación adecuada en un plazo de tres horas al pasajero, este podrá organizar su propia reubicación y reclamar el reembolso de hasta el 400% del coste original del billete.

Indemnizaciones por cancelación de un vuelo
Los pasajeros también podrán gestionar por sí mismos y reclamar después el reembolso de la bebida y comida que les corresponde en caso de retraso o cancelación.
Además, tendrán derecho a indemnización si se les notifica la cancelación de un vuelo con menos de 14 días de antelación o si se les cancela el vuelo de vuelta porque no utilizaron el de ida.
España vota en contra del acuerdo
"Gracias por el debate y por la flexibilidad, es un gran paso hacia una reforma muy necesaria para mejorar los derechos de los pasajeros de la UE. Es posible que no todo el mundo esté plenamente satisfecho, pero a eso yo lo llamo un buen compromiso, que es cuando nadie se queda cien por cien contento. Vamos ahora a empezar la negociación con el Parlamento Europeo", ha dicho el ministro de Polonia, Dariusz Klimczak, que este semestre ejerce la presidencia de turno del Consejo.

El acuerdo ha salido adelante pese a los votos expresados en contra por los representantes de España, Alemania, Portugal y Eslovenia, que han avisado de que esta decisión supone un "retroceso" en los derechos adquiridos de los pasajeros europeos. "No podemos apoyar esta propuesta", ha afirmado en el debate final el secretario de Estado de Transportes, José Antonio Santano, quien ha reconocido "avances" pero ha insistido en que empeorar los umbrales para la indemnización por retraso era una "línea roja" para España y el resultado "empeora claramente la posición de los pasajeros".
Los países de la UE apoyan el cobro del equipaje de mano
Otra de las cuestiones que ha generado fricción durante las negociaciones ha sido el derecho a embarcar con equipaje de mano sin sobrecoste. Finalmente, el acuerdo se limita a garantizar la gratuidad solo para los objetos personales que puedan colocarse bajo el asiento delantero, como mochilas, bolsos o fundas de ordenador.

España manifestó su desacuerdo con esta formulación al considerar que la definición de "elementos personales" era demasiado ambigua y dejaba margen para que las aerolíneas impongan cargos por otros bultos que, si bien caben en la cabina, no pueden colocarse bajo el asiento.