El hábito nocturno de Nicole Kidman para estimular la mente: "Lo hago en secreto"

Por qué la actriz se despierta a las 3 de la madrugada y cuál es su ritual secreto para activar la mente y la creatividad

Nicole Kidman / EP
Nicole Kidman / EP

En medio del glamour de Cannes, donde el cine se mezcla con la reflexión y el compromiso, Nicole Kidman reveló algo más íntimo que cualquier alfombra roja: su peculiar hábito de escritura nocturna.

Aunque desde fuera parezca tenerlo todo —éxito, reconocimiento, estabilidad—, hay algo que incluso las grandes estrellas no pueden apagar: las ansias creativas. Esa necesidad profunda de seguir explorando, de dar forma a ideas que surgen en los márgenes del sueño, en momentos de soledad y silencio.

Nicole Kidman, referente del cine y la televisión, es un ejemplo vivo de esta inquietud interna. A pesar de su apretada agenda y su estatus consagrado, encuentra inspiración en el rincón más inesperado de la noche: las tres de la madrugada, cuando el mundo duerme y la mente —libre de ruido— se vuelve fértil.

El secreto nocturno de Nicole Kidman: su ritual creativo de las 3 de la mañana

“Lo hago en secreto”, confesó con una sonrisa. Cuando el mundo duerme, ella se despierta para escribir. Es un momento solo suyo, casi ritual, donde las ideas emergen con claridad y sin filtros.

La actriz australiana no solo deslumbra frente a las cámaras; detrás del telón, cultiva una vida interior rica en creatividad, poesía y filosofía. “A esa hora, los sueños y la psique están muy presentes. Es como si la realidad se aflojara un poco, y las historias encontraran espacio para nacer”, explicó. Aunque insiste en que no tiene planes de escribir su propio guion (por ahora), admite que las madrugadas le regalan pensamientos que termina compartiendo con directores: pequeñas semillas para futuras historias.

Un retorno espiritual a la pantalla

Este impulso creativo también se refleja en su regreso como la enigmática Masha en la segunda temporada de Nine Perfect Strangers, ya disponible en Amazon Prime Video. En esta nueva entrega, Kidman vuelve a encarnar a la mística guía de un exclusivo retiro de transformación, donde un nuevo grupo de huéspedes llega en busca de sanación. Pero no solo ellos están en proceso de cambio: Masha también debe enfrentar sus propias sombras.

La serie, basada en la obra de Liane Moriarty, continúa el trío ganador que Kidman forma con el productor David E. Kelley y la escritora australiana, un equipo que ya había dado vida a éxitos como Big Little Lies y The Undoing. Aquí, el bienestar es mucho más que una tendencia: es un viaje profundo hacia uno mismo.

Una promesa que se convirtió en bandera

Durante el evento Women in Motion, organizado por Kering en el marco de Cannes, Kidman compartió otro de sus compromisos: trabajar con al menos una directora cada 18 meses. Una promesa que hizo hace ocho años y que ha cumplido con creces —ha colaborado con 27 mujeres cineastas desde entonces—.

“No esperé a que fuera posible, decidí hacerlo posible”, declaró con firmeza. En su discurso, subrayó la importancia de rodear a las directoras con un entorno seguro y fértil donde puedan florecer: “Hay que arriesgarse, apoyarlas, guiarlas y protegerlas”. Su mensaje no es solo de acción, sino de sororidad estratégica.

Creatividad en la quietud de la noche

Lo que Kidman practica —levantarse antes del amanecer para escribir— es más común de lo que parece entre artistas y escritores. La madrugada, según muchos expertos en psicología creativa, es una franja horaria donde el silencio y la oscuridad abren un espacio mental único. Sin el bullicio del día, sin notificaciones ni compromisos, las ideas fluyen más naturalmente.

Una persona escribiendo en la quietud de la noche/ CANVA
Una persona escribiendo en la quietud de la noche/ CANVA

Entre los beneficios de este horario poco convencional, pero realmente efectivo para menesteres que impliquen creatividad:

  • Menor estimulación externa: el entorno es más sereno, permitiendo una concentración plena.

  • Estado emocional más introspectivo: el cansancio y el recogimiento del final del día facilitan el contacto con lo más auténtico del ser.

  • Procesamiento inconsciente: durante el sueño, el cerebro conecta ideas y resuelve problemas; despertarse en ese limbo puede permitir capturar pensamientos frescos y reveladores.

  • Menos juicio, más libertad: en la madrugada, la crítica interna suele relajarse, lo que permite escribir sin miedo al error.

El arte de no encasillarse

En esta etapa de su carrera, Nicole Kidman se muestra abierta a nuevas experiencias. “No quiero sentirme cómoda”, dijo. “Quiero experimentar, explorar lo desconocido”. Su búsqueda personal y profesional se entrelaza con una mirada hacia el futuro, apostando tanto por nuevos talentos como por historias profundas que inviten a reflexionar.

Quizás por eso escribe de madrugada. Porque en ese instante, entre el sueño y la vigilia, las historias se revelan sin pedir permiso. Y Nicole, silenciosa, pero decidida, las escucha con lápiz en mano.