La Justicia ha sentenciado las prácticas de All In Digital Marketing, S.L., la sociedad detrás de la tienda online AllZone. El Juzgado de Primera Instancia Nº 5 de Alcobendas ha condenado a la compañía a restituir el importe íntegro (584,59 euros) de un Samsung Galaxy S22, más intereses y costas del juicio, tras acreditarse que el móvil vendido como nuevo había sido manipulado y no era un producto oficial del fabricante.
Este veredicto es la confirmación judicial de un patrón de conducta que Consumidor Global lleva documentando desde el pasado mes de marzo. Este medio no solo ha dado luz a las más de 1.197 reclamaciones de afectados por entregas fallidas o reembolsos denegados, sino que también ha puesto en el punto de mira a su CEO, Pablo Moscoloni, cuyo historial empresarial revela la repetición de patrones análogos en empresas anteriores.
Dispositivos manipulados y falsificados
La sentencia llega en un contexto de creciente escrutinio sobre AllZone, ya denunciada por Facua y la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU) por su abultado historial de reclamaciones. Cabe recordar que este medio reveló que la compañía llegó a amenazar con una demanda de 80.000 euros a un cliente que contó su mala experiencia en la red social X.
Ahora, AllZone ha sido llevada a juicio por comercializar dispositivos manipulados y falsificados, como ha evidenciado el caso de Jorge Fernández.
El caso
La disputa legal de este caso se originó en el verano de 2023, cuando Fernández, el demandante, adquirió un móvil Samsung Galaxy S22 que presentó fallos técnicos a las 24 horas de su recepción. “No tenía ninguna idea de que actuaran de mala fe. Ese año no había un número de quejas como ahora y me confié”, relata a Consumidor Global.
Al reclamar, la respuesta de AllZone consistió en proponer un procedimiento de garantía que, según el afectado, se demoraría cerca de tres meses.
Un móvil Samsung manipulado
Ante esta dilación, el cliente optó por acudir a un servicio técnico oficial de Samsung para agilizar el diagnóstico. Fue en dicho centro donde se reveló la naturaleza del problema.
Un informe pericial del propio fabricante concluyó que el dispositivo no era original. Específicamente, el código QR de la placa base no se correspondía con los registros de Samsung, lo que indicaba que el móvil había sido manipulado y, por tanto, la garantía quedaba invalidada.
La telaraña de mentiras y un proveedor fantasma
Con esta prueba documental, Fernández solicitó a AllZone la resolución del contrato y la devolución del importe abonado. Pero, lejos de asumir su responsabilidad, inició una estrategia evasiva. Tras retener el teléfono durante varios meses, la empresa envió un correo electrónico al cliente en el que afirmaba que el teléfono había sido “reemplazado”. Adjuntaban un informe de un proveedor alemán llamado Yukatel.
“Yo traduje el informe en alemán de una tienda no oficial (Yukatel) y no certificaba un reemplazo, sino una mera actualización de software”, denuncia Fernández en referencia a la mentira de AllZone. Además, el proveedor carecía de homologación oficial por parte de Samsung, un hecho que fue confirmado por escrito por el departamento legal del fabricante a instancias del demandante: “Yukatel no pertenece a Samsung ni tiene nada que ver con nosotros. Ni en España, ni en Europa, ni en Estados Unidos”.
AllZone no se entera de qué va el juicio
Dos años después, el pasado 18 de septiembre se celebró el juicio que puso de manifiesto la debilidad de la defensa de AllZone. “Yo pensaba que me iban a desplumar, pues no tengo formación jurídica”, confiesa Fernández. Pero la realidad fue muy distinta.
El primer movimiento de los abogados de AllZone fue sacar el teléfono y ponerlo sobre la mesa, ofreciéndoselo al demandante. Según Fernández, la reacción de la magistrada fue fulminante: “¿Pero vosotros no os habéis enterado de qué va este juicio? ¿No sabéis que el cliente no pide el teléfono, sino que os está demandando porque quiere el importe después de que le hayáis vendido un teléfono manipulado?”.
La sentencia: “He ganado”
A partir de ahí, la defensa de AllZone se desmoronó. La jueza desestimó los argumentos de la empresa, que intentó contraponer el informe no oficial de Yukatel a la prueba pericial del fabricante. Asimismo, según el testimonio de Fernández, la jueza cuestionó con severidad la pretensión de la compañía de usar su volumen de facturación como argumento exculpatorio.
Fernández describe a este medio que salió del juicio con la sensación de que la defensa de AllZone había sido “una chorrada de argumento”, “muy poco preparada” y con una “capacidad de argumentación muy básica”. El 26 de septiembre, la sentencia del Juzgado de Primera Instancia Nº 5 de Alcobendas le dio la razón. “He ganado”, informa el afectado.
Lo que confirma el fallo judicial
La sentencia, a la que ha tenido acceso Consumidor Global, es firme y contundente. La magistrada estima íntegramente la demanda y condena a All In Digital Marketing, S.L. a devolver a Jorge Fernández los 584,59 euros, más los intereses y las costas del juicio.
El fallo judicial confirma, punto por punto, la versión del cliente:
- Queda acreditado que el teléfono “presentó defectos de forma casi inmediata” y, lo que es más importante, que “el terminal adquirido no respondía a aquel que creía el demandante estar adquiriendo”, basándose en el informe de Samsung que certificaba que “el QR de la placa no pertenece al registrado en Samsung, que el terminal está manipulado y no es oficial”.
 - La sentencia desmonta la defensa de AllZone, señalando que frente a las pruebas del demandante, la empresa “se limita a negar que Yukatel no sea servicio oficial de Samsung”.
 - La jueza critica que los plazos y actuaciones de AllZone “dilatan en el tiempo una solución razonable”, impidiendo de facto el derecho del consumidor a desistir de la compra.
 
Tras el fallo, la jueza apunta: “Notifíquese esta resolución a las partes haciéndoles saber que es firme y que contra la misma no cabe formular recurso alguno. Dispongo que se lleve esta sentencia al Libro de Sentencias de este juzgado, dejando certificación del mismo en las actuaciones y que se tome oportuna nota en los Libros-Registro”.
AllZone no se pronuncia al respecto
Consumidor Global se ha puesto en contacto con AllZone, pero la empresa ha decidido guardar silencio, tal como ha ocurrido en otras ocasiones recientes. Mientras tanto, su tienda online sigue funcionando y las denuncias de nuevos afectados no dejan de crecer.
Este veredicto, si bien supone una victoria crucial para un consumidor, no parece haber alterado la operativa de la empresa de Pablo Moscoloni. Lejos de cesar, las quejas contra AllZone continúan llegando a la redacción de este medio, describiendo un panorama que evoluciona hacia prácticas de mayor gravedad. A las ya conocidas denuncias por productos no entregados y reembolsos bloqueados, se suman ahora irregularidades de mayor calado, como la venta de material no original destapada en este proceso. “Quizás a otros usuarios les falla el teléfono y nunca saben que fue por ser falso. Se lo envían a AllZone, les dan otro oficial y pasa desapercibido”, concluye Fernández.