La creadora de la tortilla de Mercadona nos revela los secretos de su triunfo

Este producto que cuesta menos de 2 euros se ha convertido en el superventas inesperado de la cadena de supermercados valenciana

Tortilla de patatas de Mercadona / MERCADONA
Tortilla de patatas de Mercadona / MERCADONA

La tortilla de patatas, junto a la paella, es una de nuestras recetas más populares allende los mares. Con tan solo cuatro ingredientes aceite de oliva, huevo, patatas, cebolla y sal–, este plato conquista hasta los paladares más sofisticados. No hay ni un sólo bar a lo largo y ancho de España que no la tenga entre sus tapas habituales. Y, desde hace algún tiempo, tampoco hay supermercado que no la ofrezca a sus clientes. Y la tortilla de Mercadona, contra todo pronóstico para los más sibaritas, se ha convertido en un superventas

Con un peso de 600 gramos, el preparado de Hacendado es uno de los productos insignia de la cadena valenciana que, además, se vende por 1,95 euros. Pero, esta tortilla tan querida ha sufrido una metamorfosis con los años. Eva Belén García, la creadora de la receta de Mercadona, cuenta a Consumidor Global cómo ha sido este cambio y los secretos de este manjar para muchos. 

Eva Belén García con el producto de Mercadona/ MERCADONA
Eva Belén García con el producto de Mercadona/ MERCADONA

La tortilla de Mercadona y su cambio de receta 

García vive para enamorar al jefe –como llama Mercadona al cliente– con su tortilla de patatas. Para conquistarlo, la cadena de distribución hace catas de todos sus productos y cumplir así con las expectativas de sabor, textura, materia prima y envase.

García lleva 14 años dedicados a la tortilla. Y el 2017 fue un año clave. “Hubo un cambio importante, ya que detectamos que el producto no cumplía las expectativas del cliente”, corrobora. A su juicio, en ese momento el consumidor pedía calidad, quería que el producto de Hacendado fuera lo más parecida a la que se hace en casa. “Mejoramos la materia prima y reducimos la cantidad de azúcar y conservantes”, subraya. 

Del envase al vacío a la bandeja

Hace ya cuatro años el superventas también cambió de envase. Y, aunque, el packaging del alimento puede parecer un rasgo secundario, fue el golpe de efecto que necesitaba este preparado. En lugar de utilizarse un envase al vacío, se incorporó la bandeja. De esta manera, tal y como detalla García, “la tortilla se conserva mejor, el consumidor tiene un plato para consumirla donde quiera y cuando se saca del microondas hay menos riesgo a que se queme”, reconoce. 

Además, este nuevo soporte, posibilitó que el interior del preparado quede un poco más crudo, con el huevo cuajado, pareciéndose así más a  la tortilla que se pide en un bar. 

Eva Belén y una consumidora con el preparado de Mercadona / MERCADONA
Eva Belén y una consumidora con el preparado de Mercadona / MERCADONA

La tortilla de Hacendado con cebolla

Con esta nueva receta Mercadona revolucionó la tortilla de supermercado. Pero la misión de García no acabó ahí. “Las preferencias del consumidor cambian con el tiempo y siempre hay cosas que mejorar”, admite. De hecho, este último año Mercadona volvió a cambiar su receta y también el envase.

“El cliente quiere la cebolla más pochada que nunca, no le gusta masticarla, sino intuirla”, comenta la experta. Así que se ajustaron a esta petición. Además, el color también es importante. “El plástico negro es mucho más costoso de reciclar y  sabemos que, aparte del sabor y calidad, el consumidor también está preocupado por el medioambiente”, incide García.

Una tapa a base de tortilla de patatas / EP
Una tapa a base de tortilla de patatas / EP

¿Qué opinan los nutricionistas?

La tortilla de Mercadona  está hecha, en un 53 %, de patatas y tiene un 30 % de huevo, aparte contiene cebolla frita, aceite y sal. Su valor energético es de 157,6 kilocalorías, tiene 11 gramos de grasas –de los cuales 1,6 gramos son saturadas--, 1 gramo de sal y 2,2 gramos de azúcar. Según Fátima Toledo Suárez, dietista en la consulta Brain4gainzz, la mejor opción siempre es hacerla en casa, ya que es la única manera de controlar las cantidades de aceite y sal. Pero, en caso de no ser así, “la de Hacendado me parece una opción muy interesante”, matiza. 

Asimismo, para Toledo es importante subrayar que este producto tiene los mismos alimentos que utilizaríamos en casa, y “sólo tiene un aditivo que actúa como conservante”, sostiene. Además, la de Hacendado es baja en azúcares y, aunque sea un producto de consumo ocasional, “es un procesado de calidad”, concluye Toledo.

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