Marcel Barrena: “El 47’ es una historia del 78 pero también del 25, hay repartos que no llegan”
El director de película premiada habla de los Goya, del Torre Baró de hoy y de la valentía del actor Eduard Fernández

“El día del estreno de la película, invitamos a muchos de los figurantes de Torre Baró al cine Aribau de Barcelona, pero al volver a casa, tuvieron que entrar con la luz de los móviles porque les habían robado el tendido eléctrico. Estuvieron 20 días sin luz”, evoca Marcel Barrena, director de El 47. “En el barrio sigue habiendo problemas con los autobuses a demanda o repartos que no llegan. Hay muchas cosas aún por arreglar”, prosigue.
El 47, premiada con ocho premios Gaudí y cinco Goya, no es solo una película sobre un episodio concreto del pasado. Barrena la describe como “un juego de espejos entre entonces y ahora”, un reflejo de problemáticas que siguen vigentes en la actualidad.
“El derecho a la vivienda digna es un problema”
La historia de Manolo Vital, el emigrante extremeño que modificó el recorrido de su autobús hace justo 47 años para hacer más accesible Torre Baró, resuena con la crisis de la vivienda que afecta a miles de personas en España en la actualidad. “Es una historia del 78, pero también es una historia del 25”, remarca el cineasta a Consumidor Global.

“El derecho a la vivienda digna es un problema enorme en España. La gente no puede emanciparse, muchas parejas no pueden separarse porque no pueden pagar un alquiler”, enfatiza Barrena. “Toda esta gente que defiende la Constitución por encima de todo y no la cumple es curioso. Además, es una película que trata sobre cómo recibimos a los que más lo necesitan, que son los que son expulsados de su tierra”, subraya.
Cómo fue rodar en Torre Baró
El rodaje en Torre Baró fue, en palabras del director, una “maravilla”. Aunque la mayor parte de la película se filmó en otras localizaciones debido a los cambios urbanos que ha experimentado el barrio, el equipo rodó en lugares emblemáticos como la casa de Manolo Vital y Carme Vila, interpretados por Eduard Fernández y Clara Segura, respectivamente.
“También es una historia para mis abuelos”
“Mis abuelos paternos eran andaluces y también es una historia para ellos. También vivieron cosas parecidas, como la adaptación, irse a una tierra que no es la tuya, aprender las costumbres o el idioma. Hay mucha gente que se ha sentido identificada con esta película”, menciona Barrena. “He recibido cientos de mensajes cada día desde el estreno por parte de la comunidad andaluza y extremeña”, añade el director.
Barrena subraya que, aunque la película habla de Torre Baró, su mensaje es universal. “Es sobre Barcelona, sobre Cataluña, sobre España y sobre todos los países de Europa. La historia de la humanidad es una historia de migración. Por eso la película está emocionando tanto, no solo en este pequeño barrio, sino en todo el mundo”, declara.
“Los Goya no definen lo que es una película”
“Para mí, recibir cinco premios Goya significa mucha alegría, pero los Goya no definen lo que es una película”, afirma el cineasta. “Genuinamente y emocionalmente el mejor premio es ver como la película ha transformado el barrio. La película sería la misma sin los galardones, pero no sería la misma sin el amor del barrio”, sentencia Barrena.
No obstante, Barrena admite que se siente intimidado por su propio logro. “Estoy un poco acomplejado, porque después de esto no sé cómo seguir. Que hayan puesto un mural de mi película en el cine al que iba de niño… ¿Cómo se iguala esto?”, confiesa. Aun así, ya está trabajando en su próximo proyecto, según él, otra historia basada en hechos reales, aunque esta vez espera abordarla con más calma. “Con los Goya y todo esto, ya me he relajado. Ahora quiero hacer cine de una forma normal, sin esa presión enorme”, confiesa.
“Siempre con Edu”
El director también aplaude al protagonista de El 47 Eduard Fernández, quien habló por primera vez en público sobre sus adicciones durante una entrevista con Jordi Évole en Lo de Évole. “Me parece muy valiente y un ejemplo a seguir”, comenta Barrena. “Quienes comparten sus problemas se convierten en un espejo para otros, una oportunidad para inspirar y ayudar. Eduard tiene una voz poderosa y usarla con honestidad es un acto de responsabilidad, coherencia y coraje. Siempre con Edu”, resalta.

Más allá del reconocimiento, Marcel Barrena defiende el cine como un espacio de reflexión y cambio. Con El 47, el cineasta no solo ha contado una historia, ha puesto sobre la mesa un debate necesario. Y aunque todavía no sabe cómo será su próxima película, hay algo seguro: seguirá contando historias que importan.