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Tarjeta amarilla a Panini por la subida sostenida del precio de sus cromos de LaLiga

Los coleccionistas critican que los sobres cuesten ya un euro: “Era una afición y ahora es un privilegio”

Juan Manuel Del Olmo

Un sobre de cromos de LaLiga de Panini / CG

La canción de apertura de Oliver y Benji, la mítica serie de anime, decía que las dos estrellas “solamente juegan para ganar, pero siempre con deportividad”. De eso estaba hecho el espíritu que forjó muchas pasiones futboleras en la infancia: competitividad desde la ilusión y la diversión más genuina. Pero corren tiempos de poca deportividad para los aficionados al balompié. Y no solo porque en pocos meses se vaya a jugar un mundial en Qatar, por los problemas técnicos con DAZN o por la subida de precio de los abonos, sino por algo más pequeño y elemental: los cromos. Con las tarifas de los sobres de LaLiga, Panini ha provocado el cabreo de muchos aficionados.

En la edición 2021-2022, el coste del sobre era de 0,80 euros, y este año ha subido a 1 euro. Sin embargo, antes el sobre contenía seis cromos, y ahora son ocho, así que, en realidad, resulta más barato que la campaña pasada (de 0,133 euros a 0,125). Pero, si se mira con más perspectiva, el ascenso es preocupante: los sobres de la Liga vendidos por Panini han pasado de costar 0,24 € en la temporada 2001-02 a un euro en la 2022-23, un aumento del 320 %. Así, muchos padres que desean inculcar la pasión de los álbumes a sus hijos se quedan en fuera de juego.

Entre la tristeza y el cachondeo

En redes sociales, el cabreo es el sentimiento generalizado por la decisión de Panini para la campaña 2022/2023, pero también hay quienes se lo toman a cachondeo y apuntan que la inflación ya sirve de excusa para todo. “Los cromos vienen de Ucrania”, bromea un usuario en Twitter. Aytami Arbelo está en el equipo de los que no se lo toma a risa. “Este año, al menos en redes sociales, he visto un cierto boom de todas las edades en cuanto a los cromos de fútbol, y me entró el gusanillo interno de revivir los tiempos de niño en los que sí me interesaba bastante y los coleccionaba. Llevaba años sin coleccionarlos, quizá 15”, cuenta a Consumidor Global.

Un quiosco / UNSPLASH

Su motivación era, sobre todo, nostálgica, pero las tarifas la han cercenado: “Recuerdo que, cuando de niño mis padres me mandaban a comprar algo a la tienda, con las sobras me podía permitir uno o dos sobres, ya que costaban aproximadamente 30-35 céntimos cada uno, y así iba completando la colección”. Pero a día de hoy, cree que el coste es “una barbaridad”. En este medio nos hemos acercado a algunos quioscos para saber qué piensan los que llevan toda la vida vendiendo estampas. En uno de la madrileña calle Atocha, junto a la plaza de Antón Martín, el quiosquero cuenta que ahora “todos los cromos coleccionables valen un euro”. No lo dice con resignación ni con pena, sino como un hecho inamovible.

La falta de Messi y Cristiano afecta a LaLiga

Este quiosquero no ha notado, de momento, un descenso en las ventas de cromos, pero admite que puede haber algo menos de interés, aunque no sea por las tarifas. “LaLiga no es lo que era. Antes todos los críos querían el cromo de Cristiano o de Messi, y ahora esas figuras no están”, relata.

Juanjo Larramona empezó a coleccionar cromos de fútbol en 1981. “En aquella época, un sobre de los de cartón costaba cinco pesetas. Los de Panini eran de pegatina y valían 10 pesetas. En cuatro décadas, el precio se ha multiplicado por 16. En este periodo de tiempo, es evidente que los sueldos no han subido tanto, ni muchísimo menos”, expone. Además, cree que, aunque este año sean más baratos respecto a la temporada anterior, los de la 2020-2021 eran mucho más grandes. “Sí, meten dos cromos más, pero no es lo mismo pagar 80 céntimos de golpe que un euro. Creo que una vez que se ha llegado al euro, no se bajará de allí”, arguye.

Diferentes jugadores de la presente campaña / CG

De los niños a los mayores

Pese a todo, el proyecto de Larramona es a largo plazo. “Todos los años compro los álbumes. Si tengo tiempo y disponibilidad, hago la colección hasta cierto punto, pero pienso que el día de mañana, cuando esté jubilado, me podré dedicar a mis hobbies y conseguir acabar todas las que voy dejando a medias”, señala. Su caso quizá refleje una tendencia: un coleccionismo que deja de ser para los más pequeños, que, además, tienen más estímulos. “A medio plazo, si no hay un cambio, el cromo lo mantendrá la gente mayor, y no los niños, porque no podrán permitírselo”, razona este experto.

Algo similar opina Jesús Ignacio, un apasionado de Santander que recuerda que sus primeras colecciones de LaLiga “eran allá por 2005-2006, y los sobres valían entre 50 y los 60 céntimos”. En Santander, relata, en la Plaza Pombo existe la costumbre de ir los domingos a cambiar cromos de las diferentes colecciones que se hacen, y además de intercambiar se puede comprar  “Los especiales, que no salían nunca en los sobres, eran 10 o 20 céntimos”, indica. Es decir, en el mercado secundario, hasta las rarezas eran asequibles. “Me planteo hacer el álbum todos los años porque me gustaba mucho coleccionar los cromos y quiero retomarlo, pero veo que es algo carísimo”, cuenta.

El córner de un campo / UNSPLASH

El precio se multiplica por 5 en 25 años

A juicio de Jesús Ignacio, la facilidad de Panini para subir el importe se explica por su falta de competencia. “Si quieres hacer cromos de pega de toda la vida, solo tienes esos, la alternativa son las cartas Adrenalyn que siempre fueron más caras por el material. Multiplica ocho cromos a un euro por el número de sobres que son necesarios para completar la colección, y súmale un 40 % (tirando por lo bajo) de cromos que van a salir repetidos. El dinero que cuesta hacer una colección es inaccesible para muchas familias”, denuncia. En este sentido, Larramona calcula que, para completar el álbum, sería necesario invertir unos 200 euros.

Tal y como indicó el pronosticador profesional deportivo Josemmabet en su cuenta de Twitter, “Panini ha multiplicado su precio por más de 5 en 25 años. En la temporada 94/95, un sobre de cromos valía 25 pesetas (0,15 euros). En la 19/20, un sobre costaba 0.80 euros”. Eso expulsa a los participantes. “Es algo que ha pasado de ser un juego de niño que no suponía un esfuerzo a un privilegio. Creo que pocas familias podrán permitirse completar el álbum y gastar ese dinero, y más si se tiene en cuenta que, normalmente, después habría que comprar el álbum, que supone otro gasto extra. Es una pena”, subraya Arbelo.