Así espanta Metropolitan a la clientela: cita previa para visitar las instalaciones
El centro 'fitness' establece unos horarios estrictos para enseñar el gimnasio a los usuarios que están interesados en apuntarse

La conocida cadena de gimnasios Metropolitan vuelve a estar en el centro de las críticas. La reputación de la compañía sigue cayendo después de que los propios socios y otros usuarios le señalen negativamente en las reviews.
Hace unos meses, Consumidor Global recogió las quejas de algunos miembros del club ubicado en el barrio barcelonés de Sagrada Familia tras subir cuotas sin previo aviso. Unas críticas que continúan en la actualidad (basta con echar un vistazo en Google) y a la que se suman los irritantes tours guiados para conocer las instalaciones.
Cita previa para conocer las instalaciones
Metropolitan Sagrada Familia es uno de los clubes más céntricos de la cadena en Barcelona. Su excelente ubicación atrae a muchos internautas que quieren apuntarse pero que, finalmente, acaban desechando la idea. Hace unas pocas semanas, Beatriz C. estaba interesada en este centro, el más cercano a su trabajo.
Además de conocer las cuotas, quería echar un vistazo a las instalaciones. "Llegué sobre las dos y media del mediodía, que es cuando tengo el descanso del trabajo. Había dos chicas en recepción y me indicaron que las tarifas me las podían dar pero que el tour guiado no podía ser, que tenía que pedir cita previa y la más cercana era a las 10:30h del día siguiente", relata la afectada a Consumidor Global.
Un 'tour' de cinco minutos
Tras una discusión con las trabajadoras, Beatriz C. optó por marcharse de este centro y no apuntarse. "¿Me estás diciendo en serio que vas a perder una venta/socio por no querer enseñarme el gimnasio ahora?", le reprochó la clienta a la recepcionista. "Me contestó que estaba sola y que esas eran las normas. Y le dije: 'ahora mismo sois tres y ninguna quiere enseñarme el centro'", añade.

A la crítica de Beatriz C., se suma la de Santiago V., quien asegura que acudió a este gimnasio sobre las siete de la tarde y tampoco le dejaron ver las instalaciones. “La chica de la puerta me dice que no podía verlas, que para eso tenía que agendar un tour en ciertas horas puntuales. Le explico amablemente a la señorita colombiana que a esas horas trabajo y que no puedo agendarlo, que simplemente necesitaba ver las instalaciones y si estaba todo ok, pagaba la cuota”, confiesa en Google.
Cita para una visita de cinco minutos
Consumidor Global se ha puesto en contacto con Metropolitan para aclarar esta norma y al término de este reportaje no ha obtenido respuesta. Pese a ello, hemos podido comprobar que el club de Sagrada Familia establece unos horarios muy estrictos de visita: "Los tours empiezan todos los días de 10:30 a 13:30 o de 17:00 a 18:30", confirma una trabajadora. "Tiene que coger cita para poder visualizar las instalaciones", recalca.
A la pregunta por qué no se puede hacer una visita sobre la marcha, como suele ser habitual, insiste en que “le acompaña una de las chicas de recepción y tiene que estar libre para usted". "Pero, ¿cuánto dura la visita?", preguntamos. "Entre 5 y 10 minutos, aproximadamente", responde.

Alternativa: un recorrido virtual
Metropolitan Sagrada Familia parece ser el único que tiene establecido un horario de visita para conocer sus instalaciones. En otros centros, como el de Gran Vía o Badalona, no hay horario de visitas, según ha confirmado este medio.
Como alternativa, el club de Sagrada Familia ofrece una visita virtual. "Pero entiendo que no se ve igual", subraya la trabajadora. "También si se acerca a la recepción, podrá ver las piscinas. Para eso no necesita cita", concluye. Una solución que tampoco contenta a los futuros clientes. "¿Cómo puedo ver si las barras giran en un recorrido virtual?", plantea Santiago V.
Una medida que espanta a los clientes
Metropolitan deja claro que al mediodía no realiza visitas."¿Quién puede ir a ver las instalaciones a las 12:00 de la mañana? Yo trabajo y solo puedo ir a la hora de comer", señala Beatriz C. "En fin, no me anoté y no me entra en la cabeza desde cuándo hay que agendar un tour para ver unas instalaciones y cómo la recepcionista rechaza 1.200 euros/año por un capricho", detalla Santiago V.
La norma de Metropolitan parece sumar más detractores que defensores. Y el resultado no es otro que usuarios enfadados que se marchan de las instalaciones sin hacerse socio.