¿Cómo afecta a tu estado de ánimo consumir fruta y verdura?

Las frutas y verduras son esenciales en una dieta saludable y equilibrada, y mejoran el estado físico. Lo que no todo el mundo sabe es que, además, su consumo afecta a nuestras emociones. En concreto, el 71 % de los españoles que las comen a diario declaran sentirse más felices. Así se desprende de una encuesta elaborada por Florette dentro de su campaña #ComerBienParaSerFeliz, en la que también se concluye que el 57 % de los consumidores sabe que estas materias primas además de hacerles sentir mejor físicamente, les aportan a nivel emocional.

De hecho, las frutas y verduras pueden ser una solución natural a algunos de los grandes problemas de este siglo. El estudio desvela que el 30 % de los consumidores de estos productos se sienten más tranquilos gracias a ellos, el 27 % tiene más energía, el 25 % declara tener menos ansiedad y estrés, y el 18 % se siente menos irritable.

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Relación entre las emociones y la alimentación

Estos datos ponen de manifiesto la relación entre las emociones positivas y una alimentación rica en frutas y verduras. De acuerdo con Mareva Gillioz, dietista integrativa y coach especializada en alimentación y bienestar emocional, esto sucede porque nuestro cerebro e intestino están estrechamente relacionados.

Concretamente, nuestra microbiota intestinal regula nuestro bienestar y salud emocional. Así, según la experta, si el intestino está inflamado y molesto por la comida, el consumidor tendrá una "mente inflamada".

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Consumidor Global

¿Qué nos hace felices?

Como indica el estudio de Florette, la mayoría de los españoles opta por frutas y verduras cuando está alegre y tranquilo. Además de esto, los encuestados señalaron que hacer ejercicio y escuchar música son las cosas que mejor les hacen sentir. También, para ocho de cada diez españoles, contribuir al cuidado del medioambiente es algo que les hace sentir plenos, lo que hacen a través de una alimentación sostenible. En concreto, al 55 % de consumidores españoles les gusta elegir productos frescos, al 47 % aprovechar las sobras de una comida para hacer otra, y al 45 % evitar el desperdicio alimentario.

Al contrario, cuando el consumidor se siente triste o estresado, suele recurrir a dulces como el chocolate y las golosinas.