Comprar una joya de oro es más caro que hace un año. El gramo de este metal precioso ha subido unos 10 euros, situándose ya cerca de los 100 euros. Así lo confirma a Consumidor Global Cristina Yanes, presidenta de la Asociación de Joyeros, Plateros y Relojeros de España. Una cifra que, según la experta, no es de extrañar que siga aumentando a lo largo de este 2025.
Aunque existen varios factores que influyen en este incremento, las tensiones internacionales y los conflictos bélicos son dos de los principales. Y es que "el oro es de los valores más estables, por eso cobra fuerza en estos momentos cobra y hace que la subida sea mucho más agravante", sostiene Yanes.
Un valor refugio que se paga caro
El oro es considerado un valor refugio en tiempos de crisis. Esto refuerza su prestigio, pero encarece su adquisición. "Eso quiere decir que todas las subidas del oro repercuten en el consumidor final", subraya.
Así, el incremento de 5 o 10 euros por gramo en el oro de 24 kilates se traduce en precios significativamente más altos cuando este metal se convierte en joyería.
Una joyería menos accesible
A ello se suman los costes de aleación, la mano de obra y los impuestos. "La subida del oro es lo que más determina que los precios acaben aumentando. Sube mucho más el precio del oro que el de la mano de obra", afirma Yanes.
El resultado es una joyería menos accesible para el consumidor medio, quien se ve obligado, en muchas ocasiones, a buscar otros metales.
Alianzas de boda: hasta 1.500 euros por unidad
Las alianzas de boda son un claro ejemplo de cómo afecta esta subida al consumidor. La experta detalla que pueden costar de media entre 300 y 400 euros.
Su precio varía según la talla, el peso y el diseño, pero en términos generales "pueden costar entre 300 y 1.000 euros por unidad", explica Yanes. Y añade: "Supone un gasto importante para los novios, que cuando van a pagar las alianzas tienen un gasto mínimo de entre 1.000 y 1.500 euros".
Plata, platino o quilates más bajos: las alternativas
Ante el encarecimiento del oro, algunos consumidores buscan alternativas más asequibles. Según la experta, hay quien opta por alianzas de 14 o incluso nueve quilates, lo que supone una menor proporción de oro. También están ganando terreno metales como la plata o el platino, que "actualmente es incluso más barato que el oro", asegura.
No obstante, el oro de ley, especialmente el de 18 kilates, sigue siendo la opción preferida para quienes buscan una joya duradera. "El consumidor entiende que una alianza de oro es para toda la vida", afirma Yanes, quien reconoce que su clientela "no regatea" y valora el prestigio y la durabilidad del metal. Una joya que, en tiempos de volatilidad económica, se reserva para los bolsillos más pudientes.