Así es el nuevo Nesquik sabor plátano de Nestlé: sin plátano y con un 82% de azúcar
La marca del grupo Nestlé se reinventa con unos polvos solubles de sabores elaborados a partir de aromas en los que no hay ni rastro de la fruta

Los lineales de los supermercados están repletos de nuevos productos con los que las marcas se reinventan. En ocasiones, también toman el pelo al consumidor.
Nesquik ha lanzado unos nuevos polvos solubles con sabor a plátano. Algo que, a priori, invita a pensar que es más sano frente al cacao en polvo. Pero nada más lejos de la realidad.
Así es el nuevo Nesquik sabor plátano de Nestlé
La marca del grupo Nestlé ha lanzado una nueva variedad que promete un toque tropical. Sin embargo, basta con leer la etiqueta para descubrir que el producto no contiene ni un gramo de plátano.

En su lugar, la mezcla está elaborada principalmente con azúcar: 82 gramos por cada 100 de producto, más de cuatro quintas partes del polvo soluble. Le sigue la fibra soluble de maíz y un aroma natural que es el encargado de replicar el sabor de un plátano acompañado de un colorante que da la tonalidad adecuada.
Un producto caro para el bolsillo y la salud
El precio en supermercados como Carrefour roza los 5 euros, situándolo en la gama de los productos de marca que apelan a un consumo rápido y familiar, aunque con un perfil nutricional muy cuestionable.

La versión de plátano no es la primera incursión de Nesquik en los sabores frutales. Desde hace tiempo, la compañía comercializa también un polvo soluble de fresa que sigue la misma fórmula: azúcar como ingrediente principal, fibra de maíz, un aroma natural que imita el sabor de la fruta y un colorante, en este caso, rojo de remolacha. En total, contiene 80,5 gramos de azúcar por cada 100 de producto.
"Sabor a" frente a "sabor de": la clave está en la etiqueta
En ambos productos, la fruta brilla por su ausencia en la lista de ingredientes. Así el consumidor paga por un producto que induce a la confusión. Detrás de los dibujos de fresas y plátanos en los envases acompañados del reclamo "sabor a", hay una bebida azucarada con un regusto artificial a fruta.
La diferencia entre "sabor a" y "sabor de" es esencial para entender lo que realmente se está comprando. Tal y como ya ha advertido Consumidor Global en otras ocasiones, cuando un producto indica "sabor a plátano", no está obligado a contener plátano. Basta con añadir aromas que lo recuerden. Por el contrario, si en el envase apareciese "sabor de plátano", la empresa tendría que incluir esta fruta en la fórmula. Una delgadísima línea que aprovechan algunas marcas de alimentación y que confunden al consumidor en muchos casos.