No lo sabías, este es el mejor consejo de Mario Alonso Puig: "Es algo que está dentro de ti"
El famoso médico explica que la verdadera naturaleza de la felicidad está en nuestra mente y la manera en que nuestro cerebro debería interpretar la vida para sentirla de verdad

Un día te levantas, miras al techo y piensas: “Otra vez aquí, en el mismo y fatídico punto de mi infelicidad crónica". Desesperado de nuevo. A veces ese pensamiento puede ser intruso, apenas puede aparecer un segundo y cruzar tu mente, pero en otros momentos parece un eco repetitivo que busca desquiciarte y recordarte que mientras la vida pasa siendo más feliz para otros, tú te quedas atrás.
“Toda la negatividad es causada por una acumulación de tiempo psicológico y por la negación del presente. La incomodidad, la ansiedad, el estrés, la preocupación — todas las formas del ego — son causadas por exceso de futuro y demasiado poca presencia. La culpa, las lamentaciones, el resentimiento, las quejas, la tristeza, la amargura y todas las formas de falta de perdón son causadas por exceso de pasado y falta de presencia”, escribía, no sin razón, el estudioso de la metafísica Eckhart Tolle.
Una reflexión de lo más sabia que explica la manera en que la ansiedad encuentra su cuerpo-dolor y matriz en el desorden de nuestra mente. El pensamiento no pocas veces se ancla al pasado, a los errores y a todo lo malo que hemos vivido en lugar de transitar por el presente y todo lo que nos rodea o nos queda por vivir.
¿Por qué sentimos culpa al ser felices? Una mirada desde el bienestar y la mente
¿Alguna vez te has sorprendido sintiéndote bien… y, de repente, aparece una sombra de incomodidad? Esa sensación extraña de que, si todo está en calma, algo malo debe estar por llegar. No estás solo. Este fenómeno psicológico, tan común como silenciado, ha sido abordado por el doctor Mario Alonso Puig, médico y divulgador especializado en el poder de la mente y el desarrollo personal.
A través de sus redes, plantea una pregunta que resuena profundamente: "¿Te ha pasado sentir culpa justo en los momentos de mayor felicidad?". Y es que, aunque parezca contradictorio, muchas personas experimentan un conflicto emocional cuando se sienten bien, como si el bienestar fuera inmerecido o temporal.
Según Puig, esta reacción no es casual ni irracional. Tiene raíces profundas en nuestro modelo mental y en la narrativa cultural que nos ha moldeado:
"Todos estamos llamados a ser felices y a desplegar nuestro verdadero potencial. Es algo que está dentro de ti. Querer ser felices no es un canto al egoísmo, es sencillamente querer vivir de acuerdo a eso, a lo que realmente estamos llamados. Cuando dejamos atrás esos sentimientos de culpa que tantas veces nos dicen que la felicidad no nos corresponde, y nos permitimos disfrutar plenamente, no solo nos hacemos un regalo a nosotros mismos, sino también a quienes nos rodean", explicaba el experto.
Y es que has de saber que nos identificamos con una versión limitada de nosotros mismos, construida sobre creencias heredadas, juicios constantes y exigencias aprendidas. Esta versión —condicionada por años de mensajes sobre esfuerzo, sacrificio o sufrimiento como moneda de cambio para el éxito— nos aleja de nuestra esencia real: una naturaleza más serena, amorosa… y feliz.
El origen del auto-boicot emocional
La sensación de culpa asociada al bienestar no proviene del presente, sino de condicionamientos pasados. Desde pequeños aprendemos que la felicidad hay que ganársela, que solo llega tras “haber hecho lo suficiente” o que no está bien disfrutar mientras otros lo pasan mal. Esta mentalidad de escasez emocional nos desconecta de lo que autores como Eckhart Tolle o Louise Hay han definido como nuestra “verdadera identidad”: una presencia libre de culpa, que no necesita justificación para sentirse bien.

Para Tolle, la felicidad no es una meta futura, sino una actitud hacia el presente. Louise Hay, por su parte, proponía que gran parte del dolor emocional surge de creer que somos nuestros pensamientos negativos, cuando en realidad somos quienes los observan. La culpa, según ella, es solo una programación mental… y puede desaprenderse.
El permiso interno de estar bien
¿Y si la clave no estuviera en buscar más logros o acumular méritos, sino en dejar de resistirnos a estar en paz? Como explica Puig, la felicidad no es una recompensa externa, sino una expresión natural que surge cuando nos liberamos del juicio y la necesidad constante de validación- Cuando por fin dejamos de compararnos, De temer perder. No se trata de ignorar las dificultades, sino de dejar de vivir bajo la sospecha permanente de que no merecemos lo bueno que nos ocurre.

Aceptar el bienestar sin condiciones es, en muchos sentidos, un gesto profundamente transformador. Puede ser incómodo al principio —porque va contra viejos patrones—, pero también es el inicio de una nueva forma de relacionarnos con nosotros mismos.
Volver a casa: la felicidad como estado esencial
Tal vez el mayor acto de bienestar no sea hacer más, ni cambiar radicalmente de vida, sino algo más sutil y revolucionario: permitirnos sentirnos bien sin culpa. Reconocer que no hay nada que pagar para ser felices. Como afirma Mario Alonso Puig, “La felicidad no es un lujo ni un premio, es una forma de volver a nuestro centro”.
Así que la próxima vez que esa voz interna cuestione tu alegría, recuerda: estar bien no es egoísta ni ingenuo. Es un derecho emocional. Es volver a casa.