“¡Vuelven los espárragos!”, escribía Ametller Origen en su newsletter del pasado 15 de abril de 2024, cuando se inicia la temporada de esta verdura rica en fibra, que dura hasta finales de mayo.
Como si a la cadena de distribución catalana le importasen mucho las temporadas de cultivo y recolecta de las hortalizas y las frutas.
Ametller Origen y sus espárragos de Perú
En pleno invierno, Ametller Origen vende espárragos verdes de Perú en sus tiendas a 5,99 euros el manojo.
“Trabajamos cada día en nuestros campos, en nuestros obradores y en nuestras tiendas para garantizar sabor y calidad desde el origen” o “Queremos ser neutros en emisiones de CO2 en 2027”, presume en su página web la cadena que importa los espárragos de un país situado a 9.627 kilómetros de distancia.
Otras aberraciones
Esta aberración, viniendo de Ametller Origen, ya no sorprende a los consumidores. Pero hay más.
Y es que en sus establecimientos “de proximidad” también se pueden encontrar peras holandesas (3,99 el kilo), lechuga belgas, patatas francesas, tomates secos tunecinos y ciruelas de Sudáfrica.
Alternativas sostenibles de proximidad
Por suerte, en el mercado es fácil encontrar espárragos verdes de proximidad, y mucho más económicos que los de Ametller, incluso en invierno.
Los gruesos de Carrefour son todos andaluces, principalmente de Córdoba y Granada, y van a 4,05 euros el manojo de 300 gramos. Los finos de Eroski y Alcampo también son españoles, y se venden a 2,69 y 2,89 euros, respectivamente. Otro ejemplo de que comprar de proximidad sale barato para el bolsillo y para el planeta.