"Creo que todos deberíamos ser conscientes de cómo nos vestimos. La moda puede empoderarnos y ayudarnos a expresar nuestra verdadera identidad". Con esta cita de Tom Ford arranca No tengo nada que ponerme (editorial VR Europa), el primer libro de Natalia Cebrián.
Una guía de estilo personal que recoge una década de experiencia compartida en su perfil de Instagram, donde más de 630.000 seguidores la tienen como referente en asesoría de imagen y moda. En medio de la vorágine de presentaciones, en una sala del hotel Kimpton Vividora (Barcelona), Consumidor Global entrevista a la influencer para charlar sobre su libro, moda y cómo comprar con conciencia transforma algo más que un armario.
--¿Qué le llevó a escribir 'No tengo nada que ponerme'?
--Escribir un libro siempre había estado entre mis objetivos. El típico sueño que tienes pero que realmente no sabía si llegaría a ocurrir. Cuando la editorial me lo propuso, pensé que era el momento perfecto y también una forma de recabar y poner en papel todo el trabajo que he hecho durante estos diez años en Instagram.
--El título, 'No tengo nada que ponerme', es una frase que todas hemos dicho.
--Literal. Fue de las primeras cosas que pensé. Buscaba un título que representara realmente qué va a solucionar este libro. Es una de las expresiones que más he repetido y que mis seguidoras, en más de una ocasión, han dicho.
--¿Por qué a veces sentimos que no tenemos nada que ponernos?
--Hay muchísimos motivos. Comprar excesivamente, no tener un estilo definido… Pero también una parte muy importante, que es el primer capítulo de este libro, consiste en saber exactamente quiénes somos y qué queremos transmitir. La moda es una herramienta que trabaja para nosotros y no nosotros para ella.
--¿Por qué decidió crear una guía en siete pasos?
--Cuando me planteé hacer el libro, busqué publicaciones parecidas y me encontraba con libros totalmente desfasados, técnicas o conocimientos de asesoría un poco estancados. Mi idea era hacer un método simple, fácil y que se pudiera releer. Es un libro práctico e interactivo porque tiene códigos QR para poder entrar a los vídeos de Instagram.
--¿Qué debe haber en un buen fondo de armario?
--Yo no soy partidaria del fondo de armario estándar porque existen muchísimas siluetas y estilos. Yo apoyo hacer un análisis individual de cada armario. ¿Cuáles son las prendas que más se repiten? Unos jeans, una camiseta blanca y unas sneakers… Y a partir de ahí que seas capaz de definir tu armario cápsula. Existen varias técnicas que también explico en el libro. El armario cápsula debe crearlo cada una.
--¿Para definir nuestro estilo es necesario comprar ropa constantemente y de forma compulsiva?
--Cuanto mayores nos hacemos, apreciamos más la calidad frente a la cantidad, que es algo de lo que pecamos un poco cuando somos más jóvenes. Hay ciertas técnicas para comprar de forma consciente. Por ejemplo, me gusta mucho pensar en tres looks antes de comprar una prenda. Si estás en la tienda y ya puedes visualizar cómo te van a quedar esos tres outfits, posiblemente es una prenda que vas a amortizar. Si no, caes en la compra compulsiva. Llegas a casa y piensas: '¿Con qué me lo pongo?'.
--¿Considera que las redes sociales influyen en estas compras?
--Totalmente. Las tendencias y las redes sociales muchas veces hacen que nos olvidemos del estilo definido. Ese boom que vemos de trends hace que, a veces, caigamos en esas tendencias sin haber analizado si van o no con nuestro estilo.
--Actualmente, lo que se pone de moda en Zara, lo llevamos todos. ¿Cómo podríamos diferenciarnos?
--Lo primero es una buena actitud. He visto a gente vestida de grandes marcas y a otras vestidas con fast fashion, y en función de su actitud, su look me ha impresionado muchísimo más que otro con un presupuesto totalmente desproporcionado. La actitud es un punto muy importante.
--El estilo no se limita a las marcas más caras...
--Para nada. Un ejemplo que me gusta muchísimo es el caso de Olivia Palermo. Mostraba cómo podías llevar un bolso de una superfirma con una falda que podía ser de Zara, pero nadie se llegaba a plantear que esa falda fuera de Zara por el estilo, por la combinación, por su actitud…
--¿Hasta qué punto la ropa influye en cómo nos sentimos?
--En el libro, hay un capítulo muy interesante sobre el análisis del color y cómo influyen en nosotros. A veces, cuando me cae un poco de hate por este tema, me remito a la parte más técnica, donde el propio color demuestra que los días que estás un poco más de bajona te vistes de negro, ¿no? El día que tienes una cita y quieres impactar te pones un labial rojo para animarte. Sin duda, los colores afectan a nuestro estado de ánimo y a cómo nos sentimos
--En redes sociales hay mucha sensibilidad con los diferentes tipos de cuerpos, pesos, siluetas… ¿cómo lo encaja?
--No tengo grandes cantidades de hate, pero sí que alguna vez ha surgido por algún comentario o palabra que se ha malinterpretado. Siempre digo que existe cierta hipocresía entre lo que la gente quiere ver y lo que necesita.
--¿A qué se refiere?
--Cuando hablamos de potenciar alguna zona respecto a otra, no se trata de menospreciar o de no sentirnos a gusto. Al revés. Me quiero aceptar y para aceptarme voy a sacar mi mayor potencial ayudándome con la ropa. No se trata de esconder o disimular, sino de conocernos, potenciarnos y embrace it [abrazarnos].
--¿Qué espera que sienta o cambie una persona al leer su libro?
--Además de la parte estética y de que puedan encontrar su estilo, este libro ha sido una transformación. La moda pretende ayudarnos, permitirnos demostrar quién queremos ser, pero para eso hay que hacer un parón. Da igual el momento vital en el que estés, la edad o a lo que te dediques, al final la moda siempre está ahí para ayudarnos y para hacer ese cambio.
--¿Habrá segunda parte de 'No tengo nada que ponerme'?
--Pues no lo sé. La verdad es que no me lo había planteado, pero me encantaría. Habría que pensar qué ponemos porque ahora ya tengo qué ponerme.