Adiós a los pies fríos: este es el truco japonés infalible y más desconocido
Las abuelas siempre han dicho que si andabas descalzo acabarías acatarrándote, descubre el método asiático infalible que pone el foco en tus pies para mantener tu temperatura corporal estable

El año ha comenzado con lo propio de principios de años, un fuerte descensos de las temperaturas. Ante esta situación, muchas personas viven con la mente puesta en el edredón de casa. No hay nada más incómodo que la sensación de tener frío metido el frío en el cuerpo todo el día, como la sensación de calor y confort después de un día helador en el exterior.
Pocas sensaciones son tan desagradables como tener los pies helados. La cantidad de frío que pueden acumular es impresionante y a menudo parecen tardar una eternidad en calentarse. Este invierno no está siendo el más benévolo en cuanto a economía se refiere, basta con observar las facturas de electricidad y gas para notar que calentar el hogar se ha vuelto un lujo inalcanzable para muchos bolsillos. Con el alza en los costos energéticos, encontrar formas alternativas de mantener el calorcito en tus pies se ha convertido en una necesidad real.
Los mejores trucos para calentarte los pies este invierno
Y es que los pies son una de las partes del cuerpo más afectadas por las bajas temperaturas, y esa incomodidad puede ser muy molesta. Si eres de esas personas que siempre tienen los pies fríos a pesar de abrigarse bien y usar varios pares de calcetines sin obtener mejoría, presta atención, porque hay un método de lo más eficaz para mantenerlos calientes. Aplicando algunas estrategias sencillas, es posible mantener el calor sin depender en exceso de poner la calefacción más alta.
Evita fuentes de calor directas
Cuando intentamos calentar nuestros pies, lo primero que nos viene a la mente es acercarlos a una fuente de calor. ¡No lo hagas! Esto solo brinda un alivio momentáneo y, al alejarte, el frío volverá de forma mucho más punzante e incómoda. Además, someter los pies a cambios bruscos de temperatura puede afectar la circulación sanguínea, lo que a la larga podría hacer que la sensación de frío sea aún peor.

El remedio japonés de la guindilla
Japón cuenta con varios trucos para combatir el frío. Uno de los métodos más curiosos, aunque no del todo recomendable si eres propenso a la dermatitis atópica, consiste en colocar una guindilla dentro del calcetín, justo en la zona de los dedos. La guindilla es rica en capsaicina, una sustancia que produce una sensación de calor en la piel. Sin embargo, si se usa en exceso, puede causar irritación, por lo que no es la opción más segura para todos los tipos de pieles.

Opta por fibras naturales
Para cuidar tus pies, lo ideal es usar calcetines de calidad fabricados con fibras naturales como el algodón o la lana, que permiten la transpiración y conservan mejor el calor. No es necesario usar varios pares de calcetines a la vez, ya que si comprimen demasiado los pies, impedirán una correcta circulación sanguínea, causando el efecto contrario. Busca modelos que sean gruesos, pero transpirables, permitiendo que la humedad no se acumule.

Alternativas para mantener el calor
A pesar de usar calcetines, es posible seguir sintiendo frío en los pies. Pero no te preocupes, existen muchas otras formas de mantenerlos calientes. Una excelente solución es adquirir un calientapiés, una pequeña manta diseñada para cubrir hasta los tobillos. Es perfecta para relajarse en el sofá o mientras trabajas desde casa.

Otro alivio inmediato es ponerse pantuflas adecuadas. No hay mayor placer que llegar a casa y quitarse los zapatos, pero hacerlo en invierno puede ser una experiencia helada si pisas el suelo descalzo.

Por eso, busca zapatillas de casa hechas de materiales gruesos como la lana, el pelo o el borreguito para mantener el calor. También puedes utilizar plantillas térmicas en tu calzado diario para proporcionar un aislamiento adicional.
Alimentación para calentar los pies
La dieta también juega un papel clave en la regulación de la temperatura corporal. Consumir alimentos como canela, cayena y pimienta, así como aquellos ricos en vitaminas E, K y C, puede mejorar la circulación sanguínea y calentar los pies desde el interior.
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Vitamina C: Presente en verduras de hoja oscura, acelgas, coles de Bruselas y cítricos.
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Vitamina E: Encontrada en frutos secos, espinacas, pimientos y espárragos.
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Vitamina K: Se obtiene de lechugas, perejil, acelgas y col rizada.
Baños de agua tibia y actividad física
Sumergir los pies en agua tibia o caliente es una estrategia efectiva para estimular la circulación y generar calor. Otra opción es realizar caminatas cortas o ejercicios específicos para activar el flujo sanguíneo y mantener los pies calientes por más tiempo después de una jornada sedentaria.

Permanecer mucho tiempo sentado puede dificultar la circulación sanguínea, haciendo que los pies se enfríen rápidamente. Para evitarlo:
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Realiza ejercicios en casa. Cuanto más te muevas, más calor generará tu cuerpo.
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Si llevas mucho tiempo sentado y sientes frío en los pies, muévelos, estíralos y flexiona los dedos repetidamente hasta que recuperes la sensación de calor.
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Balancea las piernas de 30 a 50 veces mientras estás sentado en una silla o en el borde de la cama. Este movimiento mejorará la circulación.
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Masajea tus pies con aceites o cremas. Frota toda la superficie, incluidos los dedos, y después ponte calcetines o pantuflas gruesas para conservar el calor.
Siguiendo estos consejos, podrás mantener tus pies cálidos durante todo el invierno sin necesidad de recurrir a fuentes de calor temporales. ¡Di adiós al frío y disfruta del confort en casa!