Giro de 180 grados: la hora en que comes importa más que lo que comes (y no lo sabías)
La razón por la que tu cuerpo no pierde peso o no para de cogerlo sin motivo aparente está en la hora de tus comidas y así lo confirma la ciencia

Es probable que en más de una ocasión hayas escuchado sobre los ritmos circadianos, ese mecanismo interno que regula funciones esenciales como el sueño y la alimentación. Este reloj biológico está influenciado por la alternancia entre la luz del día y la oscuridad de la noche, ayudando a nuestro organismo a mantener su equilibrio.

Así que, aunque no sientas hambre nada más despertar, es normal. Tu cuerpo está diseñado para empezar el día con energía natural, sin necesidad de comida inmediata. ¿Sabías ya que tu cuerpo tiene un reloj interno que dicta mucho de tu bienestar?
La importancia de respetar nuestros ciclos naturales
Nuestro bienestar depende en gran medida de cómo sincronizamos nuestras actividades con nuestro reloj interno. Lourdes Ramón, especialista en psiconeuroinmunoendocrinología, destaca que respetar los ritmos circadianos es clave para la salud:
"Cuando la luz azul llega a nuestros ojos, activa células específicas en la retina que envían una señal al núcleo supraquiasmático, el cual se encarga de regular los ritmos circadianos. Esto indica al cuerpo que es de día", explica la experta.
Conectar con nuestro ritmo biológico
Sentirse con energía y vitalidad está en nuestras manos si realizamos pequeños ajustes en nuestra rutina diaria. La clave para mejorar nuestra salud física, mental y emocional radica en alinearnos con nuestro ciclo natural.

Lourdes Ramón lo expresa claramente: "Nuestro cuerpo está diseñado para tomar el desayuno aproximadamente una hora y media después del amanecer". Aunque no existe un horario exacto, este es el momento óptimo para comenzar el día con energía. Levantarse temprano y ver el amanecer no solo es una experiencia visual impresionante, sino que también estimula la producción de hormonas clave para el organismo.
El impacto del horario de las comidas en el cuerpo
Numerosos estudios han demostrado que el momento en el que ingerimos los alimentos influye en nuestra salud y bienestar. La revista Journal of the Academy of Nutrition and Dietetics (JAND) ha publicado un número especial sobre crononutrición, en el que se exploran los efectos de diferentes patrones de alimentación en el metabolismo y los ritmos circadianos. Los investigadores han destacado que la crononutrición está ganando cada vez más relevancia, ya que analiza cómo los horarios de comida afectan nuestra salud general.

Muchos han sido los que han especulado con la frase “el desayuno es la comida más importante del día”, una afirmación que poco tiene de científica, pues lo que realmente importa es que al cabo del día llegues a consumir los valores nutricionales necesarios para mantener tu cuerpo bien alimentado y sano. ¿Realmente importa que tú seas una persona que solo toma café por las mañanas si luego consumes un tentempié o snak antes de las siguientes comidas completas?
Lo cierto es que el orden de los alimentos no importa tanto como si la calidad de estos, así como el hecho de ajustarlos en una franja horaria en la que le des tiempo a tu estómago para descansar y dejar de trabajar en pequeñas digestiones cada pocas horas.
Ayuno intermitente: una estrategia de dieta en auge
Krista Varady, especialista del Departamento de Kinesiología y Nutrición de la Universidad de Illinois en Chicago, ha investigado durante más de 15 años el impacto del ayuno intermitente en la pérdida y control del peso, así como en la reducción del riesgo de enfermedades metabólicas en personas con obesidad.

"El ayuno intermitente se ha convertido en una de las estrategias más populares para adelgazar en los últimos años. Básicamente, consiste en alternar períodos de ingesta de alimentos con períodos sin comer. En este estudio se analizan los efectos de distintos tipos de ayuno, como la restricción de horario para comer, el ayuno en días alternos y la dieta 5:2, evaluando su impacto en el peso corporal, la salud cardiovascular, el sueño y el rendimiento físico", señala Varady.
Comer en una franja de ocho horas
Uno de los estudios analizados en la revista evaluó la viabilidad de reducir la ventana de alimentación a ocho horas como estrategia para el control del peso y la regulación de la glucosa en adolescentes con obesidad y diabetes tipo 2.
"La diabetes tipo 2 en adolescentes está en aumento, especialmente en comunidades vulnerables. Dado que muchos jóvenes suelen acostarse tarde y levantarse tarde, una restricción temprana de alimentación puede no ajustarse a su ritmo de vida. En este estudio, comprobamos que una ventana de alimentación más tardía es segura y efectiva para este grupo, ya que favorece la pérdida de peso y reduce la ingesta calórica sin afectar negativamente el sueño, la alimentación o la actividad física", explican los investigadores.
Un método accesible para todos
Una de las ventajas del ayuno intermitente es que no requiere la compra de productos específicos ni caros, lo que lo convierte en una opción viable para personas con recursos limitados.

"Muchas dietas fallan porque requieren un seguimiento constante de las calorías, lo que puede ser frustrante. El ayuno intermitente elimina esta dificultad, permitiendo a las personas simplemente guiarse por el reloj sin contar calorías y aun así lograr una pérdida de peso efectiva", destaca Varady.
Sin embargo, la especialista enfatiza que, aunque la pérdida de peso es importante, es fundamental mantener una alimentación equilibrada y variada, basada en frutas, verduras y legumbres, para garantizar una nutrición completa y saludable.